Recesión, pandemia y Brexit en UK: ¿alguien entiende el auge del mercado inmobiliario?
El mercado inmobiliario vive su mejor momento. El pasado mes de julio ha sido el más activo de la última década, alcanzando un récord de 37 mil millones de libras en ventas
El mismo día en el que se anunció que el Reino Unido había entrado en recesión (la primera en once años), Paul Cooney, director en Chiswick de la inmobiliaria “Horton and Garton”, recibió tres ofertas por una casa de cuatro habitaciones, situada en el acomodado barrio del suroeste de Londres. Se vendió por más del millón de libras que pedían los vendedores. Apenas estuvo en el mercado dos semanas. En la capital británica, siempre se ha dicho que uno tarda más en decidir comprar unos zapatos que una casa.
“Estoy viviendo el periodo más frenético de mis 13 años de carrera. En esta época del año, la venta de 14 o 15 propiedades supone una buena temporada. Pero desde que se terminó el confinamiento el pasado 13 de mayo, llevamos vendidas 24 viviendas”, explica a El Confidencial. “Nos ha pillado a todos por sorpresa, la verdad”, añade.
Recesión, pandemia, paro y posible Brexit duro económico en enero (Londres y Bruselas continúan las negociaciones, sin muchos avances). Y, sin embargo, el mercado inmobiliario vive su mejor “momentum”. El pasado mes de julio ha sido el más activo de la última década, con el valor de las ventas de propiedades alcanzando un récord de 37 mil millones de libras, según Rightmove, el portal de compras y alquileres por excelencia.
Las ventas aumentaron un 48% en comparación con el mismo mes del año anterior y fueron un 20% más altas que el récord anterior registrado en marzo de 2017. Y el impulso continúa en agosto, con la última cifra semanal mostrando un aumento del 60% de las operaciones.
La gente compra, compra y compra
Los números, a priori, no cuadran con la realidad que se está viviendo en el país. Alrededor de 730.000 personas han perdido sus trabajos en los primeros cuatro meses de la crisis del covid-19, el Gobierno desenchufará en octubre las ayudas de los ERTEs (de las que ahora se benefician 9,5 millones de empleados), el PIB entre abril y junio sufrió una caída histórica del 20,4%, y se pronostica que los precios de las casas caerán a finales de este año y principios de 2021. Pero la gente compra, compra y compra. ¿Qué está ocurriendo?
“El mercado ha estado muy parado los últimos cuatro años a consecuencia del Brexit”, explica Conney. “Se vivían algunos picos suaves en función de lo que ocurría con el debate de Westminster y las negociaciones con Bruselas, pero en general, había mucha incertidumbre y nosotros al menos sí notamos una caída considerable de los compradores comunitarios. Tras las elecciones de diciembre se vivió un boom con el 'efecto Boris', pero rápidamente llegó la pandemia y volvió a cambiar todo de nuevo”, señala.
Con el covid-19, las visitas se tuvieron que cancelar. Todo en definitiva quedó paralizado hasta mayo. Con la “nueva normalidad”, Conney volvió a abrir la oficina, pero jamás pudo prever la actividad frenética en la que está ahora metido. “El confinamiento ha hecho a mucha gente replantearse su vida. Quiere casas más grandes y con espacios abiertos. Y tras una larga temporada de incertidumbre, primero por el Brexit y luego por el virus, muchos consideran que ya no quiere posponer más sus planes. Están cansados de esperar. Es cierto que los precios van a bajar, pero si te compras una casa es para vivir al menos cinco o diez años, por lo que para entonces el mercado debería haberse estabilizado”, asegura.
Según la encuesta realizada por la aseguradora Línea Directa, uno de cada siete trabajadores (alrededor de 2,3 millones de personas) cree que nunca volverán a la oficina, mientras que más de nueve millones piensan que seguirán trabajando desde casa, al menos por un largo tiempo. En economía, el factor psicológico tiene gran protagonismo. El deseo de querer mudarse rápidamente al necesitar más espacio puede ser más importante que esperar al que los precios bajen antes de otro posible confinamiento.
Aunque también juega un papel importante el “efecto Rishi”. El ministro del Tesoro anunció en julio la eliminación de los impuestos sobre la adquisición de propiedades inmobiliarias hasta 500.000 libras. Fuera de Londres, uno puede encontrar casas interesantes por este precio. Y para las que lo exceden, la medida -que estará en vigor hasta marzo de 2021- supone un ahorro de 15.000 libras. Tras el anuncio, el número de solicitantes que se han registrado con inmobiliarias para casas de entre 500.000 y 750.000 libras es de un 92% más alto que el año pasado.
Por otro lado, los tipos de interés están en mínimos históricos y hay mucha gente a la que el confinamiento no le ha supuesto otra cosa que mayor ahorro, por lo que ahora también consideran que es buen momento para hacer la mudanza.
El éxodo de las ciudades ha ayudado a impulsar los precios a niveles récord en Devon y Cornwall (suroeste de Inglaterra), mientras que en la capital británica han caído un 2% mes a mes y algunos propietarios han optado por poner sus pisos en el mercado a raíz de una caída en el número de turistas y estudiantes. No obstante, la caída mensual en todo el Reino Unido del 0,2% es menor que el promedio de 1,2% que generalmente se registra en esta época del año cuando, a medida que va finalizando el verano, la actividad desacelera.
Miles Shipside, director de Rightmove, asegura que “ha habido muchos cambios como resultado de la pandemia sin precedentes que han llevado a reescribir las previsiones estacionales”. “Aparte de todas las operaciones que se han realizado de golpe tras el tapón que se formó por la suspensión del mercado durante el confinamiento, hay una demanda adicional debido a todos aquellos que precisamente por el confinamiento han cambiado sus prioridades y buscan ahora mudarse”.
Es el caso de Paul. Vivían a las fueras de Londres en una pequeña casa de dos habitaciones. En plena pandemia, nació su primer hijo y desde hace una semana están en su nuevo hogar, una propiedad un poco más apartada del centro, pero con cuatro habitaciones. “Con el niño y trabajando desde casa han sido meses de locura. Teníamos claro que necesitábamos más espacio y que en cuando pudiéramos nos mudábamos”, señala.
En cualquier caso, los economistas vaticinan que tan sólo es la calma antes de la tormenta que se espera para a partir de otoño cuando, a pesar de los temores de una nueva ola del covid-19, el Gobierno desenchufará las ayudas de los ERTEs y las “vacaciones hipotecarias” para facilitar que aquellos que sufriesen dificultades económicas por la pandemia pudieran retrasar durante tres meses los pagos. Con respecto a los precios, algunos bancos, como Metro Bank, advierten una caída de hasta el 14,6%. (fin).
El mismo día en el que se anunció que el Reino Unido había entrado en recesión (la primera en once años), Paul Cooney, director en Chiswick de la inmobiliaria “Horton and Garton”, recibió tres ofertas por una casa de cuatro habitaciones, situada en el acomodado barrio del suroeste de Londres. Se vendió por más del millón de libras que pedían los vendedores. Apenas estuvo en el mercado dos semanas. En la capital británica, siempre se ha dicho que uno tarda más en decidir comprar unos zapatos que una casa.