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La misteriosa paternidad de la hija primogénita de Esther Cañadas
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presentó a su hija galia este sábado

La misteriosa paternidad de la hija primogénita de Esther Cañadas

Hacía tiempo que había desaparecido del panorama nacional, pero la modelo ha vuelto a ser noticia este fin de semana con la presentación de su hija Galia

Hacía tiempo que había desaparecido del panorama nacional, pero Esther Cañadas ha vuelto a ser noticia este fin de semana con la presentación de su hija Gala a los medios de comunicación. La modelo ha sido madre de una niña en la Clínica Ruber de Madrid y en el momento de salir del centro y posar con su primogénita ante los medios de comunicación, muchos se han preguntado dónde estaba el padre de la criatura, cuya identidad sigue siendo una incógnita. El misterio va acompañado de las muchas incógnitas que han rodeado a Esther Cañadas en los últimos tiempos, desde que su perfil público pasase a ocupar un discretísimo segundo plano.

Sin romances a la vista, la única amistad masculina reconocida que ha rondado a Cañadas en los últimos meses ha sido la del empresario italiano Giussepe Cipriani, propietario de la exclusiva cadena de restaurantes Cipriani y de una sociedad que también gestiona la discoteca Booom de Ibiza. La modelo se ha alojado en la casa del multimillonario y en alguna ocasión se les ha podido fotografiar juntos, aunque ella siempre ha negado cualquier relación más allá de la amistosa. De hecho, Cipriani es un hombre casado y no se puede hablar de relación.

Un personaje que ya no vende tanto

Cañadas fue una de las modelos más solicitadas en la década de los 90, y también de las que más aparecían en la prensa del corazón. Su matrimonio con Mark Vanderloo e incluso sus operaciones estéticas y sus labios siempre eran tema de portada. Este verano, pese al anuncio de su primer embarazo en julio, unas fotografías de su presencia en Ibiza pasaron casi desapercibidas, prueba inequívoca de que la época de esplendor de Cañadas ya forma parte de la historia. En 2013, de hecho, aparecía en los juzgados de Barcelona para declarar sobre el presunto fraude a Hacienda de su exmarido, el piloto Sete Gibernau, en 2005 y 2006 y la sorpresa ante su físico, con unos kilos de más, que antaño habría sido noticia de portada, apenas pasó de unos comentarios en unas escuetas columnas.“En su época de mayor auge, las agencias cobraban hasta 18.000 euros por un reportaje suyo”, aseguró a este portal uno de los paparazzi que le siguió los pasos durante la década de los 90, cuando Cañadas era un casi una marca.

El alejamiento progresivo de los actos y de la primera plana parece haber satisfecho a la propia modelo, que a mediados de la década anterior había perdido tirón mediático. “Hace dos años la contrataron para un desfile en el Hotel Vela de Barcelona. Su caché había bajado de forma brutal. Le pagaron 2.000 euros”, aseguraba el paparazzi a este medio. Ahora, el nacimiento de su hija Gala la devuelve a la actualidad pero muchos se preguntan si el tirón mediático de Cañadas será suficiente como para intentar desvelar quién es el padre de la criatura, algo que, hoy por hoy, sigue siendo un misterio.

Hacía tiempo que había desaparecido del panorama nacional, pero Esther Cañadas ha vuelto a ser noticia este fin de semana con la presentación de su hija Gala a los medios de comunicación. La modelo ha sido madre de una niña en la Clínica Ruber de Madrid y en el momento de salir del centro y posar con su primogénita ante los medios de comunicación, muchos se han preguntado dónde estaba el padre de la criatura, cuya identidad sigue siendo una incógnita. El misterio va acompañado de las muchas incógnitas que han rodeado a Esther Cañadas en los últimos tiempos, desde que su perfil público pasase a ocupar un discretísimo segundo plano.

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