Francia prohibirá los animales salvajes en circos y parques acuáticos

El uso de animales salvajes en espectáculos es un tema de discusión recurrente entre animalistas y los profesionales del circo. Cada vez es más fuerte la corriente que pide abolir esta situación y, de hecho, varias comunidades españolas como Madrid, Asturias o Extremadura ya han legislado al respecto para prohibir esos shows.

Ahora, Francia ha tomado la determinación de acabar con esos espectáculos y ha sido la ministra de Medio Ambiente, Barbara Pompili, quien se encargado de anunciar "una nueva era" para el país: prohibirán que los animales que viven en cautividad se utilicen como entretenimiento. Una medida que irá acompañada de varios decretos más, como la prohibición de la cría de visones en granjas.

El objetivo del ejecutivo galo es acabar con el cautiverio de tigres, elefantes, osos y otros animales salvajes en circos a lo largo de los próximos años. No solo eso: los tres parques marinos que hay actualmente Francia y que cuentan con animales marinos para sus shows ya no podrán comprar ni criar delfines y orcas en el futuro.

Cuidar a los animales

En un comunicado que recoge LadBible, Pompili señaló que "es hora de abrir una nueva era en nuestra relación con estos animales. Es hora de que nuestra fascinación ancestral por estos seres salvajes ya no signifique que acaben en cautividad". Sin embargo, la prohibición no afectará a los zoológicos ni a los espectáculos permanentes que hay en Francia.

La cría de visones se eliminará gradualmente: en la actualidad, los animales permanecen en cautiverio en granjas antes de ser sacrificados por su piel

El gobierno francés aún no ha establecido una fecha definitiva para poner punto y final a estas prácticas, pero Barbara Pompili asegura que debe "comenzar lo antes posible" Sin embargo, reconoce que es una decisión que "cambiará la vida de muchas personas, por lo que la transición se extenderá a lo largo de varios años". De hecho, se destinarán ocho millones de euros para que las personas afectadas puedan cambiar de sector y encontrar trabajo.

Para PETA, se trata de "una victoria histórica" y reconoce en sus redes sociales que "están descorchando botellas de champán". Las autoridades creen que el proceso puede extenderse entre 7 y 10 años, para que todos los animales afectados puedan encontrar una salida. Aseguran que se analizará "caso por caso" para encontrar siempre la mejor salida para ellos.