"Seamos amigos. Si queréis una China hostil, tendréis que lidiar con las consecuencias"

“Queremos ser vuestros amigos, queremos ser vuestros socios. Pero si queréis hacer de China un país hostil, tendréis que lidiar con las consecuencias”. La advertencia es del embajador chino en Reino Unido, Liu Xiaoming, quien criticó duramente al Gobierno de Boris Johnson el lunes por ofrecer a cientos de miles de hongkoneses una vía rápida hacia la ciudadanía británica. El enviado de Pekín considera "irresponsable" la actitud de Londres y avisa que es una "grosera interferencia" en los asuntos internos de su país, que desde 1997 tiene completa soberanía sobre Hong Kong.

Downing Street abrió la puerta a que unos 350.000 hongkoneses que ya cuentan con el llamado pasaporte para Nacionales Británicos de Ultramar (BNO, en inglés), así como otras 2,6 millones de personas residentes en la antigua colonia británica, puedan instalarse en Reino Unido durante cinco años y, una vez finalizado ese plazo, iniciar el proceso para adquirir la nacionalidad británica.

La medida es una respuesta a la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional que China ha promulgado para Hong Kong y que Johnson considera viola el principio "un país, dos sistemas" bajo el que se acordó la entrega del territorio. Liu defendió en una rueda de prensa el instrumento legal como una acción necesaria para “prevenir, suprimir y castigar la colusión con países extranjeros”, mientras que los activistas pro democracia hongkoneses denuncian que será un instrumento al servicio de Pekín para silenciar a la disidencia.

El desafío de Liu no fue concreto y no especificó ninguna posible retaliación. "Tendremos que esperar y ver", dijo. Pero el diplomático recalcó en China "nunca ha interferido en asuntos internos de otros países" y que Reino Unido "no tiene soberanía, jurisdicción o supervisión" sobre la excolonia desde su devolución. También lamentó que cada vez más políticos británicos identifiquen al gigante asiático como un “país hostil” o que vean como una "amenaza" la participación del gigante chino Huawei en el desarrollo de la red 5G del Reino Unido.

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Hong Kong ha vivido uno de sus años más convulsos desde que retornó a soberanía china en 1997 tras siglo y medio de dominación británica. Muchos en la ciudad creen que Pekín no honrará el acuerdo de entrega de 1984 en el que se comprometió a respetar el sistema democrático y económico de Hong Kong al menos durante 50 años. Sin embargo, el jefe de la legación diplomática china en el país europeo avisó que la aplicación de esa ley es potestad de Pekín.

"Hong Kong ya no es una colonia. Cualquier intento de obstruir la implementación de la ley de seguridad nacional en Hong Kong se encontrará con la oposición frontal de 1.400 millones de chinos", dijo Liu. "Estos intentos están destinados a fracasar".