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Operación Ark: el plan para evacuar mascotas en Afganistán desata la polémica en UK

Un exmarine británico que tiene ahora un santuario de animales se niega a abandonar Kabul si no es con sus animales rescatados. Downing Street recibe amenazas de activistas por no ayudar a evacuar a las mascotas

Foto: Pen Farthing, fundador del refugio animal Nowzad en Kabul. (Reuters)
Pen Farthing, fundador del refugio animal Nowzad en Kabul. (Reuters)

La 'Operación Ark' se ha convertido en un asunto de Estado en el Reino Unido. El exmarine Paul Farthing puso en jaque el Gobierno de Boris Johnson al denunciar que las autoridades no están cooperando para ayudarle a evacuar a los 200 perros y gatos que viven en el santuario de animales abandonados que fundó en Afganistán. Su historia se ha viralizado tanto en redes sociales que, a través de donaciones, ha conseguido suficientes recursos para mandar un avión privado para sacar a las mascotas. Sin embargo, Farthing denuncia que las autoridades británicas no le están facilitando su entrada al aeropuerto de Kabul.

El jueves por la mañana, mientras el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, James Heappey, alertaba de que un ataque terrorista "altamente letal" podría ser perpetrado en el aeródromo -como sucedió horas más tardes, dejando más de 100 víctimas mortales y el doble de heridos- el ministro de Defensa, Ben Wallace, publicaba en su cuenta personal de Twitter un hilo de hasta seis mensajes desmintiendo que el vuelo chárter hubiera sido bloqueado y defendiendo que el Gobierno iba a dar "prioridad a las personas antes que a los animales".

"Nunca dije que yo no facilitaría la operación. Lo que recalco es que nadie se puede saltar la cola. Y lo que no tiene sentido es aparecer con avión privado si los pasajeros y animales no han logrado llegar hasta el aeropuerto", matizó.

"El acoso, las falsedades y el comportamiento amenazante de algunos hacia nuestro personal y asesores del MOD [ministerio Defensa] es inaceptable y una forma vergonzosa de tratar a las personas que intentan ayudar en la evacuación. No hacen ningún bien a su causa", denuncio Wallace ante las críticas que están recibiendo por parte de activistas por no rescatar a los animales en plena crisis de Kabul.

Salvemos a los perros afganos

Según Jim Waterson, periodista de The Guardian, un diputado le ha confesado que están recibiendo "más correos electrónicos pidiendo que salvemos a los perros afganos que mensajes exigiendo que salvemos al pueblo afgano. Es muy desconcertante”. En medio de la polémica, al propio Boris Johnson le han preguntado si él o su mujer (gran defensora de animales) habían podido interceder por el caso de Farthing. “Ni he tenido ninguna influencia en ningún caso en particular, ni sería lo correcto", sentenció.

Paul Farthing, conocido como Pen, fundó el refugio Nowzad en Kabul -rescatando perros, gatos y burros- después de servir con el ejército británico en Afganistán a mediados de la década de 2000. Cuando los talibanes tomaron la capital, puso en marcha lo que denominó Operación Ark (arca) para sacar del país a sus trabajadores y familiares -un total de 68 personas- así como 140 perros y 60 gatos. El Gobierno británico otorgó visado para los empleados y familiares. Pero la evacuación de animales se convirtió en un punto de fricción.

Foto: Traslado al hospital de los heridos de las explosiones en el aeropuerto de Kabul. (Reuters)

Al exmilitar le ofrecieron la posibilidad de salir de la capital afgana la semana pasada. Pero dijo que no abandonaría el país sin sus animales rescatados. Su mujer y una de sus empleadas, en avanzado estado de embarazo, fueron las únicas que el 19 de agosto se subieron a un avión que, según denunció Farthing en redes sociales con fotografías, estaba medio vacío.

