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La decisión que puede revolucionar el futuro de Alemania y de Europa
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ELECCIONES EN ALEMANIA

La decisión que puede revolucionar el futuro de Alemania y de Europa

Este lunes 19 de abril, la organización ecologista anunciará quién se presentará a las elecciones federales de septiembre. Tanto Habeck como Baerbock, colíderes del partido, optan al puesto

Foto: Robert Habeck y Annalena Baerbock, colíderes del Partido Verde alemán. (Reuters)
Robert Habeck y Annalena Baerbock, colíderes del Partido Verde alemán. (Reuters)

‘Alemania: todo es posible’ es el nuevo título del borrador del programa electoral de los Verdes. A priori, resulta chocante leer una afirmación tan arriesgada en un país que adora la estabilidad y detesta los experimentos. Pero la buena posición del partido ecologista en las encuestas sugiere que no es ninguna exageración. Tras el ascenso político de los últimos años, los Verdes se dirigen a las elecciones federales del próximo mes de septiembre en Alemania con la posibilidad de entrar en el gobierno por primera vez en casi dos décadas.

Sin embargo, hay un aspecto que devuelve a la tierra al partido ecologista: su heterodoxa táctica de tener dos líderes, Robert Habeck y Annalena Baerbock, se tendrá que acabar. Por primera vez, los Verdes tienen posibilidades de optar al timón de la cancillería y, por tanto, deberán decidir quién de los dos se presenta para protagonizar esta nueva etapa que se abre en Alemania sin Angela Merkel, quien se retira tras 16 años al mando del Gobierno.

Foto: Evento del partido verde alemán para elecciones europeas

¿Habeck o Baerbock? Esta es la pregunta que responderá la cúpula de la organización este lunes 19 de abril. Y, aunque la decisión deberá ser ratificada por el Congreso del partido en junio, se da por hecho que el elegido se presentará a las elecciones de septiembre. Desde principios de 2018, Baerbock y Habeck han catapultado el partido al segundo puesto en las encuestas, desplazando a los socialdemócratas del SPD, mermados por ser el socio menor de gobierno de la CDU/CSU.

Toda Europa mirando

La elección del líder verde puede acabar siendo decisiva para el futuro de Alemania y, por ende, de Europa. Actualmente, los verdes alemanes rondan el 22 o 23% en las encuestas y han conseguido ser una fuerza atractiva para las clases medias germanas, que ya no ven en la formación verde a los radicales de los años ochenta. Además, a nivel continental, el resto de partidos del arco político europeo tomará nota si los verdes, descritos en Alemania como el partido que encarna el Zeitgeist de nuestra época, ganan o consiguen un buen resultado. El momento, en la rampa de salida de la pandemia, es perfecto.

El partido de centro derecha en el Gobierno (CDU/CSU) está perdiendo votantes por el fracaso en la campaña de la vacunación y por diversos escándalos de corrupción. Y, aunque siguen siendo los más votados según las encuestas, la marcha de Merkel y las dificultades para encontrar un líder popular –Armin Laschet, ganador de las primarias de la CDU, no suscita muchas ilusiones entre el electorado– hacen que en el partido verde sueñen incluso con la cancillería.

placeholder Armin Laschet, líder de la CDU desde enero. (Reuters)
Armin Laschet, líder de la CDU desde enero. (Reuters)

En las encuestas los Verdes rondan el 22/23% de apoyo, más del doble de lo que consiguieron en los comicios anteriores en 2017 (8,9%) y a apenas unos puntos porcentuales de los conservadores. De momento, el escenario más probable es que compartan futuro gobierno con la CDU/CSU. Pero en los despachos de los ecologistas, sin embargo, ya hacen los cálculos para una posible coalición de izquierdas con los socialdemócratas y los poscomunistas de Die Linke.

A niveles de popularidad, tanto Baerbock como Habeck puntúan similar. Baerbock, una mujer de apenas 40 años –sería la única candidata femenina para ser canciller– es diputada en el Bundestag, pero carece de experiencia de gobierno. Este podría ser un punto a favor de Habeck, que trabajó varios años como ministro de Agricultura y Medioambiente en el estado norteño de Schleswig-Holstein.

