Maribel Verdú celebra su 44 cumpleaños con una 'beauty party'

Maribel Verdú cumple 44 años. “Soy de las pocas personas a las que no le importa cumplir años”, decía la actriz en una entrevista y ha demostrado que es cierto. Lleva a la perfección esas 44 primaveras y con un aspecto tan radiante y juvenil como el suyo no es difícil hacerlo.Un aspecto que, precisamente, Verdú cuida desde siempre a base de reiteradas visitas a un centro de belleza.

Allí, muy bien acompañada, la ganadora de dos Goyas por Siete mesas de billar francés y Blancanieves celebró su cumpleaños este miércoles en lo que popularmente se conoce como beauty party. Lo hizo rodeada de grandes amigas, como la actriz Aitana Sánchez Gijón ola periodista María Eugenia León. Juntas y en un ambiente de lo más distendido disfrutaron de una agradable jornada en la que tampoco faltó el trabajo. Aitana y Maribel fueron las protagonistas de una divertida sesión de fotos para una revista quequería retratar algunos aspectos del centro de estética.

Pero la actriz también disfrutará de su cumpleaños con Pedro Larrañaga, su marido desde 1999. Vanitatis ha hablado con la madrileñapara conocer cuáles son sus planes para este día tan especial."Voy a celebrarlo con mis amigos y con mi chico con una cenita, música, baile y felicidad", dice la actriz a este medio.

Son varios los presentes que la actriz ha recibido. De todos ellos destaca el que le ha hecho la madre de una amiga. Se trata de una sandía en la que se grabaron a mano un dibujo con dos pingüinos.El dibujo no es casual. Es conocida la adoración que Maribel Verdú siente por estos animales, que ya se han convertido en un elemento fetiche para ella. Tanto es así que la actriz tiene tatuada en su cintura una de estas simpáticas aves.

La propia Maribel Verdú cuenta a Vanitatis cuál es el origen de esta peculiar admiración: "Viene desde que era chiquitita y mi almohada tenía una funda de pingüinos. Atávico, o casi". Además, fuentes de su entorno cuentan que todo el que la conoce aprovecha la ocasión para obsequiarle con pingüinos: fotos, peluches… y, como se puede ver, hasta sandías. Todo vale.