La escultura de una ballena evita la tragedia en un accidente de tren en Países Bajos

Los defensores de que los milagros existen tienen una razón más para añadir a su argumentario después de que el maquinista de un tren haya salvado su vida de la manera más increíble que se recuerda. Sucedió este lunes en Spijkenisse, una pequeña ciudad holandesa cercana a Rotterdam, donde una estatua gigante ha evitado una tragedia.

Los hechos parecen de película, pero no lo son. Poco antes de la medianoche, un tren terminaba su recorrido, pero no podía frenar a tiempo e impactaba contra el final de la vía. Sin embargo, con el impulso atravesó el muro de contención lo que iba a hacer que cayera al vacío desde una altura de 10 metros. Pero ahí estaba una estatua que, milagrosamente, evitó la catástrofe.

Después de que el tren descarrilara, se quedó colgando de una estatua que simula la cola de una ballena. Las imágenes no han tardado en hacerse virales porque esa estatua evitó que todo el convoy cayera al vacío: aunque solo iba a bordo el conductor del tren, la caída desde 10 metros de altura podría haber sido fatal para él.

Salvado por la cola de la ballena

Ruud Natrop, portavoz de seguridad del área de Rotterdam, explicó a The New York Times que, según su opinión, no había pruebas de negligencia por parte del maquinista: "Parece una escena sacada de Hollywood. Gracias a Dios que esa cola estaba ahí". Pero, una vez superado el susto, lo más curioso es el nombre de la escultura que salvó al conductor.

Carly Gorter, miembro de la oficina de seguridad de Rijnmond, señala que "el tren descarriló y acabó sobre el monumento llamado 'Salvado por la cola de la ballena'. Literalmente, eso es lo que ocurrió. Es increíble. El conductor fue salvado por la cola de la ballena". De momento, la policía ya ha abierto una investigación para conocer las razones del incidente.

Por su parte, el creador de la estatua, Maarten Struijs, se ha mostrado feliz porque su obra pudiera haber salvado la vida del maquinista, aunque se muestra preocupado por la estabilidad de la estatua, ya que tiene unos 20 años de antigüedad. Eso sí, reconoce que el tren colocado en lo alto de la escultura "parece una obra de arte en sí misma".