Koplowitz olvida sus problemas financieros y se va de cena con la nobleza asturiana

Las hermanas Koplowitz no pasan por su mujer momento, al menos empresarialmente hablando. La compañía que durante años les ha proporcionado tantos éxitos, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), atraviesa un trance complicado, tal y como adelantaba este lunes El Confidencial.

Sin embargo, y a pesar de ello, Esther, la mayor de las hermanas, no quiso perderse este sábado el evento organizado por el Cuerpo de la Nobleza de Asturias en el que, entre gran boato, se la nombró dama de la orden, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de la misma. Este mismo año, el duque de Sevilla, primo del Rey Juan Carlos y fundador de esta institución nobiliaria, postuló a Esther como candidata para formar parte de tan exclusiva organización. Tras la comprobación de algunos requisitos como su genealogía, se aceptó la candidatura.

El acto de imposición tuvo lugar este fin de semana en la iglesia de San Tirso el Real de Oviedo, ante la presencia de los 200 miembros de la orden. Después de una solemne misa, se celebraron los nombramientos en los que Esther recibió su condecoración. Entre el resto de incorporaciones destacaron la de Gerarld Grosvenor, duque de Westminster, y Juan Miguel Villar Mir, quien no pudo asistir por su avanzada edad, por lo que acudió su hijo en su representación.

Finalizado el acto de imposición, Koplowitz, el resto de miembros y sus familiares se desplazaron hasta el Real Club de Tenis de Oviedo, donde se había organizado una cena de gala. Se aprovechó la ocasión para hacer entrega de los premios que otorga esta organización a la labor cultural, la labor humanitaria, a la economía y las bellas artes.

Una orden muy selecta

El Cuerpo de la Nobleza de Asturias fue creado en 1989. En su Consejo Magistral de Honor se encontraban Sabino Fernández Campo, quien fuera jefe de la Casa Real durante más de 20 años, y Francisco Queipo de Llano, político durante la dictadura franquista. Además la organización cuenta con dos regios protectores: el príncipe Alberto de Mónaco y Sheikh Mohammed Bin Hammed Al Sharqui, heredero del Emirato de Al Fujairah.

Esta orden es muy exclusiva y restringe la entrada de sus integrantes. Para pertenecer a ella debes poseer una serie de requisitos: ser de origen asturiano o descendiente, probar la nobleza de sangre –al menos en el primer apellido–, gozar de cierta posición económica, social, honorabilidad, presencia y buenas costumbres y comprometerse a la defensa de la Religión Católica, de la Patria, de su Majestad El Rey y de Su Real Familia. Esther Koplowitz, por lo que parece, los cumple todos.