Es noticia
¿Por qué ha molestado más en París que en Pekín el acuerdo EEUU-Aus-UK?
  1. Mundo
  2. Europa
HUMILLACIÓN ENTRE ALIADOS

¿Por qué ha molestado más en París que en Pekín el acuerdo EEUU-Aus-UK?

Francia llama a consultas a sus embajadores en EEUU y Australia. Esta decisión responde a la ruptura de un macrocontrato militar, pero también al menosprecio estadounidense

Foto: El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su visita a Irlanda en agosto. (Getty)
El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su visita a Irlanda en agosto. (Getty)

Una decisión inédita en la historia con un impacto difícil de predecir. El Gobierno francés ha llamado a consultas a sus embajadores en Washington y Camberra, indicó el viernes por la noche el Ministerio de Relaciones Exteriores. Con este gesto fuerte —es la primera vez que se toma en los más de dos siglos de relaciones franco-estadounidenses—, París respondió al anuncio del acuerdo de defensa entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido. Este pacto, llamado AUKUS, supuso la pérdida de un macrocontrato militar para la industria armamentística gala, que debía entregar 12 submarinos a los australianos. Fue una “puñalada por la espalda”, según el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian.

“Ha habido una mentira, ha habido un doble discurso, ha habido una importante ruptura de confianza. Ha habido menosprecio, por lo que las cosas no van nada bien entre nosotros”, denunció el sábado Le Drian en una entrevista para el telediario de la noche de France 2, uno de los más vistos en el país vecino. El veterano ministro reconoció que hay “una grave crisis” y que la llamada a consultas era una medida “muy simbólica”.

Foto: El presidente de Francia, Enmanuel Macron (Reuters)

Francia no solo se ha indignado por la pérdida de un contrato militar estratégico, valorado en más de 50.000 millones de euros, sino por la humillación perpetrada por tres países aliados y que tiene lugar cuando faltan poco más de seis meses para unas inciertas elecciones presidenciales, en que el sentimiento de decadencia del país estará presente entre muchos electores.

El AUKUS fue negociado en secreto y el presidente Emmanuel Macron no tuvo constancia de ello hasta una hora antes de su presentación. Pese a las buenas palabras de Joe Biden, Washington no ha renunciado a su unilateralismo y su convicción de que Europa es un escenario secundario. El presidente demócrata prioriza el 'pivot to Asia' (concentrarse en Asia) y la cruzada contra China, una estrategia iniciada por Barack Obama y acentuada por Donald Trump. La Casa Blanca no tiene ningún reparo en que sus históricos aliados europeos paguen los platos rotos por ello.

¿Golpe sobre la mesa o simple berreo?

Ante tal panorama, Macron ha dado un golpe sobre la mesa. Pero corre el riesgo de que sea un simple berreo, después de ver humillada la 'grandeur' y condición de gran potencia de su país. Una vez llamados a consultas los embajadores, ¿qué sucederá? ¿Estos regresarán dentro de unas semanas o meses a sus respectivas capitales y todo quedará en nada? ¿O bien supondrá un punto de inflexión en las relaciones entre París y Washington? El tiempo lo dirá, pero no parece que Francia quiera iniciar un pulso con Estados Unidos. “Se quiere evitar una confrontación pública como sucedió con la guerra de Irak en 2003”, muy criticada entonces por el ejecutivo galo, explicó al diario 'Le Monde' la investigadora Célia Belin, del Brookings Institution.

Foto: El submarino nuclear estadounidense USS Cheyenne en Corea del Sur, en 2017. (EFE)

Macron y Biden se entrevistarán telefónicamente en los próximos días, indicó este domingo Gabriel Attal, portavoz del Ejecutivo francés. Desde la Casa Blanca, intentaron quitarle hierro al asunto: “Continuaremos con los contactos con Francia en los próximos días para superar nuestras diferencias, como hemos hecho en distintos periodos de nuestra longeva alianza”.

En cambio, Australia se defendió asegurando que ya habían mostrado en el pasado “sus profundas reservas” respecto a la venta de los submarinos galos, calificada en Francia como “el acuerdo del siglo”. Naval Group debía fabricar para Australia 12 submarinos de gasoil. Pero la entrega sufrió retrasos y se encareció de 35.000 a 60.000 millones de dólares, según los australianos. El ministro australiano de Comercio, Dan Tehan, ha pedido diálogo a su homólogo francés, Franck Riester, con quien espera encontrarse en París el mes que viene. No obstante, mantiene su discurso y quiere explicar a Francia que Australia también "toma decisiones de acuerdo con sus intereses nacionales".

Con la nueva alianza, Camberra se dotará de submarinos de propulsión nuclear, de una gama superior, proveídos por Estados Unidos y Reino Unidos. Lo que supondrá la venta de armamento nuclear a un país que no dispone de la bomba atómica, algo contrario al espíritu de los tratados internacionales de desarme nuclear.

