Ucrania: un "puercoespín" de acero contra Rusia, la apuesta europea más allá de la OTAN
Europa tiene un plan: convertir Ucrania en un "puercoespín" de acero en grado de resistir a cualquier tipo de invasión. Una estrategia inspirada en el modelo de defensa de Taiwán
Europa no confía ni en el plan de paz de Trump ni en la voluntad de Putin de acabar con la guerra. Pero tiene un plan para blindar Ucrania y el resto del continente. "Ucrania debe convertirse en un 'puercoespín' de acero completamente indigesto para cualquier tipo de invasor", ha repetido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Esta doctrina se inspira en el modelo de defensa asimétrica de Taiwán: armas pequeñas y móviles, misiles de precisión, drones y alta tecnología. La apuesta europea va más allá del envío de armas: contempla una arquitectura defensiva autónoma que pueda resistir incluso sin la protección directa de Estados Unidos y la OTAN, en un contexto marcado por la incertidumbre del compromiso estadounidense bajo una eventual presidencia de Donald Trump.
El plan incluye medidas concretas como la creación de una zona de seguridad vigilada por una fuerza multinacional, el uso de satélites europeos como IRIS2 para el monitoreo del alto el fuego, y una posible zona de exclusión aérea de facto. Además, se promueve una profunda transformación de la industria militar ucraniana: en pocos años, el país ha pasado de fabricar solo el 5 % de su armamento al 40 %, con apoyo financiero europeo. La producción de drones y misiles de largo alcance se ha disparado, y grandes empresas como Rheinmetall, KNDS o Thales están construyendo fábricas en Ucrania para producir equipos militares directamente en el territorio.
Esta estrategia no solo pretende fortalecer a Ucrania frente a Rusia, sino también consolidar un nuevo modelo de defensa europea basado en capacidades autónomas, producción local y cooperación tecnológica. Si Ucrania logra convertirse en una versión europea de Taiwán —autosuficiente, resiliente y tecnológicamente avanzada—, Europa podría demostrar que es posible garantizar la estabilidad regional sin depender exclusivamente del paraguas nuclear estadounidense. En un mundo cada vez más inestable, el “puercoespín de acero” representa una fórmula moderna de supervivencia estratégica.
Europa no confía ni en el plan de paz de Trump ni en la voluntad de Putin de acabar con la guerra. Pero tiene un plan para blindar Ucrania y el resto del continente. "Ucrania debe convertirse en un 'puercoespín' de acero completamente indigesto para cualquier tipo de invasor", ha repetido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Esta doctrina se inspira en el modelo de defensa asimétrica de Taiwán: armas pequeñas y móviles, misiles de precisión, drones y alta tecnología. La apuesta europea va más allá del envío de armas: contempla una arquitectura defensiva autónoma que pueda resistir incluso sin la protección directa de Estados Unidos y la OTAN, en un contexto marcado por la incertidumbre del compromiso estadounidense bajo una eventual presidencia de Donald Trump.