El Real Madrid, maestro en el marketing de las grandes remontadas en el Bernabéu

El Real Madrid lleva codificada en su ADN la épica. Pocos equipos en el mundo se manejan en el alambre como lo hace el conjunto blanco. Nada es imposible si está el Bernabéu de por medio. Remontadas europeas a la heroica, ligas conquistadas levantándose de su propia tumba… La colección es tan larga como su centenaria historia. Gran parte del mito blanco está construido en torno a la épica, a ése aura de equipo invencible.

Quizá por ello y pese a recibir en Dortmund una paliza como no se recuerda, el Real Madrid comenzó a agitar la bandera de la remontada. Lo hizo Mourinho en la sala de prensa: “Creo que podemos dar la vuelta al marcador”. El marketing ha hecho el resto. A diferencia del Barcelona, pesimista y pusilánime por naturaleza más tras el 4-0 de Múnich, en el Real Madrid hay cierto gusto por los imposibles…

Y si no lo hay se lo inventa, como ha sucedido en esta ocasión. Nada de los visto en el Dortmund alimenta la esperanza. Si acaso el gol de Cristiano. El resto es una cuestión de fe. Y de propaganda, claro. Ésta se puso en marcha nada más acabar el partido y sepultó la hecatombe de fútbol y resultado bajo el manto de la remontada. El manido ‘espíritu de Juanito’ y su inmortal “noventa minuti en el Bernabéu son molto longo” es el eslogan preferido por el madridismo, por más que desde el club ayer lanzaran un forzado: “Nuestra fuerza eres tú”. Antes fue “con vosotros podemos”. Lo mismo da.

La operación de marketing es fiel a un mismo guión. Consumada la derrota de turno, jugadores, técnicos y directivos repiten como un mantra aquello de que en el Bernabéu es posible remontar, que ahí no hay nada imposible por más que las últimas gestas daten de la década de los 80 (el 3-0 al Inter o el 5-1 al Borussia Moenchengladbach).

Abierta esa puerta, se diseña una campaña para enardecer al madridista para que acuda al campo con la fe de los peregrinos. En esta nueva era, acompañada de su correspondiente vídeo y difusión en redes sociales. Así fue en las ‘casi’ remontadas de hace unas temporadas en Copa ante el Zaragoza (había que levantar un 6-1) o al Alcorcón (4-0).

Seguido, en el campo se organiza un tifo con una leyenda que en salce los valores del equipo. Todo ello agitado, como en este caso, con un show en los aledaños del estadio para que el aficionado entre ‘caliente’. El resultado: una olla a presión. Sin embargo, la grada no ha metido demasiados goles últimamente y la fe en las remontadas pertenece más a la leyenda de otro tiempo que a la realidad.

Sin ir más lejos, el Madrid se quedó el año pasado a las puertas de remontar su semifinal ante el Bayern Múnich y sólo traía un 2-1 de la ida. Esta vez el 4-1 y la sensación de poder que desprende el Borussia hacen más complicado todo. Más sabiendo que nadie en la historia de la Champions dio la vuelta a un marcador semejante. Pero el marketing no deja que la realidad le estropee una campaña. Veremos si esta vez es posible.