Ambos han sido descritos como un 'duo pragmático', que ha sabido combinar la retórica del cambio ante innumerables gobiernos de Merkel con la moderación en su discurso para atraer a votantes centristas. “La buena política requiere reconocer la realidad en la que vives para poder cambiar las cosas”, dijo una vez Baerbock. “Los Verdes no le dirán a los alemanes cómo tienen que vivir”, dijo en una entrevista Habeck.

Los Verdes han sabido combinar un discurso ecológico, europeo y de centroizquierda que ha ido captando votos de descontentos del SPD

Gracias a este pragmatismo que les ha acercado al centro los verdes se han convertido en un partido clave del sistema político alemán. Están en coaliciones en 11 de los 16 gobiernos estatales. Nacido de los movimientos populares en los 60 y 70 contra la Guerra Fría, en una primera etapa se vieron como un partido radical y de ultra izquierda. Pero en los noventa la corriente pragmática venció al radicalismo y consiguió entrar como socio menor en el Gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder. Con la llegada del nuevo milenio, han sabido combinar un discurso ecológico, europeo y de centro izquierda que ha ido captando votos de descontentos del SPD.

En el Congreso Federal del Partido en Bielefeld, a finales de 2019, se habló mucho de alcanzar el poder. Era la culminación de un proceso de moderación de 30 años en los que el objetivo ya no es atraer a los estudiantes más descontentos, sino a la clase media trabajadora alemana cuyas visiones encajan con la política climática del partido ecologista. Pero este viraje hacia el centro también ha recibido críticas.

Foto: Reinhard Bütikofer, en el Parlamento Europeo. (EP)

“El deseo del partido [de los Verdes] les está obligando a enfrentarse a tener que elegir a veces entre los valores fundacionales y la ‘realpolitik’" escribía Amanda Sloat en un informe en Brookings. En los últimos años, la formación ecológica ha recibido críticas desde el sector más izquierdista por su 'tibieza' ante las demandas climáticas. Luisa Neubauer, portavoz de Fridays for Future, movimiento popularizado por la activista climática Greta Thunberg, ha criticado la 'moderación' en el discurso de los verdes. “Si ni siquiera los Verdes pueden tener una política capaz de solucionar la crisis climática, ¿por dónde empezamos?”.

En el borrador del programa de los Verdes, que será ratificado a finales de mes, se propone acelerar el fin de la energía del carbón, así como aumentar los impuestos a las empresas contaminantes y un gasto masivo en infraestructuras. El partido quiere reducir las emisiones de CO2 un 70% para 2030 comparado con los niveles de 1990, en vez de un 55% como tiene planeado el gobierno de Merkel.

¿Baerbock o Habeck? Ahora mismo, con las encuestas en la mano, la pregunta es difícil de responder. En cualquier caso, uno de ellos tendrá el importante papel de agitar la campaña política de los próximos seis meses y la posibilidad de cambiar el rumbo de Alemania (y de Europa) sin alienar a los votantes alemanes que son reacios al cambio. Como decía Katarina Schulze, política Verde en el estado de Baviera, ellos creen haber encontrado la solución a las tensiones dentro del partido entre la moderación y el radicalismo con un nuevo lema. “Salvar el mundo de forma pragmática: paso a paso”. Falta ver si es suficiente para convencer a los alemanes.

‘Alemania: todo es posible’ es el nuevo título del borrador del programa electoral de los Verdes. A priori, resulta chocante leer una afirmación tan arriesgada en un país que adora la estabilidad y detesta los experimentos. Pero la buena posición del partido ecologista en las encuestas sugiere que no es ninguna exageración. Tras el ascenso político de los últimos años, los Verdes se dirigen a las elecciones federales del próximo mes de septiembre en Alemania con la posibilidad de entrar en el gobierno por primera vez en casi dos décadas.

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