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Los cuatro hijos que vivieron el lento declive de Adolfo Suárez
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fallecía este domingo a las tres de la tarde

Los cuatro hijos que vivieron el lento declive de Adolfo Suárez

La familia de Adolfo Suárez asumió hace once años que ya no había vuelta atrás en la recuperación del que fuera el primer presidente de la democracia

La familia de Adolfo Suárez asumió hace once años que ya no había vuelta atrás en la recuperación del que fuera el primer presidente de la democracia. Poco a poco, su mundo interior fue superando al real hasta que su memoria desapareció por completo. Paradojas de la vida “el que ha representado la memoria histórica de España se quedó sin ella”, decía estos días el padre Angel. Ha sido una de las pocas personas ajenas a la familia directa que le ha dado un abrazo antes de irse “con Amparo, con Mariam, con su madre”, resumiendo el sacerdote el punto y final terrenal, que se ha producido este domingo sobre las 3 de la tarde.

En el momento de su empeoramiento físico fue trasladado a la clínica Cemtro desde su retiro de Puerta de Hierro, donde todos los días o la mayoría de ellos, los cuatro hijos se acercaban a ver a un padre que lo único que necesitaba era estar bien atendido, como así fue. Sonsóles, la pequeña, era la que menos frecuentaba el domicilio paterno porque hace unos años decidió vivir en Portugal, cerca de Lisboa. Allí alquiló una casa con su marido. Sin embargo, en estos últimos meses su presencia ha sido más habitual, ya que todos esperaban el desenlace que suponía la muerte del padre. Si en los primeros tiempos de su enfermedad tuvo momentos de lucidez, después no tuvo ni uno solo. La única reflexión que se podía hacer era esperar a la decadencia del cuerpo físico.

Quizá por ello, desde que el lunes ingresase en la clínica centro con el reloj de la vida restando, la familia ya lo había asumido. En una de las suite de las 108 camas que tiene la clínica Cemtro de Madrid, han pasado la mayoría del día los hijos y familiares directos como Chema, el hermano pequeño de la familia, que durante años se encargó de dirigir la discoteca Long Play, en la que actuaban los artistas nacionales. Adolfo, el primogénito de la saga, ha sido el encargado de organizar los últimos días de su padre. Fue él quien dio la rueda de prensa anunciando el gravísimo estado en que se encontraba, demostrando la dignidad de la familia hasta en los momentos más difíciles.

placeholder Tres de los hijos del expresidente de Gobierno (I.C.)
Tres de los hijos del expresidente de Gobierno (I.C.)

Podían haberse escudado en la intimidad pero su padre, de haber estado en plenas facultades, jamás lo habría hecho ni le habría gustado. Nunca se escondió. Hubo quorum entre los hijos a la hora de tomar las decisiones fundamentales. Aseguran en el círculo familiar que “las cosas se están haciendo como las habría planificado Adolfo. Las críticas, en estas situaciones, son innecesarias”. Y efectivamente, se han seguido las pautas de la casa que en momentos complicados, siempre ha dado la cara.

En la suite han permanecido los cuatros hijos, Adolfo, Laura, Javier y Sonsóles, con sus respectivas parejas. También los nietos mayores, hijos de Mariam, fallecida de cáncer en marzo del 2004, Alejandra y Fernando. Adolfo y Pablo, los dos de Adolfo y de Isabel Santos-Suárez también han querido despedirle. Todos ellos habían asumido hace tiempo que el abuelo se moría. Y aunque no deja de ser menos triste, su muerte era una muerte anunciada hace ya tiempo. Desde Moncloa se ha pedido a lols asistentes al funeral, que acudan con camisa blanca y corbata negra. Como decían los versos que cantaba Ana Belén: "España, camisa blanca de mi esperanza. Reseca historia que nos abrasa por acercarse sólo a mirarla. Paloma buscando cielos más estrellados donde entendernos sin destrozarnos, donde sentarnos y conversar..."

La familia de Adolfo Suárez asumió hace once años que ya no había vuelta atrás en la recuperación del que fuera el primer presidente de la democracia. Poco a poco, su mundo interior fue superando al real hasta que su memoria desapareció por completo. Paradojas de la vida “el que ha representado la memoria histórica de España se quedó sin ella”, decía estos días el padre Angel. Ha sido una de las pocas personas ajenas a la familia directa que le ha dado un abrazo antes de irse “con Amparo, con Mariam, con su madre”, resumiendo el sacerdote el punto y final terrenal, que se ha producido este domingo sobre las 3 de la tarde.

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