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Adriana Abenia explica su foto con el cura y la berenjena “para no arder en el infierno”
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la versión de la presentadora

Adriana Abenia explica su foto con el cura y la berenjena “para no arder en el infierno”

"Aunque no tenía ninguna obligación, me he puesto en contacto con el Arzobispado de Valencia para explicar, para tranquilidad del sacerdote, lo ocurrido", dice la presentadora

Foto:

Quién le iba a decir a Adriana Abenia que su foto entre una berenjena y un párroco iba a generar tanta controversia. En cuestión de horas la imagen dio la vuelta a todos los digitales españoles e incluso, cruzó el charco, llegando a copar las páginas de algunos medios latinos como el 'Hoy Bolivia'. Completamente abrumada por lo sucedido con tan cuestionada foto, Abenia ha querido dar su propia versión de lo sucedido para tratar de enmudecer a todos aquellos que la han acusado de hacer un sacrilegio. Tal escándalo había generado su posado con la hortaliza y con el cura Juan Pons durante la boda de su amigo Álvaro de la Lama,que con ese humor que la caracteriza, Adriana ha escrito en su blog del diario '20 Minutos' su propia explicación. Aclara por qué en la foto posa con la berenjena, por qué la tiene tan cerca de la boca, y lo que es más importante, qué la ha llevado a llamar al mismísimo Arzobispado de Valencia que, según se ha publicado, estaba muy molesto con lo acontecido.

Limpiándole el coche a los novios 😁🎩👰 #BDBA #Mascaró

Una foto publicada por Adriana Abenia (@adrianaabenia) el

Tan meridianamente claro deja la presentadora su punto de vista que no es necesaria ninguna interpretación. A continuación pasamos a mostrar el texto escrito por Adriana:

“Ya es mala suerte que el Padre Juan apareciera justo en el momento álgido en el que una descomunal berenjena me servía de micrófonopara cantar a viva voz la canción de Dorian 'A cualquier otra parte' (lugar al que habría querido dirigirse de saber lo que iba a ocurrir después) para pedirme, con mucho respeto, una foto tal y como había hecho hacía unos segundos con otros invitados, como Carmen Alcayde. Y, gustosa, accedí. Pero como el párroco me pareció el colmo de la modernidad y se había integrado tan bien en la fiesta, a mí me nació pedirle a él otra foto -que hizo mi marido-, sin apartar la colosal hortaliza de mis manos y así continuar con el karaoke después.

La foto me pareció muy simpática y decidí colgarla en mis redes sociales, acompañada de un texto en el queprecisamente alababa y reivindicaba ese atisbo de modernidad que había descubierto en este curaque reía y opinaba como uno de nosotros: 'Yo acabé la noche con el párroco. Curas modernos que se ríen de cualquier cosa. Así debería ser la Iglesia'. En qué hora, Señor.

No tardaron en pedirme que retirara la foto debido, al parecer, al enfado del Arzobispado de Valencia, ya que la estampa podía enviar un mensaje equivocado a los fieles.Y, sobrepasada por el giro de los acontecimientos, me negué a hacerlo porque significaba aceptar que me había equivocado al subir la “libidinosa” imagen que para mí era una muestra más de lo bien que lo estábamos pasando todos,sin pretender ofender a nadie y, por supuesto, sin ninguna maldad.

Despiporre 😂😂😂 @abadsergio @arossisancho @nachomontestv @alfaroemily @alvarodelama

Un vídeo publicado por Adriana Abenia (@adrianaabenia) el

Para colmo, la anécdota se convirtió en noticia y ésta comenzó a multiplicarse como los panes y los peces.Y ahora tengo la sensación de haberme marcado un Pájaro Espino, por aquellos que ven en una foto cachonda una polémica instantánea.

Pero qué tiene de malo que una persona que dedica su vida a la Iglesia pase un rato agradable con la gente.Deberían normalizarse estas conductas que llevo observando demasiados años, porque os recuerdo que, por suerte o por desgracia, he ido a un colegio de curas hasta los 13 años y he vivido en uno de monjas cuando, con 15, me fui a vivir a Milán. Y que Dios me coja confesada, pero sigo sin dar crédito.

Pese a todo, y aunque no tenía ninguna obligación, me he puesto en contacto con el Arzobispado de Valencia para explicar, para tranquilidad del sacerdote, lo ocurrido.No deseo arder en el infierno, sólo bajo el sol de mis inminentes vacaciones.

Tal vez haya todavía en el cielo un hueco para mí y, si no, lo dicho,no me quedará otra que sobornar a San Pedro para que me haga una inmaculada copia de las llaves del cielo".

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Quién le iba a decir a Adriana Abenia que su foto entre una berenjena y un párroco iba a generar tanta controversia. En cuestión de horas la imagen dio la vuelta a todos los digitales españoles e incluso, cruzó el charco, llegando a copar las páginas de algunos medios latinos como el 'Hoy Bolivia'. Completamente abrumada por lo sucedido con tan cuestionada foto, Abenia ha querido dar su propia versión de lo sucedido para tratar de enmudecer a todos aquellos que la han acusado de hacer un sacrilegio. Tal escándalo había generado su posado con la hortaliza y con el cura Juan Pons durante la boda de su amigo Álvaro de la Lama,que con ese humor que la caracteriza, Adriana ha escrito en su blog del diario '20 Minutos' su propia explicación. Aclara por qué en la foto posa con la berenjena, por qué la tiene tan cerca de la boca, y lo que es más importante, qué la ha llevado a llamar al mismísimo Arzobispado de Valencia que, según se ha publicado, estaba muy molesto con lo acontecido.

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