España propone a José Pascual Marco Martínez como embajador en Londres

España ha propuesto a José Pascual Marco Martínez, hasta ahora director General de Integración y Coordinación de Asuntos Generales de la Unión Europea en el Ministerio de Exteriores, como embajador español para Reino Unido. Marco Martínez ocupará una codiciada plaza diplomática que lleva más de seis meses vacante tras la jubilación y cese del embajador anterior, Carlos Bastarreche, el pasado febrero.

El plácet de embajador en Londres se ha desbloqueado finalmente tras la llegada de Manuel Albares al Ministerio de Exteriores el pasado 12 de julio, en sustitución de Arancha González Laya, baja en la última remodelación de Gobierno de Sánchez. Hasta entonces, la titular de Exteriores había insistido en que la prolongada ausencia de embajador en Reino Unido se debía a que estaban estudiando la "idoneidad" del candidato. Fuentes conocedoras del proceso detallan que el bloqueo dependía de la propia Presidencia, a la espera de encontrar un candidato acorde en una plaza muy política. La vacante era especialmente sangrante por producirse en un momento tan delicado como es la implementación del Brexit y las negociaciones respecto a Gibraltar.

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La propuesta de Marco Martínez como embajador en Londres coincide con el viaje de Albares a Reino Unido y su encuentro con su homólogo Dominic Raab esta misma semana, su primer viaje internacional como ministro y que ha servido también para iniciar la tramitación del nombramiento.

José Pascual Marco Martínez es un diplomático de carrera que ha pasado por numerosas representaciones diplomáticas en todo el mundo, incluido como segundo jefe en la Embajada de España en Washington y embajador representante permanente adjunto de España ante la Unión Europea (2010). Desde 2017 ha sido director general de Coordinación de Políticas Comunes y de Asuntos Generales de la Unión Europea.

El perfil elegido subraya la decisión de Albares por apostar por diplomáticos -siéndolo él mismo- para los altos cargos y plazas en el Ministerio, a diferencia de Laya, que pareció apostar por un perfil más técnico.

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La dirección de la embajada en Londres lleva vacante desde el pasado febrero, cuando Carlos Bastarreche tuvo que cesar del puesto después de cumplir los 70 años, la edad máxima para ejercer el cargo. En un primer momento y ante la falta de sustituto, el Ministerio de Exteriores y Bastarreche acordaron prolongar su estancia unos meses más para navegar las turbulentas aguas del Brexit. Desde entonces, los asuntos diarios quedaron en manos del encargado de negocios y número dos, el diplomático José María Fernández López de Turiso. No ha sido hasta seis meses después y cambio de ministro mediante, que finalmente se ha elegido un nombre para ocupar la plaza.

El retraso del nombramiento en Londres ha sido el más sangrante de los problemas de personal que minaron los últimos meses de González Laya al frente del Ministerio. A fecha de mayo, al menos 32 jefaturas diplomáticas estaban a la espera de relevo, bien por jubilación o porque el jefe de misión ya ha cumplido el plazo habitual de entre tres y cinco años en un mismo puesto, y de ellos, tres plazas estaban sin embajador —Reino Unido, India y Bosnia Herzegovina—. El listado incluye plazas geopolíticas clave como Rusia, Israel, Grecia, Arabia Saudí o Canadá, así como destinos menos relevantes repartidos por Europa, África, Asia y América Latina.