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¿Puede Belén Esteban ser demandada por estafa tras la publicación de sus memorias?
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¿Puede Belén Esteban ser demandada por estafa tras la publicación de sus memorias?

Su intervención en el último 'Deluxe' causó gran revuelo: la colaboradora dio a entender que no todo lo que cuenta en su libro biográfico es cierto. ¿Podría esa confesión costarle un macropleito?

Foto: Belén Esteban en una imagen de archivo (Gtres)
Belén Esteban en una imagen de archivo (Gtres)

Belén Esteban es capaz de levantar un huracán mediático tanto cuando estruja el propio corazón con la mano derecha para decir la verdad como cuando se la pilla en un renuncio. La última vez fue este pasado viernes. Se sentaba ante Jorge Javier Vázquez en el programa 'Sálvame Deluxe' y, refiriéndose a sus memorias autorizadas, hacía esta asombrosa confesión: “Yo lo del libro no lo tenía que haber hecho. No tenía que haber hecho caso a Toño. Pensé que porque estaba saliendo de mi enfermedad me vendría bien, pero me arrepiento", confesó.

Como todos sabemos, el fondo biográfico lo aportó Belén Esteban aunque la forma se la dio Boris Izaguirre. El resultado de ese 'golem' se llamó ‘Ambiciones y reflexiones’ (Espasa) y en él se mezclan pasajes de su vida, consideraciones costumbristas y opiniones sobre diversos temas de actualidad. “No quiero hablar del libro porque haría daño a gente, pero si contara la historia del libro... Lo que pasa es que tampoco puedo defraudar a la gente (…). Es que no sé si debería de decirlo. Es que hay cosas que he contado yo y cosas que no he contado yo".

Hasta el menos espabilado de los espectadores cayó en la cuenta de que la televisiva podría estar a punto de confesar algo gravísimo: que parte de sus memorias son tan falsas como las que le insertaron a Arnold Schwarzenegger en ‘Desafío total’. Jorge Javier lo notó y se lo preguntó: ¿Es todo verdad? Tras una pausa melodramática Belén contestó con un sí estirado. De esos útiles para una respuesta afirmativamente incierta. “Sí, pero hay cosas que…”. A partir de aquí prorrumpió en lágrimas sobre una patraña menor acerca de María Patiño, que la periodista accedió a coexplicar en directo: “Hay escenas que están recreadas y no correspondían a la realidad. Me vuelvo tan loca porque me sentí… No porque me criticase Belén, sino porque me ponía en situaciones que no eran reales". Al final la cosa no era para tanto, pero la intensidad de Patiño, medida en miles de amperios, causa hondo efecto.

El espectador comienza a bramar “¡estafa!, ¡estafa!” en las redes sociales y a exigir daños y perjuicios. Nótese que decimos espectador en el más genérico de los sentidos. Son decenas, luego centenares de personas, en su mayor parte ‘haters’ de la exrepresentada de Toño Sanchís, las que se sienten agraviadas en lo más hondo. Sienten que la vida de Belén es un artificio televisivo. Una pamema monumental. Una trola como la catedral de Burgos. Tan heridos estaban que ayer lunes seguían pidiendo su cabeza, echando sal en los campos e incendiando las cosechas. O casi. Ahora bien, nosotros nos preguntamos: ¿hay base jurídica para que una hipotética Plataforma de Afectados por las Mentiras (PAM) de Belén pudiera ponerle un pleito? Veamos qué dicen los mejores expertos sobre este delito, previsto en el art. 248 de nuestro Código Penal.

El reputado penalista catalán José María Fuster-Fabra, profesor en la Universidad de Barcelona y en la CEU Abat Oliva, cree que en absoluto: “Sería muy forzado. La jurisprudencia no recoge casos de admisión en un caso similar; salvo que en el libro se manifestase específicamente algo como que el autor solo contará en esas memorias toda la verdad y nada más que la verdad. Imagina una película americana. Bien, en nuestro país ningún juez aceptaría una demanda. En materia literaria, la jurisprudencia es muy laxa”. De la misma opinión es el abogado, profesor en la UAB y exjuez Carlos Carretero: “No hay base para un delito tan serio como la estafa pues ese tipo penal requiere engaño, ánimo de lucro y un perjuicio constatable. Se puede entender como una fabulación literaria que entraría dentro de los parámetros de la libertad de expresión. Si hay terceros que se sienten agraviados por algo que se diga en el libro, sí podrían reclamar. Pero sería otro caso completamente distinto”.

Finalmente, el penalista sevillano Luis Romero, profesor en las universidades Carlos III y Pablo de Olavide, coincide también citándonos, además, el mayúsculo ejemplo de todo un Kennedy: “No le veo contenido penal y menos con un valor tan pequeño como el de un libro. Pongámonos a teorizar, no obstante: habría que distinguir qué partes son reales o ficción y si se ha advertido en el libro por los autores o la editorial, y, aun así, con que la mayor parte del libro sea verdad es suficiente. Cualquier autor está en su derecho de ficcionar. Luego está que el título no alude a un relato biográfico riguroso y que existe la libertad de expresión. Finalmente, te pongo un ejemplo: acabo de leer la biografía de Ted Kennedy y, pese a que en su día se demostró que estaba presente cuando falleció su secretaria en un accidente de tráfico, él explica otra versión en esas memorias. ¿Mintió el senador Ted Kennedy y podría ser denunciado por estafa? Pues me temo que ni en EEUU. En realidad, prácticamente ninguna biografía es cierta al cien por cien”.

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Belén Esteban es capaz de levantar un huracán mediático tanto cuando estruja el propio corazón con la mano derecha para decir la verdad como cuando se la pilla en un renuncio. La última vez fue este pasado viernes. Se sentaba ante Jorge Javier Vázquez en el programa 'Sálvame Deluxe' y, refiriéndose a sus memorias autorizadas, hacía esta asombrosa confesión: “Yo lo del libro no lo tenía que haber hecho. No tenía que haber hecho caso a Toño. Pensé que porque estaba saliendo de mi enfermedad me vendría bien, pero me arrepiento", confesó.

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