Los terroríficos sueños premonitorios de Irene Villa

17 de octubre de 1991. Barrio de Aluche, Madrid. Irene Villa se dirige con su madre al colegio cuando una bomba adosada al coche en el que viaja explota. ETA pretendía causar la muerte de un inspector de policía, pero en su lugar provocaron que Irene, de doce años de edad, perdiera ambas piernas, tres dedos de la mano y cambiara su vida para siempre.

Veinticuatro años más tarde y convertida en una brillante periodista, escritora, psicóloga y atleta paralímpicaamén de una de las caras más visibles de la lucha contra el terrorismo en España y un ejemplo de superación.Irene Villa acudió este domingo al programa Cuarto Milenio, donde relató un capítulo anterior al atentado desconocido hasta ahora. Villa confesó unas extrañas y terroríficas pesadillas que tuvo días antes del atentado y que, en cierta manera, le hicieron presagiar lo que le iba a ocurrir. “Fue una sensación horrible que no quería contar. Primero, porque no entendía de dónde venían esas imágenes oscuras, de hombres sin rostro que nos perseguían a mi madre y a mí y que nos querían mutilar. Varios sueños en los que nos perseguían personas a las que no se les veía la cara, completamente de negro, y que nos alcanzaban al final. Mi madre y yo éramos alcanzadas y puestas en una mesa como de quirófano en la que no nos iban a hacer nada bueno… y ahí ya me despertaba”, contó.

Además, la joven da detalles nunca antes descritos de sus sensaciones, lo que vio y sintió esas horas en las que estuvo en “el otro lado” y finalmente, cuenta cómo regresó de allí en una historia única de superación personal. “Después de esos sueños, te despiertas y ves que estás entera y que tu madre está bien, y das las gracias porque estás entera, las gracias porque tengo piernas, las gracias porque tengo brazos… y justo al poco tiempo, me lo quitan y ahí es cuando tuve una crisis de fe importante. Pero luego, afortunadamente, recuperé toda esa fe. Mantuve la esperanza y descubrí que la vida te recompensa si sigues luchando”, relató.

Pero, ¿cómo superar una tragedia de esta magnitud? Iker Jiménez escuchó atentamente cómo y de dónde Irene Villa consiguió sacar fuerzas para continuar con su vida: “La clave para salir adelante fue muy sencilla para mí: en lugar de pensar ‘fíjate lo que me ha pasado no tengo piernas, ¿cómo voy a afrontar mi vida?’, pues en lo que me centré y hacia lo que dirigí mi atención y mis ganas fue a recuperar el curso. Tu vida es hacia donde tú la enfocas, si la quieres poner en el dolor, en la rabia, en lo que has perdido pues tu vida será muy dramática, pero si pones el foco en lo que quieres conseguir, en tus metas, en las cosas positivas… al final piensas, ‘pero si aquí no ha pasado nada’”, finalizó.