MSF, obligada a cerrar su centro de covid-19 próximo a Moria: "Es absurdo" y "arriesgado"

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) se ha visto obligada a clausurar su centro de aislamiento para pacientes con coronavirus en la isla griega de Lesbos, unas instalaciones muy próximas a las del mayor campo de refugiados de Europa. "Hemos tenido que cerrar la instalación debido a las recientes multas administrativas y amenazas por posibles cargos criminales que nos han estado presentando las autoridades locales", lamenta la coordinadora de campo para el centro de respuesta del covid-19 de la organización, Caroline Willemen. "Es absolutamente absurdo que tengamos que cerrar esta instalación por razones administrativas", más aún cuando todavía hay unas 15.000 personas viviendo en el campo de Moria, a escasos cientos de metros, un campamento con capacidad para unas 3.000 personas.

"Lo que hemos estado haciendo aquí es aislar y tratar a personas con sintomatología compatible con covid-19 de entre las personas que viven en el campamento (...). La única razón por la que estamos aquí es para apoyar y trabajar en la respuesta a la pandemia junto a otros actores médicos, de la mano del hospital local", añade Willemen. Desde la ONG saben que no es la última vez que se tendrán que enfrentar a "este tipo de obstáculos", pero recuerdan a las autoridades que MSF, en realidad, lo que hace es "brindar a refugiados y solicitantes de asilo los servicios básicos que deberían proveer las propias autoridades".

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André Naddeo. Moria (Grecia)

El jefe de la misión de MSF en Grecia, Stephan Oberreit, ha indicado, en la misma línea, la "profunda decepción" de la ONG ante el hecho de que las autoridades helenas no hayan sido capaces de "anular estas multas y posibles cargos a la luz de la pandemia mundial" y ha recordado que una de las razones de la intervención de la organización en la región es la "incapacidad" del sistema de salud pública de Lesbos para gestionar la crisis provocada por un posible brote en Moria. El centro de aislamiento de pacientes de Moria, en la isla de Lesbos, se instaló el 6 de mayo gracias al esfuerzo de organismos médicos de la zona, pero también con el apoyo del hospital local y de funcionarios públicos; hasta la fecha, es el único lugar de la isla que proporciona "un espacio seguro" en el que aislar a todo aquel que, dentro del campamento de refugiados, presentara alguno de los síntomas del coronavirus.

Multas por planificación urbana

Las sanciones económicas empezaron a llegar a principios de este mes, cuando las autoridades locales incluso advirtieron de posibles cargos penales relacionados con la normativa de planificación urbana, "a pesar de que el centro forma parte del plan de preparación de emergencias establecido por el ministro de Migraciones". "Es sorprendente que las autoridades locales nos estén poniendo tantos obstáculos al tratar de proteger a las personas vulnerables, cuando, justo a nuestro lado, en Moria, vemos una enorme violación de la dignidad humana, con miles de personas atrapadas en condiciones inhumanas", ha lamentado Oberreit.

El campamento de Moria, que quintuplica la capacidad para la que fue creado, tiene un espacio limitado y escaso acceso a productos básicos como agua y jabón, imprescindibles a la hora de llevar a cabo las dos medidas estrella para frenar los contagios de un virus como el actual —el distanciamiento social y el lavado continuo de las manos—. Además, dentro del campo, señalan desde MSF, hay más de 300 personas en alto riesgo, ya sea por edad o por su condición médica, y todos ellos continúan "atrapados en condiciones peligrosas". Así pues, y ante el cierre del centro de aislamiento, la ONG solicita su evacuación inmediata y urgente a otro lugar seguro que no sea el desbordado campo de Moria.