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El catalanismo redobla su 'asalto' a Londres buscando nuevas alianzas
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En una gira descafeinada

El catalanismo redobla su 'asalto' a Londres buscando nuevas alianzas

La consejera de Exterior de Cataluña, Victòria Alsina, ha viajado esta semana a Londres para intentar subirse al carro de Escocia sin demasiado éxito

Foto: Un joven luce una camiseta con una bandera independentista catalana  y una bandera escocesa. (AP/Matt Dunham)
Un joven luce una camiseta con una bandera independentista catalana y una bandera escocesa. (AP/Matt Dunham)

Tras el parón obligado por la pandemia, los movimientos independentistas vuelven a tomar la agenda política. Y, en este sentido, los secesionistas catalanes intentan a toda costa estrechar lazos con el Ejecutivo escocés de Nicola Sturgeon, cuya formación, el SNP, inicia este viernes su congreso anual del otoño con el firme propósito de retomar la hoja de ruta para celebrar un nuevo referéndum de secesión a finales de 2023.

Aprovechando el tirón, la consejera de Exterior de Cataluña, Victòria Alsina, ha viajado esta semana a Londres para reivindicar que, pese a que las situaciones del caso catalán y escocés “son diferentes”, el “problema y la solución son los mismos”, por lo que “la UE tendría que seguir los mismos estándares”.

Foto: Manifestación de independentistas escoceses y catalanes (Glasgow, 2019). (EFE)

“Escocia y Cataluña son dos naciones que quieren autodeterminarse y hay un consenso importante de que la solución al conflicto político es un referéndum. En Escocia, se hablaba de que si había una mayoría sostenida en el tiempo de apoyo a la organización de un plebiscito del 60% esto ya podía legitimar la organización del mismo. En Cataluña, este apoyo sostenido desde hace más de 10 años está por encima del 70%, llegando en algunos momentos incluso al 80%”, matizó este miércoles ante la prensa antes de reunirse con APPG on Catalonia, un grupo de diputados y lores de Westminster. Algunos, como el galés Hywel Williams, de Plaid Cymru, estuvieron invitados como observadores al referéndum ilegal catalán de octubre de 2017.

Los llamados Grupos Parlamentarios de Todos los Partidos (APPG) son grupos informales para discutir cuestiones de todo tipo. No tienen un estatus oficial y el vínculo de sus miembros con la causa es de todo tipo. En el de Cataluña, están los que creen en el derecho de autodeterminación (como galeses y escoceses) y los que simplemente se unieron en su momento por tener casa de veraneo en España.

De amigos y enemigos

También hay una representación del núcleo duro de los conservadores que se opone profundamente a la independencia de Escocia, pero ve la lucha soberanista catalana interesante por las consecuencias que eso deriva en España desde la perspectiva de Gibraltar. En definitiva, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Pese a que Alsina recalcó que la relación institucional con el Gobierno escocés era “muy cordial” y la “conversación es fluida”, durante el viaje de este miércoles y jueves no se reunirá con nadie del Ejecutivo de Sturgeon.

Lo cierto es que la ministra principal escocesa siempre ha marcado distancias con el nacionalismo catalán, asegurando que lo importante es “ir por la vía legal”, ya que “eso es clave para el reconocimiento internacional”. En las elecciones al Parlamento de Edimburgo del pasado mes de mayo, la líder del SNP se presentó con la promesa de volver a celebrar un plebiscito de independencia. Se quedó a tan solo un escaño de la mayoría absoluta, pero el apoyo de los verdes otorga una clara mayoría a favor de la secesión.

Foto: Un pesquero español en el Ártico (EFE/José Luis Otero)

En 2014, los escoceses ya celebraron una consulta consensuada con el Gobierno central donde el 55,3% optó por permanecer en el Reino Unido. Entonces los separatistas aceptaron que el plebiscito era “único en una generación”. Pero ahora consideran que el Brexit cambia por completo las reglas de juego. Downing Street, sin embargo, ve “imprudente” sacar de nuevo las urnas mientras el país está lidiando con el impacto del covid.

