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Reino Unido intenta renegociar el protocolo de Irlanda y choca de nuevo con la UE
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Las consecuencias del Brexit

Reino Unido intenta renegociar el protocolo de Irlanda y choca de nuevo con la UE

Las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea siguen sin ser buenas desde que en 2016 una exigua mayoría de británicos decidieran votar a favor del Brexit

Foto: Carteles en contra del Protocolo de Irlanda (Reuters)
Carteles en contra del Protocolo de Irlanda (Reuters)

Un acuerdo es un compromiso. O al menos eso pensaba la Unión Europea cuando tras años de negociación se logró cerrar por fin un acuerdo del Brexit y de relaciones futuras entre Reino Unido y el club comunitario, que recogía, entre otras cosas, un compromiso con respecto a la frontera irlandesa, uno de los grandes escollos de las negociaciones. Sin embargo, la implementación del conocido como 'Protocolo de Irlanda', que evita una frontera dura en la isla y traslada al Mar del Norte los controles aduaneros, ha estado llena de problemas desde el principio, dinamitando la débil confianza entre ambos socios. Una cuerda floja que el Gobierno de Boris Johnson ha decidido esta mañana cortar de golpe con una nueva propuesta para reformular el Protocolo, pese a los compromisos ya acordados con la UE en el acuerdo del Brexit. Bruselas ya ha respondido al órdago británico con una rotunda negativa a reabrir la negociación.

El 'Protocolo de Irlanda' es la pieza clave del acuerdo del Brexit que permite que la frontera entre la República de Irlanda, un Estado miembro de la Unión Europea, e Irlanda del Norte, una provincia británica, se mantenga abierta. Eso es posible gracias a una serie de controles aduaneros que se harían entre Gran Bretaña y la provincia norirlandesa en los puertos británicos del Mar del Norte. Pero esos controles no se están haciendo, y, en general, el Protocolo no está siendo implementado.

Foto: Conversaciones entre el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic y el ministro británico David Frost. (Reuters)

Desde Downing Street aseguran que están haciendo esfuerzos por implementar el pacto, pero añaden: la situación en el Ulster es tensa y generará mayores problemas entre la comunidad de los unionistas protestantes, que es el sector de Irlanda del Norte que apuesta por no separarse del resto del Reino Unido. Los unionistas siempre han criticado que el Protocolo, que busca hacer posible el cumplimiento de los Acuerdos del Viernes Santo de 1998 que pusieron fin a la violencia en la isla, es un intento de unificar Irlanda por la puerta de atrás. Este miércoles, el Gobierno británico ha reclamado "cambios significativos" en el protocolo, que contemplarían incluso la eliminación de la mayoría de controles en la frontera en el Mar de Irlanda y amenazarían con suspender ese mecanismo.

En la Comisión Europea no creen realmente que el Gobierno de Boris Johnson esté intentando implementar el Protocolo. Se tiene la sensación de que, de hecho, Londres se beneficia de la tensión en Belfast, que le permite argumentar que el cumplimiento del Protocolo solamente empeorará la situación. Este miércoles David Frost, quien fue negociador jefe del lado británico y ahora es el encargado de negociar con la UE la implementación de los acuerdos, ha propuesto eliminar la barrera de aduanas entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, lo que daría acceso a UK al resto del Mercado Interior y dejaría en manos de la buena fe y de las inspecciones puntuales que productos no autorizados por la Unión Europea crucen la frontera invisible que divide la isla de Irlanda. Además, Frost pretende eliminar el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la aplicación del Protocolo.

“No aceptaremos una renegociación del Protocolo”

Frost sabía perfectamente la respuesta que recibiría. “No aceptaremos una renegociación del Protocolo”, ha contestado Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea y el hombre del Ejecutivo comunitario en los órganos de implementación de los acuerdos. “Continuaremos colaborando con el Reino Unido, también sobre las sugerencias hechas hoy. Estamos dispuestos a seguir buscando soluciones creativas, en el marco del Protocolo, en interés de todas las comunidades de Irlanda del Norte”, ha señalado. Pero sin renegociación, porque “el respeto de las obligaciones legales internacionales es de suma importancia”.

Un acuerdo es un compromiso. O al menos eso pensaba la Unión Europea cuando tras años de negociación se logró cerrar por fin un acuerdo del Brexit y de relaciones futuras entre Reino Unido y el club comunitario, que recogía, entre otras cosas, un compromiso con respecto a la frontera irlandesa, uno de los grandes escollos de las negociaciones. Sin embargo, la implementación del conocido como 'Protocolo de Irlanda', que evita una frontera dura en la isla y traslada al Mar del Norte los controles aduaneros, ha estado llena de problemas desde el principio, dinamitando la débil confianza entre ambos socios. Una cuerda floja que el Gobierno de Boris Johnson ha decidido esta mañana cortar de golpe con una nueva propuesta para reformular el Protocolo, pese a los compromisos ya acordados con la UE en el acuerdo del Brexit. Bruselas ya ha respondido al órdago británico con una rotunda negativa a reabrir la negociación.

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