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Macrogranjas: "El sistema está roto, pero es culpa de cómo se financia el sector en la UE"
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Entrevista a Delara Burkhardt

Macrogranjas: "El sistema está roto, pero es culpa de cómo se financia el sector en la UE"

Burkhardt, socialdemócrata alemana, analiza las oportunidades y desafíos de la transición ecológica y la polémica con las macrogranjas en Europa

Foto: Delara Burkhardt. (Parlamento Europeo)
Delara Burkhardt. (Parlamento Europeo)

Delara Burkhardt (Alemania, 1992) es la eurodiputada alemana más joven. La socialdemócrata, miembro de la comisión responsable de Clima, analiza las oportunidades y desafíos de la transición ecológica, la cadena de suministros y las contradicciones de su país natal con el polémico gaseoducto del Nord Stream II.

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PREGUNTA. Es la eurodiputada alemana más joven. Desde su punto de vista, ¿cree que existe una brecha generacional a la hora de abordar los retos climáticos? ¿Son los jóvenes de hoy más conscientes?

RESPUESTA. Esta generación ha llevado a cabo las mayores manifestaciones por el clima en la historia de Europa. Se podría decir que somos más conscientes, pero también ponemos el foco en lo que no se ha hecho en el pasado haciendo preguntas legítimas. Por ejemplo, cómo tendremos en el futuro unos niveles de vida similares a los que tuvieron nuestros padres en el pasado. Así que sí, esta generación tiene mucha conciencia climática, pero también está convencida de que son los políticos los que tienen que reaccionar.

Aquí, en el Parlamento Europeo, las personas que presionan y luchan por medidas ambiciosas en materia climática corresponden a todas las edades. Son sobre todo las fuerzas progresistas como mi propio partido, los Socialdemócratas. En todos los sitios hay diferencias generacionales, pero lo importante es que Europa, como la región más rica del mundo, demuestre que un cambio positivo es posible si actuamos ya. Quizá los más mayores hablan más sobre los peligros de estos cambios y la mía se centra más en las oportunidades asociadas.

P. Los partidos verdes están viviendo un momento de gran ascenso en buena parte de Europa. En su propio país, es una de las tres formaciones del Gobierno. ¿Cómo cree que el nuevo Ejecutivo germano va a influenciar la política climática en Europa?

R. Con los anteriores gobiernos y la gran coalición había un bloqueo en lo referido a la política climática de la UE. En consecuencia, Alemania se abstenía en votos cruciales, como, por ejemplo, con la ley climática. Ahora, con Los Verdes y los liberales en el Ejecutivo, espero que el papel pasivo de Berlín en las políticas sostenibles climáticas cambie. Y estoy deseando que así sea, porque es el momento de que Alemania asuma su responsabilidad para determinar el futuro de Europa y no solo se siente a ver qué ocurre. Somos el país más rico de Europa y tenemos que demostrar que la transición es posible.

"Es el momento de que Alemania asuma su responsabilidad para determinar el futuro de Europa y no solo se siente a ver qué ocurre"

P. Quedémonos en Alemania. El alto representante, Josep Borrell, ha asegurado recientemente que el funcionamiento del polémico gaseoducto del Nord Stream II estará ligado a la situación en Ucrania. Los socialdemócratas han tenido una posición muy ambigua. ¿Se atreverán a frenarlo como medida de disuasión hacia Putin?

R. Es un tema muy complicado, incluso dentro de la coalición. Hay que asumir que el Nord Stream II es también un proyecto geopolítico, además de uno económico o ecológico. Por supuesto que tiene una dimensión geopolítica. Con la agresión rusa en Ucrania, tenemos que verlo como una parte de las sanciones que se podrían aprobar. Pero también hay que señalar que hay otros intereses a nivel energético y de la geopolítica de la energía. Por ejemplo, Estados Unidos está teniendo mucho más interés en exportar gas licuado natural a Europa. Hay que mirar la radiografía completa. Limitarnos a sancionar a Rusia no será la solución. Como ambientalista, también tengo mis dudas sobre el sentido del Nord Stream porque hay evidencias científicas de que no se necesitan más infraestructuras gasísticas para diversificar la infraestructura de gas europea. Tenemos que profundizar en el debate alemán. No sé si veremos la parálisis del Nord Stream II. La pregunta sigue siendo: si lo frenamos, ¿habrá más inversiones en energías renovables? El debate es muy transversal y no será una decisión fácil para el Gobierno de coalición.