El malestar de los submarinos se suma al de Afganistán

El AUKUS tiene como principal objetivo aumentar la presión sobre China y frenar sus veleidades en el mar de la China Oriental. Pero, curiosamente, ha indignado más a París que a Pekín. “Más allá de la cuestión de la ruptura de un contrato y de sus consecuencias, sobre todo respecto a los puestos de trabajo”, desde la presidencia francesa consideran preocupante “lo que esta decisión muestra de las estrategias de alianzas. Es inaceptable (un comportamiento de este tipo) entre aliados”, denunció el Eliseo en un comunicado.

En Francia ha molestado que Washington haya obviado completamente los intereses galos en Oceanía. Allí está presente en los territorios de Nueva Caledonia y la Polinesia Francesa. Sin embargo, París no comparte plenamente la estrategia estadounidense de apostar por una escalada militar en el Pacífico. La Casa Blanca se lo ha hecho pagar con una alianza negociada en secreto y que perjudica sus intereses militares. Iniciado durante el mandato de Trump, el AUKUS ha sido culminado con “brutalidad” por la Administración Biden. “A un país aliado no se le trata con tanta brutalidad ni tanta imprevisibilidad”, lamentó Le Drian, que comparó el comportamiento del presidente demócrata al de su predecesor republicano, “pero sin los tuits”.

Foto: Joe Biden (c), el presidente de Australia, Scott Morrison (i), y el primer ministro británico, Boris Johnson. (Reuters)

“Hay un vínculo real entre lo que ha sucedido en Afganistán y lo que ha sucedido en Australia”, afirmó el ministro francés. El malestar por la crisis de los submarinos se suma al que ya provocó la rápida y caótica retirada de las tropas estadounidenses de Kabul. Ambas decisiones estuvieron motivadas por la decisión de Washington de concentrarse en su disputa por la hegemonía mundial con Pekín. Esta rivalidad imperial deja la OTAN y sus integrantes europeos en un rol más que secundario.

Otro capítulo más de la “muerte cerebral” de la OTAN

Macron ya advirtió de ello cuando habló de la “muerte cerebral” de la Alianza Atlántica a finales de 2019. Pero esas lúcidas declaraciones no vinieron acompañadas de medidas para remediar la situación. Durante su mandato, el joven presidente ha llamado a consultas a los embajadores de Italia, Turquía, Estados Unidos y Australia. Tres de ellos forman parte de la OTAN y el último en principio es un país amigo. Estas crisis diplomáticas con presuntos aliados reflejan el desorden mundial y el malestar, y cierta impotencia, que provoca en Francia.

Francia apuesta por la “Europa de la defensa” y por un refuerzo de la cooperación militar en el Viejo Continente para marcar distancias

El Gobierno francés apuesta por la “Europa de la defensa” y por un refuerzo de la cooperación militar en el Viejo Continente para marcar distancias con Washington. Pero este proyecto avanza con pies de plomo y a paso lento. Así lo refleja el rol de Reino Unido y Alemania en la crisis de los submarinos. Por un lado, Londres participó plenamente en la génesis del AUKUS. A pesar de ello, París prefirió no llamar a consultas a su embajador en la capital británica, quizá para no acentuar las tensiones con un aliado histórico, pero que se ha convertido en un incordio. Otros analistas apuntan a que se trata de un gesto de desprecio, para señalar el papel de comparsa de Londres en este acuerdo entre EEUU y Australia. Tras no llamar a su embajador en tierras británicas, Francia ha suspendido una cumbre bilateral entre ministros de defensa con UK prevista para esta semana. Por el otro, Berlín se ha mantenido mudo tras el estallido de esta polémica y no se ha solidarizado con Francia.

“La OTAN inició una reflexión sobre sus fundamentos tras una petición del presidente de la república (Macron)”, recordó Le Drian, quien dijo que esta cuestión se examinará en la cumbre de la Alianza Atlántica del año que viene en Madrid. “Si los europeos no entienden que para seguir formando parte de la historia deben unirse y defender juntos sus intereses, entonces su destino será completamente diferente”, advirtió el ministro francés.

Una decisión inédita en la historia con un impacto difícil de predecir. El Gobierno francés ha llamado a consultas a sus embajadores en Washington y Camberra, indicó el viernes por la noche el Ministerio de Relaciones Exteriores. Con este gesto fuerte —es la primera vez que se toma en los más de dos siglos de relaciones franco-estadounidenses—, París respondió al anuncio del acuerdo de defensa entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido. Este pacto, llamado AUKUS, supuso la pérdida de un macrocontrato militar para la industria armamentística gala, que debía entregar 12 submarinos a los australianos. Fue una “puñalada por la espalda”, según el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian.

Australia Emmanuel Macron Reino Unido OTAN
El redactor recomienda