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Italia solo permite las actividades esenciales: "Es la crisis más grave desde la II GM"

Conte anuncia que sólo permanecerán abiertos los servicios básicos de supervivencia. Se mantiene un índice de mortalidad muy dispar entre las regiones más afectadas

Foto: Calles desiertas en Catania, Italia. (Reuters)
Calles desiertas en Catania, Italia. (Reuters)

Se estrecha más el círculo y se impide un poco más el tránsito de personas para quitarle piernas al virus, que ejemplificaban los virólogos. “Se cierra en toda Italia la actividad productiva que no sea estrictamente necesaria”, anunció el sábado por la noche en su cuenta de Facebook el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. La situación, ante la escalada de muertes y contagios que ha vivido el país en las últimas jornadas, ha llevado al mandatario a asegurar que están "enfrentando la crisis más grave de la Segunda Guerra Mundial. La muerte de tantos ciudadanos es un dolor que cada día se renueva”.

¿Qué queda abierto ahora en Italia? A la espera de conocer todos los detalles, los servicios básicos como son las tiendas de alimentación, servicio postal, transporte, servicio financiero y servicio postal”.

¿Convierte esto a Italia en una especie de Wuhan, la ciudad china donde prácticamente se prohibió cualquier tipo de movimiento sin control? Lo acerca, pero aún las medidas están lejos de ese modelo mientras no haya un control de las personas que salen a hacer la compra, pasean el perro, hacen deporte… y se intensifiquen los controles policiales. La reducción de movimiento en estos días ha sido importante, pero la medida que hoy están pidiendo los virólogos de dejar las calles completamente vacías, no se está produciendo con rotundidad. En las últimas jornadas se han hecho virales videos como el rapapolvo que el vicepresidente de la Cruz Roja de China, Yang Huichuan, parte de una delegación de médicos chinos en Milán, echó en una rueda de prensa a Italia. El doctor exponía su preocupación por el panorama que había encontrado: “Las medidas que se han tomado son demasiado poco rigurosas. Si no se cambia esto, el virus seguirá circulando (…) No están llevando a cabo políticas de cierres de calles, el transporte público todavía funciona, la genta circula, hay cenas y fiestas en los hoteles y la gente no lleva máscaras”, dijo el doctor.

No hace falta que llegara la llamada de atención desde China, otro imagen significativa ha sido la del alcalde de la ciudad de Bari, Antonio Decaro, abroncando a los ciudadanos que encontraba en las calles y pidiéndoles que se vayan a sus casas.

Ante ese panorama, las medidas anunciadas este sábado pretenden doblegar la curva ascendente de fallecidos y sobre todo contagios. La escalada de muertos de este momento, 792 este sábado, es una terrible cosecha de los contagios de hace dos o tres semanas. Estas medidas, explicaba Conte, “necesitan tiempo”. Esta semana, cuando ya se cumplen las dos primeras semanas de la cuarentena general, quizá se vea ya algún resultado.

Seis países dentro de un país

Mientras, con las regiones como Lombardía, principal foco del virus y donde se acumulan casi dos de cada tres fallecidos, endureciendo a la vez internamente el encierro con mayor vigilancia policial y aumento de multas y denuncias, la realidad muestra una Italia muy dispar en la capacidad de mortalidad de la enfermedad. En todas las regiones más afectadas, de similares condiciones sociales y médicas, las diferencias son muy llamativas. Parece que hubiera seis países distintos dentro de un mismo país. Sobre las regiones que acumulan oficialmente más de 1000 casos, la tasa de mortalidad sobre esos contagios es la siguiente en orden de mayor a menor por sus casos confirmados de contagios (cálculo hecho sobre los datos facilitados ayer por el Gobierno):

Entre el 12,1% de Lombardía y el 3,1% del Véneto, la diferencia es demasiado abultada para una capacidad de camas de UCI por habitante similar. Se podría pensar entre ambas regiones en el colapso sanitario que la panemia ha provocado en la primera, pero regiones como Liguria, con muchos menos casos que el Véneto, tienen también una mortalidad del 10,5%, más de siete puntos por encima de la región véneta. Toscana y Lazio, con una 3,5% y un 4,2% de mortalidad, también se alejan mucho del alto y hasta ahora inexplicable ratio de otras regiones.

Estadísticamente, la única diferencia palpable es el ratio de test de contagio realizados por habitante. El Véneto ha hecho un 1,1% de test sobre su población. Es decir, uno de cada cien habitantes de la región habría sido controlado (cifra no exacta porque algún caso con síntomas podría haber repetido la prueba). Su gobernador insiste en su decisión de hacer pruebas aleatorias a toda la población. Hasta ahora, el Véneto es el caso de éxito más destacado.

¿Qué ratio de pruebas sobre población tienen el resto de regiones? Pues todas están porcentualmente muy alejadas del Véneto. Lombardía ha hecho un 0,6% y Emilia-Romaña, un 0,5%, mientras que todo el resto de regiones con más de 1000 casos se mueve entre un 0,3% y un 0,2% de pruebas al total de la población.

Se estrecha más el círculo y se impide un poco más el tránsito de personas para quitarle piernas al virus, que ejemplificaban los virólogos. “Se cierra en toda Italia la actividad productiva que no sea estrictamente necesaria”, anunció el sábado por la noche en su cuenta de Facebook el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. La situación, ante la escalada de muertes y contagios que ha vivido el país en las últimas jornadas, ha llevado al mandatario a asegurar que están "enfrentando la crisis más grave de la Segunda Guerra Mundial. La muerte de tantos ciudadanos es un dolor que cada día se renueva”.

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