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Cuenta atrás para atrapar a los 'Asesinos de Brabante', uno de los mayores traumas belgas
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CRÍMENES LLENOS DE VIOLENCIA

Cuenta atrás para atrapar a los 'Asesinos de Brabante', uno de los mayores traumas belgas

Los llamados ‘Asesinos de Brabante’ mataron a 28 personas en los años ochenta y son uno de los mayores misterios de la historia de Bélgica. Ahora se acelera la investigación

Foto: Fotografía de un sospechoso de los llamados "Asesinos de Bruselas" (Policía Federal Belga)
Fotografía de un sospechoso de los llamados "Asesinos de Bruselas" (Policía Federal Belga)

A sangre fría y sin aparente motivación, los conocidos como 'Asesinos de Brabante' aterrorizaron y traumatizaron Bélgica con una serie de ataques entre 1982 y 1985 en los que asesinaron a 28 personas e hirieron a 40. Nunca se llegó a capturar a ninguno de los integrantes, a pesar de que en ocasiones actuaron a cara descubierta. Es uno de los mayores misterios de la historia de un país que ahora intenta impulsar la investigación a contrarreloj, con la publicación esta semana de una fotografía enviada anónimamente de uno de los presuntos culpables. Todo esto para intentar cerrar la herida antes de que los asesinatos prescriban en 2025.

La banda, formada por tres hombres, actuaban con una violencia extrema y los botines con los que se hacían en supermercados, hostales y bares eran mínimos. Conocida en la parte flamenca del país como "la Banda de Nivelles", estaba formada por "el Gigante", considerado el líder; "el Asesino", que era quien mataba a la mayoría de víctimas; y “el Viejo”, que normalmente conducía el vehículo con el que llegaban al lugar del crimen.

Foto: Patrick Hutchinson evacúa a un contramanifestante de extrema derecha herido. (Reuters)

Cada poco tiempo el asunto vuelve a las primeras páginas de los periódicos belgas y los retratos robots siguen circulando.

En 2017 el asunto volvió a los titulares después de que, en su lecho de muerte Christiaan B, un antiguo agente de policía, hiciera una confesión a su hermano: "Yo soy el Gigante". Había formado parte de un desaparecido cuerpo de élite de la policía belga y según sus antiguas parejas había expresado su ideología de extrema derecha, lo que alimentó la teoría de que el grupo tenía vinculaciones y relaciones con la gendarmería o el ejército y que buscaba desequilibrar el país.

El Gobierno belga ha admitido que es una posibilidad que este grupo fuera un intento de la extrema derecha o izquierda de desestabilizar al Estado.

placeholder Bandera belga en la fachada del parlamento del país. (Reuters)
Bandera belga en la fachada del parlamento del país. (Reuters)

La situación de violencia e inestabilidad se hizo notar en aquellos años en Bélgica, por lo que no tardó en surgir también un grupo de extrema izquierda, llamadas Células Combatientes Comunistas, que causaron dos muertos entre 1984 y 1985 usando bombas para sus atentados.

"Grupos de élite" y cientos de test de ADN

Desde 2017 se han registrado más progresos en la investigación. En 2019 un antiguo policía, Philippe V, miembro también del mismo grupo de élite, fue detenido e interrogado bajo la sospecha de que había ocultado información y había ayudado a los “Asesinos de Brabante” durante una investigación en 1986. En su lecho de muerte Christiaan B no solo confesó ser “el Gigante”, sino que también acusó a otros policías. Las pruebas que se han ido conociendo apoyan la teoría de que existieron vinculaciones con las fuerzas del orden, algo que se sospechó desde muy pronto debido a la agilidad y habilidad con la que los asesinos utilizaban las armas. En cualquier caso varias de las víctimas del grupo fueron policías.

En enero la investigación quiso lograr un impulso pidiendo pruebas de ADN a cientos de belgas.

Ahora los juzgados han hecho pública una fotografía en la que se puede ver a un hombre de pelo rizado, gafas de sol e indumentaria militar cargando una SPAS-12 de la compañía italiana Franchi. La instantánea fue enviada de forma anónima a las autoridades en 1986, un año después de que la ‘banda de Neville’ desapareciera sin dejar rastro. Desde entonces ha formado parte de la investigación, pero sin dar resultado, por lo que los encargados han decidido ponerla en conocimiento del público a medida que el tiempo para cerrar la investigación se empieza a agotar.

placeholder Fotografía publicada por las autoridades. (Policía Federal Belga)
Fotografía publicada por las autoridades. (Policía Federal Belga)

El 9 de noviembre de 1985 es una de las fechas más señaladas en esta historia, la última vez que los ‘Asesinos de Bravante’ actuaron. Fue en un supermercado de la ciudad flamenca de Aalst, donde asesinaron a ocho personas, algunas de ellas agachadas sobre el suelo. Una de las víctimas fue una niña de ocho años que esperaba dentro de un coche en el parking del supermercado.

Y después desaparecieron. El país lo incluyó a su particular rosario de traumas. La cadena Delhaize, objetivo de este último ataque y de otro más, mantiene una recompensa de 250.000 euros para quien aporte una pista que ayude a avanzar en la investigación.

El tiempo corre a favor de los asesinos, que van ganando a las pesquisas gracias a las “tentativas de manipular la investigación” desde dentro

Las acciones de la banda eran muy violentas. Uno de sus primeros crímenes, en 1982, consistió en atracar un restaurante aislado en Beersel, donde robaron únicamente bebidas. Pero al dueño, de unos 70 años, lo torturaron y le dispararon ocho tiros en la cabeza. Las vinculaciones de la víctima con la extrema derecha, de hecho había combatido en la guerra civil española del lado de Franco, han hecho de este uno de los casos que más han intrigado a los investigadores y la opinión pública belga.

Las investigaciones se han acelerado porque en 2025 se habrán cumplido cuarenta años de la última actuación de la banda y los delitos habrán prescrito. Hasta ahora las investigaciones han arrojado pocos progresos.

El tiempo corre a favor de los asesinos y de sus cómplices, que van ganando a las pesquisas actuales gracias a las “tentativas evidentes de manipular la investigación” desde dentro, como admitió en 2017 Koen Geens, viceprimer ministro y ministro de Justicia. El parlamento belga ya consideró en el pasado que las pistas que apuntaban a vinculaciones con la policía habían sido ignoradas.

La policía belga solicita que, en caso de identificar al hombre de la fotografía, se llame al 0800/ 30 300 o, en caso de llamar desde el extranjero, al 00 32 2 554 44 88.

A sangre fría y sin aparente motivación, los conocidos como 'Asesinos de Brabante' aterrorizaron y traumatizaron Bélgica con una serie de ataques entre 1982 y 1985 en los que asesinaron a 28 personas e hirieron a 40. Nunca se llegó a capturar a ninguno de los integrantes, a pesar de que en ocasiones actuaron a cara descubierta. Es uno de los mayores misterios de la historia de un país que ahora intenta impulsar la investigación a contrarreloj, con la publicación esta semana de una fotografía enviada anónimamente de uno de los presuntos culpables. Todo esto para intentar cerrar la herida antes de que los asesinatos prescriban en 2025.

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