Es noticia
Londres da por muerto al protocolo de Irlanda: pide atrasar controles hasta 2022
  1. Mundo
  2. Europa
Ante tensiones en el Ulster

Londres da por muerto al protocolo de Irlanda: pide atrasar controles hasta 2022

Downing Street ha pedido a la UE "colaboración" y "entendimiento" para que las tensiones en Irlanda del Norte no vayan a más, pese a que fueron los 'tories' quienes exigieron salir de la unión aduanera

Foto: Una pancarta en el que se lee "No a la frontera dura" bajo un cartel de carretera en Irlanda del Norte. (Reuters)
Una pancarta en el que se lee "No a la frontera dura" bajo un cartel de carretera en Irlanda del Norte. (Reuters)

El Gobierno de Boris Johnson ha propuesto a la UE atrasar hasta 2022, como mínimo, los nuevos controles fronterizos requeridos en la era post Brexit con el objetivo de calmar las tensiones en Irlanda del Norte, donde los enfrentamientos entre católicos y protestantes han regresado a las calles de Belfast como consecuencia del nuevo estatus en el que ha quedado la provincia británica tras el histórico divorcio europeo.

La telenovela del Brexit no acabó cuando se logró cerrar 'in extremis' un acuerdo que evitara el abismo. Ahora queda la compleja tarea de implementarlo. Y, en concreto, el Protocolo de Irlanda -polémico desde su gestación- está siendo un auténtico rompecabezas. Downing Street acusa ahora a la UE de ser “demasiado purista” en su interpretación respecto a lo pactado y le pide “colaboración” y “entendimiento” para que las tensiones en el Ulster no vayan a más.

Según la prensa británica, un asesor de Johnson ha dado a entender que "el protocolo está muerto". En marzo, el Ejecutivo británico ya aplazó hasta octubre el periodo de gracia respecto a los nuevos controles que hay que realizar ahora en los puertos norirlandeses, donde los problemas burocráticos acarrearon problemas de suministro en los supermercados. La decisión de Londres se llevó a cabo de manera unilateral, lo que llevó a la UE a emprender acciones legales.

Foto: Un funcionario prepara la bandera británica junto a la europea para una reunión en 2018. (EFE)

Pero entre bastidores se intensificó el trabajo entre ambas partes a fin de encontrar una solución. Ahora bien, según la prensa británica, Downing Street ha descartado un acuerdo de alineación de estándares alimentarios que habría eliminado el 90% de los controles fronterizos. En su lugar, según ha podido saber en exclusiva la BBC, ha presentado un plan de cuatro fases para introducir gradualmente los chequeos.

La fase 1, que se implementaría a partir del 1 de octubre, implicaría la introducción de certificados sanitarios para la exportación de carne fresca; la fase 2, prevista para finales de enero de 2022, abarcaría productos lácteos, plantas de jardinería, semillas y vino; la fase 3 incluiría frutas y verduras y alimentos para mascotas; finalmente, la fase 4 contaría con alimentos “ambientales” como mermeladas, productos con una vida útil corta y aquellos de alto riesgo que no son de origen animal.

Londres señala que los “plazos concretos” evolucionarán en los próximos meses, con los tiempos de las fases 3 y 4 determinados por el éxito de las primeras y algunas condiciones técnicas de entrega. ¿Sugiere esto que el periodo de gracia podría alargarse hasta 2023?

Foto: Una calle en Belfast, Irlanda del Norte. (Reuters)

Con el acuerdo del Brexit, a fin de evitar frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte (uno de los requisitos para sellar la paz en el Ulster en 1998), la provincia británica quedó dentro de la unión aduanera del Reino Unido, pero al mismo tiempo, dentro de la unión aduanera de la UE y alineada además con el mercado único.

Johnson era perfectamente consciente de las tensiones que esto generaría con los unionistas, como así ha sido. Prometió al DUP que no movería la frontera al mar del Irlanda, pero como muchas otras de sus promesas, no se cumplió. Y ahora los unionistas se sienten traicionados. El nuevo líder del DUP, Edwin Poots, se ha comprometido a aumentar la oposición al Protocolo de Irlanda.

En este sentido, el negociador británico para el Brexit, David Frost, ha publicado un artículo de opinión en el tabloide euroescéptico Daily Mail, en el que insta a Bruselas a encontrar una nueva forma de implementar el polémico protocolo negociado por el propio inquilino de Downing Street.

La que fuera primera ministra Theresa May sugirió inicialmente dejar a todo el Reino Unido dentro de la unión aduanera comunitaria, lo que habría evitado cualquier tipo de controles. Pero los 'tories' euroescépticos que forzaron su dimisión, entre los que se encontraba Johnson, se negaron, ya que eso impedía que el Reino Unido pudiera cerrar acuerdos comerciales con terceros países.

En su artículo, Frost acusa a la UE de adoptar ahora un enfoque demasiado “purista” que amenaza el “tejido político, social y económico de la vida en Irlanda del Norte”. “(La UE) parece querer tratar las mercancías que se trasladan a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido de la misma manera que la llegada de un gran buque portacontenedores chino a Rotterdam. No lo anticipamos cuando acordamos el protocolo y no tiene sentido”, señala. “Entiendo totalmente por qué esto preocupa a los unionistas y por qué el consentimiento para el Protocolo es ahora frágil. Se han producido protestas y la estabilidad política está en peligro”, matiza.

En definitiva: fue Johnson quien no cumplió su promesa con el DUP; fue Johnson quien mintió cuando dijo que el Brexit no cambiaría las cosas en la frontera de Irlanda; pero ahora es Bruselas la responsable de todos los problemas en la provincia británica.

En el artículo, Frost insinuó que el Reino Unido podría tomar medidas unilaterales sobre los acuerdos del Brexit. “Somos responsables de proteger la paz y la prosperidad de todos en Irlanda del Norte y continuaremos considerando todas nuestras opciones para hacerlo”, escribió. Y este lunes, durante su comparecencia ante el Comité de Asuntos Europeos de Westminster, no ha descartado que el Gobierno invoque el artículo 16 de dicho protocolo para no cumplir con lo pactado.

Foto: Un autobús arde en las protestas de Belfast, en Irlanda del Norte. (Reuters)

Por su parte, la UE de momento apuesta por minimizar las tensiones, asegurando que se está “progresando” en un diálogo intensivo con sus homólogos británicos. Un portavoz de la comisión europea ha recalcado que “en cada paso del camino, la UE ha tratado de mejorar el diálogo y trabajar constructivamente con el Reino Unido a nivel técnico y político para encontrar soluciones, en línea con el protocolo, con respecto a los problemas pendientes en su implementación”.

Por su parte, Dublín advierte que las tensiones pueden incrementarse de manera preocupante si no hay una solución acordada para el 12 de julio, fecha clave en el calendario unionista, con las marchas de la 'Orden de Orange'.

El Gobierno de Boris Johnson ha propuesto a la UE atrasar hasta 2022, como mínimo, los nuevos controles fronterizos requeridos en la era post Brexit con el objetivo de calmar las tensiones en Irlanda del Norte, donde los enfrentamientos entre católicos y protestantes han regresado a las calles de Belfast como consecuencia del nuevo estatus en el que ha quedado la provincia británica tras el histórico divorcio europeo.

Brexit Boris Johnson Irlanda del Norte Reino Unido Partido Conservador Británico