El CNIO desarrolla un test genómico para predecir la eficacia de la quimioterapia
El uso de estos biomarcadores en la clínica permitiría evitar efectos secundarios y aplicar un tratamiento más eficaz
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El número de cánceres diagnosticados en España el año 2025 alcanzará los 296.103 casos, lo que supone un ligero incremento del 3,3% respecto a 2024 con 286.664 casos, según las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La quimioterapia busca acabar con las células tumorales mediante fármacos, y es desde hace décadas un tratamiento habitual contra el cáncer. Sin embargo, no siempre da buen resultado.
Este lunes se ha publicado un nuevo estudio en la revista Nature Genetics liderado por Geoff Macintyre, jefe del Grupo de Oncología Computacional del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) que descubre biomarcadores que predicen qué pacientes no responderán a las quimioterapias de uso frecuente, basadas en los compuestos con platino, taxanos y antraciclinas. El trabajo se ha hecho en colaboración con la Universidad de Cambridge y la empresa spin off Tailor Bio. Además, cuenta con Joe Sneath Thompson y Bárbara Hernando, del CNIO, y Laura Madrid, de Tailor Bio como primeros autores.
"Las quimioterapias son buenas para algunos pacientes, pero no son efectivas en todos los casos. Entre un 20% y un 50% de los enfermos de cáncer no responden a estos fármacos. Estos pacientes sufrirán efectos secundarios causados por la quimioterapia, sin ningún beneficio clínico", explica Macintyre.
Otro de los aspectos que destaca el documento es la introducción de biomarcadores que permiten la "estratificación de pacientes" cuando se emplean múltiples quimioterapias no desarrolladas originalmente como terapias dirigidas. "Hemos desarrollado un test genómico que permite que tres quimioterapias estándar se usen de forma dirigida, es decir, en pacientes que sabemos que pueden responder a ellas. Este test puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer; nuestros resultados pueden beneficiar a cientos de miles de pacientes al año", añade Thompson.
Reconocer cada tumor
El método desarrollado por el equipo del CNIO se basa en el hecho de que muchos tumores acumulan alteraciones o cambios en el número de cromosomas de sus células. Laura Madrid indica que una consecuencia es que "las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado".
Estas alteraciones son diferentes en cada tumor, de manera que su conjunto conforma un patrón característico, una firma de inestabilidad cromosómica. El estudio desarrolla biomarcadores basados en estas firmas de inestabilidad cromosómica.
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Estos biomarcadores permiten "detectar con antelación qué pacientes son resistentes a estos tratamientos para poder elegir otros alternativos y más eficaces, con lo que se evitarían efectos secundarios innecesarios", manifiesta Macintyre.
El uso preciso de la quimioterapia beneficia no solo a los pacientes, sino al sistema en su conjunto: al reducirse el gasto en terapias ineficaces, y en tratar complicaciones relacionadas con los efectos secundarios de la terapia, disminuye el gasto sanitario.
Datos de más de 800 pacientes
Una vez desarrollados los biomarcadores, el equipo del CNIO los puso a prueba con un ensayo emulado, es decir, con datos ya existentes. Los autores recurrieron a gran cantidad de datos procedentes de pacientes con cáncer que ya habían sido tratados con las quimioterapias analizadas en el estudio.
En concreto, el grupo trabajó con datos de 840 pacientes con diferentes tipos de cáncer. "Hemos utilizado datos de pacientes con cáncer de mama, próstata, ovario y sarcoma", expone Hernando. De esta forma, han logrado demostrar la eficacia de los biomarcadores de resistencia ante alguno de los tres tipos de quimioterapia evaluados.
Ensayo para llevar esta tecnología a la clínica
Para llevar este conocimiento a la clínica, la tecnología desarrollada por los investigadores del CNIO debe ser ahora validada en un entorno hospitalario. El grupo ya ha recibido para ello financiación del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Este proyecto, en colaboración con la empresa spin off Tailor Bio y el Hospital Universitario 12 de Octubre (H12O), evaluará la integración de la tecnología en el sistema sanitario, analizando muestras ya disponibles de pacientes. Esto demostrará que la tecnología está lista para utilizarse en ensayos clínicos en 2026.
"Llevar un biomarcador de la fase de descubrimiento a la clínica no suele ser sencillo. Pero con persistencia y colaboración es posible convertir un proyecto de investigación en una tecnología realmente prometedora desde el punto de vista clínico", dice Macintyre. Para finalizar, destacan que este estudio ha sido posible gracias al apoyo del Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación, Cancer Research UK y la Fundación la Caixa.
El número de cánceres diagnosticados en España el año 2025 alcanzará los 296.103 casos, lo que supone un ligero incremento del 3,3% respecto a 2024 con 286.664 casos, según las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La quimioterapia busca acabar con las células tumorales mediante fármacos, y es desde hace décadas un tratamiento habitual contra el cáncer. Sin embargo, no siempre da buen resultado.