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La UE quiere “ser un jugador” y “no un campo de juego” para China
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PIDE REEQUILIBRAR LAS RELACIONES

La UE quiere “ser un jugador” y “no un campo de juego” para China

La Unión Europea y China celebran una cumbre con la que los Veintisiete buscan consolidar su nueva estrategia: urge reequilibrar las relaciones

Foto: Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. (EFE)
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. (EFE)

“La Unión Europea debe ser un jugador, no un campo de juego”, ha explicado este lunes Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, pocos minutos después de terminar un encuentro digital con Xi Jinping, presidente chino, en el que también han participado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Angela Merkel, canciller alemana, en condición de representante de la presidencia alemana del Consejo. Y en esas pocas palabras se puede resumir cuál es el objetivo de los líderes europeos respecto a su relación con Pekín.

La cumbre se celebra en un contexto complicado para ambos lados. La UE sabe que necesita a China, pero cada vez se siente más incómoda con ella y con su comportamiento. Pekín quiere evitar que el bloque comunitario forme una estrategia única con Estados Unidos, pero al mismo tiempo no está dispuesta a ceder a las peticiones de Europa que le llevarían a corregir una relación muy asimétrica, de la que el gigante asiático se ha estado beneficiando durante mucho tiempo.

Ya estaba previsto, como adelantaron fuentes diplomáticas y como ya ocurrió con el último encuentro, que no hubiera un comunicado al finalizar la reunión. Las palabras gruesas y las aseveraciones duras durante la rueda de prensa posterior de Michel, Von der Leyen y Merkel han dado a entender que esa relación sigue siendo tan áspera como antes de la llamada. Para la canciller alemana es momento de que Europa trate a China como lo que es, una grandísima potencia económica. Ya no es un país en vías de desarrollo. Pero lo que busca el lado europeo es que ahora Pekín asuma la responsabilidad que se deriva de ese cambio.

placeholder Von der Leyen durante la rueda de prensa de este lunes. (Reuters)
Von der Leyen durante la rueda de prensa de este lunes. (Reuters)

Y eso lleva al equilibrio en la relación en el que han insistido los tres líderes europeos ante Xi. Uno de los instrumentos clave que ayudarían a hacer que las relaciones fueran más simétricas sería el acuerdo de inversiones que la Unión quería que se firmara antes de que terminara el año, y que durante verano entraron en una fase “crítica” para la Comisión Europea. Von der Leyen ha buscado poner sobre los hombros de Pekín la responsabilidad de que las cosas avancen: “China nos tiene que convencer de que merece la pena tener un acuerdo de inversiones”.

Por ahora China responde, al menos parcialmente. En junio, durante la última cumbre Von der Leyen lanzó ya un aviso. “Fuimos muy claros en que no habría acuerdo si no había progreso sustancial, y hemos visto una reacción”, ha explicado la alemana, que, sin embargo, recuerda que hay “mucho que hacer”, especialmente en lo referido al acceso al mercado. “Hablamos muy en serio sobre tener acceso al mercado chino y derribar las barreras” comerciales, ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, que ha recordado que “no es un asunto de tiempo sino de sustancia”.

Foto: EC.

No solo preocupa a la Unión Europea el acceso al mercado: también la llamada Transferencia Forzada de Tecnología (FTT por sus siglas en inglés), que obliga a las empresas extranjeras a ceder su tecnología a cambio de tener acceso al mercado, también el rol de las empresas de propiedad estatal y los subsidios. Son todos terrenos en los que, a diferencia del apartado de acceso al mercado, sí se han hecho progresos.

Merkel se ha mostrado relativamente positiva, aunque no se ha atrevido a predecir si será posible firmar un trato antes de que termine el año. “Son negociadores muy inteligentes”, ha asegurado la canciller alemana, que tenía previsto que esta cumbre, que debía celebrarse en Leipzig por todo lo alto en estas fechas, fuera el acto central de la presidencia alemana. Sin embargo la canciller admite que lo más probable es que no pueda haber un encuentro físico con Xi antes de que finalice 2020.

placeholder Angela Merkel, canciller alemana, durante la rueda de prensa posterior a la cumbre con China. (EFE)
Angela Merkel, canciller alemana, durante la rueda de prensa posterior a la cumbre con China. (EFE)

Hong Kong y Xinjiang

Los líderes europeos han tratado con el mandatario chino otros asuntos, como por ejemplo la lucha contra el cambio climático, en la que Bruselas pide a Pekín un mayor compromiso, o la cooperación en asuntos digitales. Pero la Unión Europea también quería abordar con Xi los asuntos espinosos de los que los mandatarios asiáticos normalmente nunca quieren hablar: la situación de los derechos humanos en el país y el asedio a la autonomía de Hong Kong.

La UE ha reclamado a Xi que permita visitas de observadores internacionales a la región de Xinjiang, donde los uigures, un grupo étnico musulmán, está siendo aplastada por Pekín. Según han explicado los líderes europeos en rueda de prensa, el lado chino ha aceptado la petición, pero siguen existiendo diferencias entre las partes.

Foto: Simbolo 'halal' tapado en un restaurante en Beijing (Reuters)

Sobre Hong Kong, Von der Leyen ha insistido en el mensaje de junio.“Las voces democráticas en Hong Kong deberían ser escuchadas, los derechos protegidos y la autonomía preservada”, ha recordado por su parte Michel. A pesar de que Bruselas amenazó a Pekín con las consecuencias de no dar marcha atrás sobre su Ley de Seguridad Nacional, la Unión todavía no ha movido ficha. Según han explicado fuentes europeas es un proceso largo y que está en marcha.

En el terreno estratégico, la Unión Europea ha cambiado su visión sobre China en los últimos meses. La crisis del coronavirus, la situación de Hong Kong y unos socios europeos que han comprobado que las promesas económicas de Pekín no se cumplían como esperaban, han ayudado a abrir una ventana de oportunidad para que la Unión logre unificar su visión respecto a la relación que desea tener con el gigante asiático.

“La Unión Europea debe ser un jugador, no un campo de juego”, ha explicado este lunes Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, pocos minutos después de terminar un encuentro digital con Xi Jinping, presidente chino, en el que también han participado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Angela Merkel, canciller alemana, en condición de representante de la presidencia alemana del Consejo. Y en esas pocas palabras se puede resumir cuál es el objetivo de los líderes europeos respecto a su relación con Pekín.

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