Foto: El alto representante Josep Borrell, durante la rueda de prensa posterior a la reunión delos ministros de Defensa europeos. (EFE/Christophe Petit Tesson)

P. Hablando de renovables, vimos hace unas semanas la propuesta de la Comisión sobre taxonomía, que incluía la energía renovable. ¿Puede Europa asumirlo? Muchos creen que es una contradicción con los objetivos climáticos marcados por la UE…

R. No solo es una contradicción con el acuerdo verde, sino con la esencia de la propia taxonomía. Estaba llamada a ser una herramienta de transparencia, con inversiones sostenibles y dirigida a evitar el 'greenwashing' (lavado verde). De nuevo, son debates versátiles con componentes de demanda energética, transición o seguridad. Pero la discusión no debería pasar por si podemos calificar la nuclear como una energía sostenible. La propuesta de la Comisión contradice al Pacto Verde Europeo y no es sostenible. Si nos tomamos en serio el acuerdo verde, tenemos que cambiar esta propuesta. Y ese es nuestro objetivo aquí en el Parlamento Europeo.

Foto: Central nuclear de Temelin, en República Checa. (Reuters/David W. Cerny)

P. El debate energético tiene muchos componentes: sociales, medioambientales o geopolíticos que han precipitado las divisiones de los Estados miembros. ¿Será la UE capaz de conseguir sus objetivos climáticos de 2030 y 2050?

R. Es una muy buena pregunta y, por eso, nosotros en la Eurocámara tenemos que trabajar por presionar en esta dirección. Sobre la mesa tenemos el 'Fit for 55', y los propios Estados miembros tienen diferentes perspectivas sobre este paquete energético. Por ejemplo, en lo referido a las compensaciones por las emisiones de CO₂. O en el sur, con países como España que están sufriendo recientemente muchos incendios. La situación es diferente en otros como Alemania. Las coyunturas son distintas, pero los gobiernos nacionales no solo deben decir qué no quieren, sino presentar alternativas. El 'Fit for 55' está diseñado para trabajar de forma conjunta porque el objetivo común es reducir las emisiones en todos los sectores. No se puede dejar a ninguno fuera. Donde haya una crítica debe haber una respuesta. Es un debate político muy sensible y complejo.

P. No sé si ha leído algo sobre la polémica que hay en marcha en España sobre las macrogranjas y la calidad de la carne. El ministro de Agricultura alemán también hizo recientemente unas declaraciones sobre la sostenibilidad del sector primario. ¿Qué opina de todo ello?

R. He seguido el debate y aquí en la Eurocámara ya hemos tenido choques sobre ello. Tenemos un sistema alimenticio roto, que es también una consecuencia de cómo financiamos el sector agrícola en Europa. Invertimos miles de millones de euros en la Política Agraria Común (PAC), pero la mayoría de este dinero no llega bien a los ganaderos y potencia la producción de carne a manos de las grandes industrias.

Es un error porque tiene consecuencias negativas para el clima, el medioambiente, y no es un modelo sostenible para los ganaderos. Especialmente difícil es para los más pequeños, que afrontan una caída continua de los precios. No podrían vivir de ello sin la ayuda de la UE y, por ello, tenemos que movernos a un sistema alimentario más sostenible y apoyar a todos aquellos que quieran impulsar un modelo más ecológico y con mejores condiciones laborales. No se trata de un debate de lujo. No se combate a la pobreza comprando comida barata, sino garantizando derechos como seguridad social. Y tenemos que asegurarnos de que todo el mundo puede acceder a comida de calidad.

Foto: Vista general de la granja More Holstein en Bétera. (EFE/Ana Escobar)

P. Escribió hace unos años un artículo que se titulaba 'El Pacto Verde Europeo se está convirtiendo en Rojo'. ¿Qué quiere decir con ello? ¿Hay también una alegoría de cómo la socialdemocracia está asumiendo cada vez más la bandera climática ante el ascenso de los partidos ecologistas?

R. Este artículo estuvo inspirado en una frase que la líder de mi formación, Iratxe García Pérez, dijo en un debate. Venía siendo algo así como que el Paco Verde tenía que ser como una sandía: verde por fuera y rojo por dentro. Que la gente pudiese ver y comprobar que es bueno para ellos. Los socialdemócratas asumimos que el punto de partida de cada país europeo hacia esta transición es muy diferente. Y no podemos dejar a nadie atrás. Tiene que ser una lanzadera para que todos los trabajadores tengan mejores condiciones laborales, oportunidades de tener éxito, de poder trasladarse de forma sostenible o de poder pagar los precios de la luz. Esta es nuestra tarea. No podemos permitir que la transición ecológica sea un lujo asumible por unos pocos, sino para todos los europeos. Y esta es la prioridad del grupo.

Delara Burkhardt (Alemania, 1992) es la eurodiputada alemana más joven. La socialdemócrata, miembro de la comisión responsable de Clima, analiza las oportunidades y desafíos de la transición ecológica, la cadena de suministros y las contradicciones de su país natal con el polémico gaseoducto del Nord Stream II.

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