¿Turismo y vacunas? El reclamo de Rumanía para los visitantes del castillo de Drácula

En febrero, Israel planteó una medida para que los más jóvenes de su sociedad se animaran a vacunarse contra el covid-19, regalando una cerveza y un trozo de 'pizza'. Algo similar hacía este mismo mes de mayo el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, que quiere lograr la inmunidad de grupo lo antes posible con una cerveza gratis por cada vacuna para volver a la normalidad en su estado.

Sin embargo, otros países han decidido usar las vacunas como método para atraer turistas. Lo hizo Serbia, a quien le sobran vacunas para sus siete millones de habitantes y las destinan a aquellas personas que quieren visitar su país. Y ahora sigue el mismo camino Rumanía, que ha decidido regalar vacunas a quien visite el castillo de Drácula.

Esta medida no está dirigida solo a los turistas internacionales, sino a los propios rumanos. Este país ha confirmado más de un millón de contagios y cuenta con casi 30.000 muertes por coronavirus. Sin embargo, a pesar de esas cifras, la mitad de sus habitantes no están dispuestos a vacunarse, lo que le convierte en uno de los países con más recelo ante las vacunas.

Jeringuillas en lugar de colmillos

Rumanía tiene casi 20 millones de habitantes y el objetivo de su Gobierno es vacunar a la mitad del país antes de finales de septiembre. Para hacer un paralelismo con lo que ocurrió en ese famoso castillo del siglo XIV, su director de 'marketing', Alexandru Priscu, explica a la BBC que "la idea es mostrar cómo la gente era mordida hace 500-600 años en Europa", pero con jeringuillas.

Se puede acudir cada fin de semana de mayo sin cita previa y recibir la vacuna

Para animar a los rumanos a vacunarse, el castillo de Drácula ofrecerá vacunas gratis durante todos los fines de semana de mayo a quien se presente a visitar el lugar. No hace falta cita previa y, además, también tendrá acceso gratuito a la exposición de 52 instrumentos de tortura medievales que hay en el castillo.

El objetivo es atraer turismo hacia la zona de los Cárpatos, donde el turismo lleva más de un año reducido a la mínima expresión. Este castillo, que se encuentra a unos 170 kilómetros al norte de la capital, Bucarest, siempre ha estado asociado al personaje creado por Bram Stoker ya que ahí vivió el famoso príncipe Vlad 'el Empalador', en quien se basó la obra de ficción de Drácula.