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El ministro de Sanidad de Reino Unido dimite tras ser pillado con su amante
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El ministro de Sanidad de Reino Unido dimite tras ser pillado con su amante

Desde el inicio de la pandemia, ha estado en el punto de mira, tanto por la gestión de la crisis sanitaria como por los mensajes donde Johnson le llamaba "jodido inútil"

Foto: El exministro de Sanidad británico, Matt Hancock. (EFE)
El exministro de Sanidad británico, Matt Hancock. (EFE)

El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha presentado este sábado por la tarde su dimisión. Desde el inicio de la pandemia, ha estado en el punto de mira. Primero por la tan criticada gestión de la crisis sanitaria. Y más recientemente, por los polémicos mensajes privados que el oscuro Dominic Cummings había sacado a la luz en la particular guerra que mantiene contra Downing Street desde que fuera despedido como principal asesor. En los mensajes se podía ver cómo Boris Johnson se refería a su ministro como un “jodido inútil”. En definitiva, Hancock, con tremenda ambición política, ha estado sobreviviendo contra viento y marea. Pero finalmente han sido unas fotografías besando apasionadamente a su amante y asesora, Gina Coladangelo, las que han terminado con su carrera.

Las explícitas imágenes en los pasillos del ministerio, publicadas en portada el pasado viernes por el tabloide The Sun, corresponden al pasado 6 de mayo, cuando el Ejecutivo pedía a los ciudadanos que no mantuvieran contacto físico con personas no convivientes y no se acercaran a menos de un metro a otras personas en entornos laborales sin mascarilla.

“Aquellos de nosotros que hacemos las normas debemos atenernos a ellas, y es por eso por lo que debo dimitir”, afirma Hancock -casado y con tres hijos- en un vídeo divulgado a través de Twitter. “Lo último que querría es que mi vida privada distrajera la atención” de los esfuerzos por acabar con el coronavirus, señala además en la carta en la que ha comunicado su dimisión al primer ministro. “Debemos ser honestos con las personas que tanto han sacrificado durante esta pandemia cuando les fallamos, como yo he hecho al violar las recomendaciones”, agregó.

Al hacer balance de su gestión de la crisis sanitaria, Hancock, de 42 años, admitió que el Gobierno “no acertó en todas las decisiones”, pero apeló a la comprensión de la gente ante “lo duro que es lidiar con algo desconocido”. Agrega que desde que estalló la pandemia, ha sido necesario hacer concesiones “entre la libertad, la prosperidad y la salud”. Y finaliza agradeciendo a Johnson por su “apoyo inquebrantable”.

Hancock y Coladangelo se conocen desde los años universitarios de Oxford. Ella está casada con Oliver Tress, fundador de la marca de moda y accesorios Oliver Bonas, con el que tiene tres hijos. La asesora, millonaria, tiene una exitosa trayectoria como relaciones públicas y lobista, siempre a caballo entre el mundo de los negocios y la política

Un incidente similar provocó el año pasado la dimisión del epidemiólogo Neil Ferguson como asesor científico del Gobierno, al publicarse la noticia de un encuentro secreto con su amante en pleno confinamiento.

El nuevo ministro será el que fuera antes responsable del Tesoro, Sajid Javid, quien dejó su puesto por su enfrentamiento con Cummings

El nuevo ministro de Sanidad será ahora el que fuera antes responsable del Tesoro, Sajid Javid, quien dejó su puesto por su enfrentamiento con Cummings. Tendrá que hacer frente ahora al preocupante incremento de casos variante Delta, que ha vuelto a poner en jaque a las autoridades, pese a lo avanzado que va el programa de vacunación: el 84% de la población adulta cuenta ya con la primera dosis y el 62% con los dos pinchazos.

