Estos españoles pueden tener la respuesta de la alarmante subida mundial del cáncer de pulmón en no fumadores
Este es el primer gran estudio que analiza con datos de secuenciación completa una de las posibles causas. Se trata de un trabajo en el que han participado investigadores del CNIO
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En los últimos años, los expertos están observando cómo el perfil de paciente de cáncer de pulmón y la incidencia de la enfermedad, que afectará este 2025 a 34.506 españoles, están cambiando. Si bien, tradicionalmente se asociaba con hombres mayores fumadores, en los últimos años se está produciendo un rejuvenecimiento de los afectados, un fuerte aumento entre las mujeres y, lo que más sorprende, un 20% de los pacientes no fuman. A ello se suma que, tras décadas de programas de cesación tabáquica que consiguieron reducir el cáncer de pulmón, los casos están repuntando en los últimos tiempos.
Los expertos llevan años tratando de comprender el porqué de este cambio de tendencia y una nueva investigación con participación española puede tener la explicación. Un estudio que se ha publicado este miércoles en Nature ha analizado las alteraciones genéticas (mutaciones) en tumores de 871 personas no fumadoras de cuatro continentes apunta a la contaminación atmosférica como una de las posibles causas. La investigación muestra por primera vez la relación entre el cáncer de pulmón y el daño que provoca en el ADN el respirar aire contaminado.
El estudio está dirigido conjuntamente por Ludmil Alexandrov, de la Universidad de California en San Diego, y María Teresa Landi, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses. Sus primeros firmantes son Marcos Díaz-Gay, jefe del nuevo de Grupo de Genómica Digital del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y Tongwu Zhang, del NCI. También es coautora la investigadora del CNIO Pilar Gallego García. Tanto ella como Díaz Gay han sido contratados en el marco del programa Construyendo la Generación IA, dentro de la iniciativa Generación D, impulsada por Red.es.
“Observamos esta preocupante tendencia de que quienes nunca han fumado desarrollan cada vez más cáncer de pulmón, y no entendemos por qué. Nuestra investigación demuestra que la contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con el mismo tipo de mutaciones del ADN que solemos asociar al tabaquismo”, explica Alexandrov.
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“Es un problema mundial urgente y creciente”, añade Landi, epidemióloga de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del NCI. "La mayoría de los estudios anteriores sobre cáncer de pulmón no diferencian entre los datos de fumadores y de no fumadores, lo que ha limitado la identificación de factores de riesgo en estos pacientes. Nuestro estudio recopila datos de no fumadores de todo el mundo, y utiliza la genómica para rastrear qué exposiciones podrían estar causando estos cánceres", apostilla.
Estudios anteriores ya habían analizado el vínculo epidemiológico entre la contaminación atmosférica y el cáncer de pulmón en personas no fumadoras, pero la nueva investigación va más allá al mostrar un vínculo genómico.
De este modo, este es el primer gran estudio que analiza “con datos de secuenciación completa” una de las posibles causas del aumento cáncer de pulmón en no fumadores, según explica a El Confidencial Díaz-Gay, que empezó a trabajar en este campo cuando era investigador postdoctoral en el laboratorio de Alexandrov.
Buscando “firmas mutacionales” en tumores
El equipo analizó los tumores de pulmón de 871 personas que nunca habían fumado y vivían en 28 regiones de África, Asia, Europa y Norteamérica con distintos niveles de contaminación atmosférica. Entre ellos pacientes españoles, como confirma a este periódico Díaz-Gay. Con sus datos, han secuenciado el genoma completo y han identificado distintos patrones de mutaciones del ADN (conocidos como “firmas mutacionales”), que vienen a ser huellas moleculares de exposiciones ambientales pasadas.
Al preguntarle a la coautora sobre por qué es importante la secuenciación para este tipo de estudios, Gallego responde a El Confidencial que “todos estos procesos [la contaminación] lo que provocan son cambios en nuestro ADN, pero dichos cambios realmente no podemos detectarlos a menos que estemos llevando a cabo una secuenciación, ya sea de genoma completo o de una parte de él. Lo mejor es que sea del genoma completo, porque nos da toda la información que podríamos obtener, generando una imagen más completa de lo que tenemos y de las cosas que nos están afectando”.
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En el caso del nuevo estudio, combinando estos datos genómicos con estimaciones de contaminación atmosférica (basadas en la medición de partículas finas por satélite y en superficie), descubrieron que los no fumadores que vivían en entornos más contaminados presentaban un número significativamente mayor de mutaciones en sus tumores de pulmón. Por ejemplo, estas personas presentaban 3,9 veces más mutaciones relacionadas con el tabaquismo y un 76% más de mutaciones relacionadas con el envejecimiento.
