Es noticia
España frena su apoyo a Chipre para no perder contratos armamentísticos con Turquía
  1. Mundo
  2. Europa
Portaaviones para Navantia

España frena su apoyo a Chipre para no perder contratos armamentísticos con Turquía

La diplomacia española trató de nadar y guardar la ropa con motivo de la primera visita a Madrid del presidente de Chipre, un país de la UE, pero muy pequeño frente al gigante turco

Foto: Pedro Sánchez recibe al presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis. (EFE/Fernando Alvarado)
Pedro Sánchez recibe al presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis. (EFE/Fernando Alvarado)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

“Respeto de los derechos soberanos de cada estado en sus zonas marítimas”. “En relación con Varosha, deben respetarse y aplicarse todas las resoluciones y declaraciones del Consejo de Seguridad de la ONU”. Estas son algunas de las frases crípticas del comunicado conjunto que suscribieron el pasado jueves en Madrid el presidente Pedro Sánchez y el jefe de Estado de Chipre, Nicos Anastasiades. Además de reunirse con Sánchez, el huésped chipriota almorzó con el rey Felipe VI.

¿Quién debe respetar esos derechos soberanos en zonas marítimas o en la pequeña ciudad de Varosha? La respuesta es Turquía, pero el texto no la nombra. El borrador del comunicado propuesto por Anastasiades sí mencionaba a ese país, pero la diplomacia española lo edulcoró para que Sánchez lo firmara.

Foto: Sánchez saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un encuentro del G-20. (Reuters/Remo Casilli) Opinión

La diplomacia española ha jugado a “nadar y guardar la ropa” durante la primera visita a España de Anastasiades desde que en 2013 fue elegido presidente. Ha brindado solo un tibio respaldo a las reivindicaciones de Chipre frente a Turquía, para no indisponer a este país y poner en peligro los contratos de armas que la industria española vislumbra en el horizonte. Chipre es miembro de la Unión Europea, pero es un país pequeño frente al gigante turco.

La isla de Chipre quedó partida en dos en 1974 cuando las Fuerzas Armadas turcas se adueñaron de la parte norte, donde se fundó una república turco-chipriota que solo reconoce Ankara. La ciudad turística de Varosha, situada en esa franja norte, quedó entonces cerrada, pero el Ejército turco la reabrió parcialmente hace un año contraviniendo las resoluciones de la ONU.

Foto: La Famagusta abandonada (Fuente: iStock)

El presidente turco Recep Tayip Erdogan arremetió, además, esta semana contra las licencias de exploración otorgadas por el Gobierno chipriota a dos petroleras, ExxonMobil y Qatar Petroleum, en las aguas de la Zona Exclusiva Económica de Chipre que Turquía no reconoce. Advirtió incluso que la marina de guerra turca no les permitirá seguir adelante con sus operaciones.

Pedro Sánchez estuvo hace menos de un mes de visita en Ankara. “Hemos acordado la construcción de un portaaviones de mayor tamaño”, reveló Erdogan, en rueda de prensa, el 17 de noviembre. “Y quizá también cooperemos con relación a un submarino”, añadió. “Es mucho lo que podemos hacer en lo concerniente a la industria de defensa”, concluyó refiriéndose a los drones. Turquía ya construyó un buque de asalto anfibio, el Anadolu, inspirado en el diseño del astillero español Navantia.

“Veo posible el diseño y fabricación de un portaaeronaves más grande”, comenta Javier Jordán, profesor de la Universidad de Granada y exdirector del Grupo de Estudios sobre Seguridad Internacional. “Sería una gran noticia para Navantia aunque no sería un auténtico portaaviones, con catapultas para lanzar aviones de combate”, añade. “No sería, en absoluto, un desafío insalvable para Navantia que ya tiene experiencia con el Príncipe de Asturias”, que fue el portaaviones de la Armada española. Navantia también construyó para Tailandia el portaaviones Chakri Naruebet que le fue entregado en 1997.

placeholder El portaaviones Chakri Naruebet, construido por la empresa española Bazán (actual Navantia) para Tailandia hace casi 20 años. (EFE/Gaspar Ruiz-Canela)
El portaaviones Chakri Naruebet, construido por la empresa española Bazán (actual Navantia) para Tailandia hace casi 20 años. (EFE/Gaspar Ruiz-Canela)

Así como Francia estrecha lazos con Grecia, con la que suscribió en octubre un ambicioso acuerdo militar, España se inclina por Turquía. Hasta ahora, la diplomacia española siempre ha arrastrado los pies cuando la Unión Europea quiso imponerle sanciones. Es “un verdadero amigo”, afirmaba, refiriéndose a España, el diplomático jubilado y analista turco Akin Ozer en un debate organizado por la agencia de prensa oficial turca Anadolu coincidiendo con la visita de Sánchez a Ankara.

El anuncio de Erdogan en la rueda de prensa conjunta con Sánchez suscitó una reacción airada de Grecia. “El primer ministro socialista español debe tener en cuenta la postura del Consejo Europeo”, que es vinculante, recordó Giannis Oikonomou, portavoz del Ejecutivo griego. Hace un año, Nikos Dendias, ministro griego de Asuntos Exteriores, envió una carta a sus homólogos de España, Italia y Alemania instándoles a imponer a Turquía un embargo de la venta de armas.

España es, junto con Italia, el primer suministrador europeo de armas a Turquía. Un estudio del Instituto Internacional de Paz de Estocolmo señalaba que, entre 2015 y 2019, el 43% de las armas adquiridas bajo la presidencia de Erdogan procedían de esos dos países. Fue entonces cuando España le entregó el buque de asalto anfibio.

La Unión Europea ya sancionó a Turquía en diciembre de 2020 por sus actuaciones “ilegales y agresivas” en el Mediterráneo contra Grecia y Chipre. Es posible que el Consejo de Ministros que se reúne el lunes tome nuevas medidas tras lo sucedido en Varosha. El borrador que será sometido a los mandatarios prevé recortarle la financiación del Banco Europeo de Inversiones, congelar el diálogo político y prohibir la entrada en la UE de los que violaron el estatus de Varosha. No es seguro que los ministros lo asuman totalmente.

“Respeto de los derechos soberanos de cada estado en sus zonas marítimas”. “En relación con Varosha, deben respetarse y aplicarse todas las resoluciones y declaraciones del Consejo de Seguridad de la ONU”. Estas son algunas de las frases crípticas del comunicado conjunto que suscribieron el pasado jueves en Madrid el presidente Pedro Sánchez y el jefe de Estado de Chipre, Nicos Anastasiades. Además de reunirse con Sánchez, el huésped chipriota almorzó con el rey Felipe VI.

Chipre Pedro Sánchez Unión Europea