Draghi anuncia su dimisión tras la crisis con M5S, pero Mattarella la rechaza

El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha presentado su dimisión esta tarde después de la crisis desatada en su coalición gubernamental por uno de sus principales socios, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). El choque con sus hasta ahora socios comenzó a fraguarse durante la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, lo que forzó al expresidente del BCE a abandonar la cita de la Alianza antes de tiempo. La decisión se ha materializado después de que el M5S decidiera esta mañana no votar una moción de confianza en el Senado, desmarcándose del resto de socios de la coalición de unidad nacional que Draghi preside desde febrero de 2021.

Así se lo comunicó hoy Draghi a los componentes de su Ejecutivo en el Consejo de Ministros, según comunicó su entorno, antes de materializar su dimisión en el Palacio del Quirinal ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, que ya ha rechazado la renuncia del primer ministro. Según ha trasladado el Jefe del Estado italiano en un comunicado, el presidente "no ha aceptado la dimisión", invitando al mandatario a que acuda al Parlamento para "dar explicaciones y para que se haga en esa sede una valoración de la situación creada tras los debates de hoy en el Senado".

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EFE

Mattarella se refiere a la convalidación de un nuevo paquete de medidas anticrisis por la guerra en Ucrania que se han sancionado hoy en la cámara alta romana. Pese a que la votación ha sido favorable a los intereses de Draghi - consiguiendo la aprobación con una holgada mayoría de 172 votos a favor y 39 en contra-, el abandono del hemiciclo protagonizado por el M5S, como forma de rechazo al plan del Ejecutivo, ha precipitado la enésima crisis de gobernabilidad italiana.

"Quiero anunciaros que esta tarde presentaré mi dimisión ante el presidente de la República. La votación de hoy en el Parlamento es un hecho muy significativo desde el punto de vista político", ha señalado Draghi ante el Consejo de Ministros, reunido en Roma. Y ha agregado: "La mayoría de unidad nacional que ha sostenido este Gobierno desde su creación ya no existe y ha terminado el pacto de confianza que basaba la acción del Gobierno".

No sin el M5S

Draghi ya había avisado de que no gobernaría sin el M5S, a pesar de que su salida de la coalición no impedía su continuidad, pues seguía contando con el apoyo de una holgada mayoría parlamentaria. El último escollo entre Draghi y el líder del M5S, Giuseppe Conte, precisamente su predecesor en el cargo, ha sido un decreto con ayudas contra la inflación que el partido "anticasta" ve "insuficiente" y que critica por incluir medidas como la financiación de una incineradora de basuras para la ciudad de Roma.

Pero antes habían mantenido notorios desencuentros, dados los recelos del M5S de seguir armando a la resistencia ucraniana. "En estos días por mi parte ha habido el máximo compromiso para seguir un camino común, incluso tratando de entender las exigencias que las fuerzas políticas me han avanzado. Como evidencia el debate y la votación hoy en el Parlamento, ese esfuerzo ha sido insuficiente", ha lamentado el economista.

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Draghi se puso al frente del Ejecutivo en febrero de 2021 para hacer frente a la crisis de la pandemia, tras la caída de Conte, y lo hizo con una coalición en la que estaban todos los partidos, excepto los ultras Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.

"En mi discurso de investidura en el Parlamento siempre he dicho que este Gobierno debía seguir solo si tuviera clara la perspectiva de poder poner en marcha el programa de Gobierno que todas las fuerzas políticas habían votado", ha explicado el primer ministro. "Esta unidad ha sido fundamental para afrontar los retos de estos meses. Estas condiciones ya no existen", ha sentencido Draghi ante sus ministros, a los que ha pedido que estén "orgullosos" por los objetivos logrados en "un momento tan difícil".

Meloni, la principal beneficiada

Si finalmente Draghi no es capaz de encontrar una vía de gobernabilidad en el siempre complejo escenario italiano y la repetición electoral se hiciera inevitable, el partido de extrema derecha Fratelli d'Italia sería la formación política más beneficiada por los comicios, según las últimas encuestas, realizadas antes de esta crisis. El partido encabezado por Giorgia Meloni ha conseguido hacer valer su condición de única voz de la oposición durante los últimos meses, ante la falta de estabilidad en la que vive instalada la política italiana.

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De acuerdo con estos sondeos, Fratelli d'Italia camina hacia el hito de convertirse en la primera fuerza de Italia, disparando por encima del 23% su intención de voto y rivalizando con el Partido Democrático -de corte progresista y también rozando el 23% en las encuestas- por la victoria, en caso de que finalmente se tuvieran que convocar unas nuevas elecciones, un escenario que por el momento no quiere plantear Mattarella.

La Lega de Matteo Salvini - en tercera posición con un 14,9% de intención de voto en los sondeos de la primera semana de julio- también se había inclinado por un nuevo llamado a las urnas en el país en caso de que Mario Draghi optase por dimitir tras la crisis con el M5S. No obstante, Salvini ha criticado duramente el papel de esta formación en la caída del hasta ahora primer ministro, una postura que ha encontrado el respaldo de otras formaciones que componen el hiperfragmentado arco político italiano, como la Forza Italia de Silvio Berlusconi, la Italia Viva del 'expremier' Matteo Renzi o el Partido Democrático de Enrico Letta.