El martes, los defensores del refugio de animales anunciaron que habían logrado recaudar los suficientes fondos para alquilar un Airbus A330 dispuesto a viajar a Kabul para el rescate tanto de los trabajadores como los perros y gatos. "Estamos listos para partir, tenemos un plan de vuelo aprobado por la oficina del ministro de Defensa ... y estamos preparados para traer a casa a Pen y su gente. Pero necesitan llegar al aeropuerto. A este ritmo, vamos a tener un avión en la pista y nadie a quien rescatar", aseguró el activista Dominic Dyer, de Milton Keynes.

En teoría, el avión iba a salir de Luton (Londres) el jueves a última hora para poder aterrizar en la capital afgana el viernes. Pero tras los atentados perpetrados, El Confidencial no ha podido confirmar con fuentes fiables si los planes se han podido llevar a cabo. Farthing estaba a las afueras del aeropuerto cuando se produjeron las deflagraciones. "Estamos bien", declaró a la BBC. "Todo es un caos aquí ahora mismo", agregó el activista, quien está intentando organizar otro vuelo desde un país vecino a Afganistán.

¿Animales o personas?

Farthing había explicado que los animales serían transportados en la bodega del avión y que, una vez su personal estuviera acomodado, los asientos libres podrían ser ocupados por otras personas autorizadas para salir del país por parte de autoridades del Reino Unido. "El vuelo tiene capacidad para 250 pasajeros en total", recalcó el exmilitar, quien ha hecho un llamamiento a los talibanes para que faciliten la entrada de las mascotas al aeropuerto. "Llevamos 10 horas de espera en la cola y están deshidratados", señala.

El ministro de Defensa británico ya había advertido que no se trataba de una cuestión de capacidad en el avión privado, sino de logística, insistiendo en que el principal problema con las evacuaciones es precisamente conseguir que la gente entre al aeropuerto de manera segura. De hecho, ante el riesgo de atentado, el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas de Reino Unido, James Heappey, alertó a primera hora del jueves a los ciudadanos británicos que esperaban ser evacuados no acercarse al aeródromo, sino "alejarse, encontrar un lugar de seguridad y esperar nuestras instrucciones".

Foto: El primer avión para evacuar españoles y afganos despega de Kabul. (Ministerio de Defensa)

Preguntado por la polémica en una entrevista con Sky News, Heappey explicó que tropas británicas no pueden apartar a los “afganos desesperados” del camino para llevar al exRoyal Marine, sus trabajadores y sus animales al principio de la cola. "Nos está pidiendo a nosotros [británicos], estadounidenses y los talibanes un pasaje seguro, pero me temo que pasaje seguro lleva implícito que le pongamos al frente de la cola", declaró Heappey, recalcando que, si bien es encomiable que Farthing se haya quedado con su personal y los animales hasta que sean evacuados, priorizar su salida "no sería lo correcto".

Según los medios, ante las críticas recibidas por activistas e incluso acoso al ministerio de Defensa, el ministro responsable de la cartera habría dicho a los diputados que "no estaba preparado para priorizar a las mascotas sobre las personas". "Siento si esto no es para algunos de su agradado, pero esa es mi opinión. Hay muchas personas muy, muy desesperadas bajo una amenaza real", añadió. El portavoz de la oposición laborista para cuestiones sobre Asia, Stephen Kinnock, dice que suscribe cada una de sus palabras.

La 'Operación Ark' se ha convertido en un asunto de Estado en el Reino Unido. El exmarine Paul Farthing puso en jaque el Gobierno de Boris Johnson al denunciar que las autoridades no están cooperando para ayudarle a evacuar a los 200 perros y gatos que viven en el santuario de animales abandonados que fundó en Afganistán. Su historia se ha viralizado tanto en redes sociales que, a través de donaciones, ha conseguido suficientes recursos para mandar un avión privado para sacar a las mascotas. Sin embargo, Farthing denuncia que las autoridades británicas no le están facilitando su entrada al aeropuerto de Kabul.

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