Cuando el viernes salieron a la luz las fotografías de su apasionado encuentro en los pasillos del ministerio, Hancock se resistió en un primer momento a presentar su renuncia. “Acepto que he roto las normas de distanciamiento social en este asunto” reconoció entonces en un escueto comunicado. “Sé que he decepcionado a todo el mundo y lo lamento mucho. Continúo centrado en trabajar para que el país salga de la pandemia. Agradecería que se respetase la privacidad para mí y para mi familia”. Por su parte, tal y como explicó un portavoz de Downing Street, Johnson aceptaba las disculpas y daba “el caso por cerrado”.

Foto: El primer ministro británico, Boris Johnson. (Reuters)

Lo cierto es que Johnson no es el más indicado para pedir a sus ministros cuentas respecto a sus relaciones extramatrimoniales. El `premier´ tiene, al menos, seis hijos de tres mujeres distintas. Y en su ajetreada vida amorosa se incluye una supuesta aventura de cuatro años con la empresaria estadounidense Jennifer Arcuri, a quien empleó como asesora mientras era alcalde de Londres.

Era vox populi que Johnson y Hancock no tenía una relación especialmente estrecha. En su comparecencia ante la comisión de Westminster, el ex asesor del primer ministro, Dominic Cummings, denunció que el ministro de Sanidad había actuado de manera ilegal, mintiendo en repetidas ocasiones tanto al Gobierno como a la ciudadanía.

Pero, paradójicamente, el puesto de Hancock se volvía entonces más seguro que nunca. Johnson no podía deshacerse de él porque eso se interpretaría como que seguía obedeciendo al oscuro Cummings. Pero finalmente ha sido el propio Hancock quien se ha terminado dando un tiro en el pie.

Johnson no podía deshacerse de él porque eso se interpretaría como que seguía obedeciendo al oscuro Cummings

Las imágenes que publicó el viernes The Sun fueron aparentemente grabadas por un funcionario del ministerio de Sanidad. “Todo el mundo sabía lo que estaba pasando, en ese edificio no hay secretos”, confesó al tabloide. El `affaire´ al parecer era un secreto a voces. Ese encuentro concreto ocurrió poco después de las tres de la tarde del 6 de mayo, 11 días antes de que se levantaran públicamente las restricciones a “los encuentros con una persona fuera del hogar”.

“La puso [a la asesora] en un papel tan importante, financiado con fondos públicos, y esto es lo que hacen en horas de oficina cuando todos los demás están trabajando duro”, afirmó el funcionario guardando su anonimato, que aseguró que la pareja ya había sido “pillada” en otras ocasiones.

La oposición laborista había pedido de inmediato la dimisión del ministro por “abuso de poder” y “conflicto de interés” por haber contratado el año pasado a la asesora con fondos públicos. Se estima que Coladangelo ingresaba unos 20.000 euros por 20 horas al mes. “Los ministros, como todo el mundo, tienen derecho a una vida privada - dijo un portavoz laborista- sin embargo, cuando se trata de dinero de los contribuyentes o se ofrecen trabajos a amigos cercanos que tienen una relación personal con un ministro, entonces hay que investigarlo”. Hancock ya fue investigado el pasado mes de febrero por malversación de fondos públicos, ya que su antiguo vecino recibió un contrato millonario para hacer pruebas de covid, a pesar de carecer de experiencia. (FIN).

El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha presentado este sábado por la tarde su dimisión. Desde el inicio de la pandemia, ha estado en el punto de mira. Primero por la tan criticada gestión de la crisis sanitaria. Y más recientemente, por los polémicos mensajes privados que el oscuro Dominic Cummings había sacado a la luz en la particular guerra que mantiene contra Downing Street desde que fuera despedido como principal asesor. En los mensajes se podía ver cómo Boris Johnson se refería a su ministro como un “jodido inútil”. En definitiva, Hancock, con tremenda ambición política, ha estado sobreviviendo contra viento y marea. Pero finalmente han sido unas fotografías besando apasionadamente a su amante y asesora, Gina Coladangelo, las que han terminado con su carrera.

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