Pero en cualquier caso, Díaz-Gay aclara que esto no significa que la contaminación provoque una “firma mutacional de contaminación atmosférica” única per se, sino que aumenta el número total de mutaciones.
Más mutaciones y telómeros más cortos
El científico del CNIO explica que entre los resultados de este estudio han podido observar como la contaminación atmosférica se asocia a un aumento de las mutaciones somáticas, incluidas las que corresponden a firmas mutacionales conocidas atribuidas al tabaquismo y al envejecimiento.
Los investigadores también observaron que cuanta más expuesta estaba una persona a la contaminación, más mutaciones había en su cáncer de pulmón. También presentaban telómeros más cortos (los capuchones protectores de los extremos de los cromosomas), un signo de envejecimiento celular acelerado.
Sin embargo, al preguntarle al experto del CNIO si cualquier exposición a contaminantes pueden mutar el ADN, aclara que “hoy no tenemos la capacidad de determinarlo”. “Estamos viendo cómo afecta al ADN de los tumores, cómo afecta a nivel molecular, esta contaminación. Lo que sacamos nosotros es que en regiones donde hay mayor contaminación, hay un aumento de mutaciones. Vemos esta relación directa, pero no podemos ir al detalle de cuánta contaminación es necesaria para llegar a esta mutación”, añade, al tiempo que señala que es muy complicada esta medición en cada persona.
Ácido aristolóquico y carcinógenos desconocidos
Además de la contaminación atmosférica, los investigadores han identificado otro riesgo ambiental: el ácido aristolóquico, un carcinógeno presente en ciertas hierbas medicinales tradicionales. Se encontró una firma mutacional específica vinculada al ácido aristolóquico casi exclusivamente en casos de cáncer de pulmón de taiwaneses que nunca habían fumado.
Aunque el citado compuesto se ha relacionado anteriormente con cánceres de vejiga, gastrointestinales, renales y hepáticos por ingestión, este es el primer estudio que aporta pruebas de que puede contribuir al cáncer de pulmón.
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Cabe destacar que el ácido aristolóquico está más presente en la zona asiática, también en Rumania y Serbia “también se ha visto la presencia de este compuesto”, añade Díaz-Gay.
El grupo identificó además una nueva firma mutacional en mayor proporción en cánceres de pulmón de personas no fumadoras respecto a fumadoras. Su causa es desconocida: no se correlaciona con la contaminación atmosférica, ni con ninguna otra exposición ambiental conocida. “La observamos en la mayoría de los casos de este estudio, pero aún no sabemos a qué se debe”, añade Alexandrov, al tiempo que señala: “Esto es algo totalmente distinto, y abre un área de investigación completamente nueva”
Próximos pasos: marihuana y 'vapers'
De cara al futuro, los investigadores están ampliando su estudio para incluir casos de cáncer de pulmón en no fumadores de América Latina, Oriente Medio y más regiones de África. Los investigadores también están centrando su atención en otros riesgos potenciales. Uno de ellos es el consumo de marihuana y cigarrillos electrónicos, sobre todo entre los jóvenes que nunca han fumado tabaco.
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El nuevo grupo del CNIO estudiará también otros riesgos ambientales, como el radón y el amianto, en colaboración con otros grupos en España. Además, recopilarán datos más detallados sobre la contaminación a escala local e individual.
Una oportunidad para la Generación D
El programa Construyendo la Generación IA, que ha hecho posible el regreso a España de Díaz-Gay y la contratación de Gallego, se enmarca en la iniciativa Generación D, impulsada por Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Con un presupuesto de 120 millones de euros, el programa Construyendo la Generación IA ha propiciado 374 contratos con personal investigador en inteligencia artificial y transformación digital en todos los ámbitos científicos y de investigación. Las actuaciones están financiadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea, en el marco de la inversión 4 del Componente 19, Plan Nacional de Competencias Digitales.
En los últimos años, los expertos están observando cómo el perfil de paciente de cáncer de pulmón y la incidencia de la enfermedad, que afectará este 2025 a 34.506 españoles, están cambiando. Si bien, tradicionalmente se asociaba con hombres mayores fumadores, en los últimos años se está produciendo un rejuvenecimiento de los afectados, un fuerte aumento entre las mujeres y, lo que más sorprende, un 20% de los pacientes no fuman. A ello se suma que, tras décadas de programas de cesación tabáquica que consiguieron reducir el cáncer de pulmón, los casos están repuntando en los últimos tiempos.