El alcalde italiano que regaña a quienes están en la calle: "Id a casa a jugar a la Play"
El alcalde de Bari se pasea por la ciudad e informa a los ciudadanos que se saltan el confinamiento:"¡Es una emergencia nacional! Las imágenes que llegan de Milán son reales"
Parece una broma, pero no lo es. Antonio Decaro, alcalde de Bari, una ciudad italiana situada en el "tacón" de la bota que es la península, se pasea por la ciudad regañando e intentando convencer a la gente que aún está por las calles de que se vaya a casa a cumplir el confinamiento.
"No está previsto el ping pong. No podéis jugar a ping-pong. A la PlayStation, id a jugar a la Play a casa. No se puede estar aquí, a casa", le grita a unos chicos que juegan en el paseo marítimo. Al amenazarles con la policía, ellos intentan defenderse y se le encaran porque no le reconocen. "Soy el alcalde de la ciudad", les informa Decaro indignado.
"Está prohibido. No se puede estar aquí, nos enfermamos. ¡Es una emergencia nacional! Las imágenes que llegan de Milán o de Bérgamo no son una serie de televisión, está pasando de verdad, están muriendo personas. ¡Me haréis ponerme enfermo a mí también, de un ataque al corazón!", les espeta a los paseantes de una mañana soleada cerca de la orilla del mar.,
"No me mire así, lo que tiene que hacer es respetar, hay un decreto. Como yo soy el alcalde de esta ciudad, haré que se respete este decreto. Si no, vendrá la policía y se lo llevará a casa", continúa regañando a otros viandantes.
"No se puede estar por la calle, ¿cómo os lo tengo que explicar?", se queja mientras hace ronda por las calles, plazas y parques de Bari.
En una explanada, Decaro se acerca a unos chicos sentados todos juntos en el césped. "No es posible, lo siento. Esto es una multitud. ¡Tenemos que estar en casa todos, es peligroso! Lo que vemos en las imágenes está pasando de verdad en otras partes y dentro de nada llega aquí también", recuerda.
"¿Por qué no cerráis el parque, entonces?", le pregunta un ciudadano. El alcalde responde: "Eso es lo que estoy haciendo, cerrándolo. Vamos, a casa, a casa. No se puede estar así, tenéis que levantaros. Es una cosa seria, no es normal que estemos todos en el parque. ¡Tenemos que sufrir unos cuantos días y después saldremos!"
"A casa, estoy haciendo que lo cierren (...) Tenemos que respetar las reglas, nos sirve a nosotros y a las otras personas, si no nos enfermaremos todos", continúa.
Parece una broma, pero no lo es. Antonio Decaro, alcalde de Bari, una ciudad italiana situada en el "tacón" de la bota que es la península, se pasea por la ciudad regañando e intentando convencer a la gente que aún está por las calles de que se vaya a casa a cumplir el confinamiento.