Sin reunión con el Gobierno escocés ni con representantes del Ejecutivo central de Boris Johnson, la agenda de Alsina es más bien descafeinada. El miércoles por la noche, la consejera participó en un coloquio celebrado de manera 'online' sobre movimientos independentistas en Europa, organizado por Chatham House. Como invitados también estaban Mark Weller, profesor de Legislación Internacional y Estudios Constitucionales en la Universidad de Cambridge, y Alyn Smith, portavoz para Asuntos Internacionales del Partido Nacional Escocés (SNP, en inglés). Pero no había ningún representante que defendiera la postura tanto del Ejecutivo central español como del británico, algo que llamó la atención teniendo en cuenta la reputación consolidada del 'think tank' londinense.

Durante el debate, Alsina volvió a recalcar que el “tradicional pragmatismo” de la UE prevalecería en caso de un proceso de secesión en uno de sus Estados miembros. “Cuando eso ocurra, será una cuestión política que requerirá una solución política y se solucionará con negociaciones”, afirmó. Asimismo, recalcó que “una de las diferencias más relevantes entre los casos de Cataluña y Escocia, así como de Quebec y Flandes, es la falta de voluntad de Madrid para reconocer que Cataluña es una nación y un sujeto político que debería poder avanzar o tener el derecho a la autodeterminación”.

Foto: Manifestación por la independencia de Escocia en Glasgow. (Foto: Reuters)

Por su parte, Weller sostuvo que, en caso de independencia, tanto Escocia como Cataluña “no estarían al final de la cola para formar parte de la UE”, ya que ambos “cumplen por completo los criterios de la UE” y no deberían pasar por “el duro trabajo” de otros países para asumir los estándares comunitarios. No obstante, advirtió de que la entrada de un nuevo miembro requiere unanimidad por parte de los integrantes del bloque, por lo que “si Cataluña emergiera como independiente sin el apoyo de Madrid, no podría ser miembro de la UE”. “Debería haber un referéndum creíble y un proceso consensuado”, añadió.

En este sentido, el académico también recalcó que mientras en “la Constitución española hay una cláusula especifica en contra de la secesión”, en el Reino Unido sí se recoge este escenario para las naciones que configuran el país. En el Reino Unido no hay Constitución escrita como tal. Pero, si la convocatoria de un nuevo referéndum escocés quiere hacerse por la vía legal (como ocurrió en 2014), Edimburgo tendría que solicitar a Londres la activación de la denominada Sección 30 del Tratado de Escocia de 1998 para la transferencia de poderes.

Sin demasiado éxito

Durante su visita a la capital británica, Alsina se reunirá también este jueves con el fundador de la organización de resolución de conflictos Inter Mediate, Jonathan Powell, antiguo asesor del ex primer ministro laborista británico Tony Blair y su negociador en el proceso de paz de Irlanda del Norte. “[Powell] Está muy interesado en el conflicto catalán y en esta nueva etapa del conflicto”, señaló la consejera. No obstante, preguntada sobre la posibilidad de que el negociador pudiera asesorar en un futuro al Gobierno catalán, señaló que “no había ningún compromiso” al respecto.

Foto: Pere Aragonès. (EFE/Quique García) Opinión

Pese al empeño de los nacionalistas catalanes en intentar buscar paralelismos con el independentismo escocés, la fundación Catalonia Global Institute, un 'lobby' soberanista con sede en Suiza, publicaba recientemente un demoledor informe sobre la actual estrategia de la política exterior de la Generalitat. Básicamente, se aconseja al presidente Pere Aragonès abandonar por completo su actual hoja de ruta y volcarse en su lugar con el Gobierno británico. En definitiva, buscar foto con Johnson en lugar de Sturgeon.

“En un escenario donde las tensiones entre Reino Unido y la UE sigan creciendo, Londres podría ver al movimiento independentista de Cataluña como un socio valioso. Por tanto, Cataluña debería adoptar un enfoque realista en su estrategia, utilizando su potencial económico, cultural, académico y estratégico para tender puentes con Reino Unido”, aseguran las conclusiones.

Tras el parón obligado por la pandemia, los movimientos independentistas vuelven a tomar la agenda política. Y, en este sentido, los secesionistas catalanes intentan a toda costa estrechar lazos con el Ejecutivo escocés de Nicola Sturgeon, cuya formación, el SNP, inicia este viernes su congreso anual del otoño con el firme propósito de retomar la hoja de ruta para celebrar un nuevo referéndum de secesión a finales de 2023.

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