¿Cuántos serán? Milán asume que hay miles de contagios que nunca se conocerán

En Milán, donde se acumulan 1.750 casos oficiales de coronavirus (13.272 en la región de Lombardía) empiezan a asumir que el número real de contagios por Covid-19 nunca se sabrá del todo: creen que habrá miles de casos que no saldrán en las estadísticas y se tendrán que curar (o ya estarán curándose) por sí solos en sus casas.

"¿Cuántos serán (esos casos desconocidos)?", se pregunta hoy el diario italiano Il Corriere della Sera. "Una marea. Estarán enfermos en sus casas. Con sus familias, a las que están también infectando. El número real nunca lo sabremos", responde uno de los médicos de familia entrevistado y del que no desvelan el nombre. Otro doctor añade: "Si los pacientes no llegan con una crisis respiratoria grave, no entran en el hospital, por lo que nunca serán registrados. Pero tienen el coronavirus, eso seguro".

Ninguno de los dos médicos hablan con los datos de las pruebas en su mano, pero expresan, según ellos, "certezas que provienen de la experiencia". "Allá fuera, en la ciudad, existe un número enorme de enfermos de coronavirus que se buscarán la vida solos. Hablamos con ellos por teléfono, son muchos", insisten.

Con el sistema sanitario saturado, el protocolo que les han pedido seguir a los médicos de familia es que intenten dejar lo máximo posible los enfermos en casa, que se convierten así en lo que denominan como pacientes 'sumergidos'.

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Il Corriere ha entrevistado a ocho médicos de familia para saber cómo gestionan la situación, que se parecerá mucho, según indican todas las previsiones, a la que vivirá España dentro de unos días.

Los pacientes 'sumergidos' existen porque el sistema sanitario no puede ocuparse de ellos: "Las indicaciones son claras. Si tenéis pacientes con síntomas del Covid-19, tratadlos como tal, consideradlos positivos, monitorizadlos y que se queden aislados, tal y como dice la ley. Pero identificadlo solo si tenéis la certeza de que haya tenido contacto de riesgo con un contagiado. Sin embargo, muchas personas no saben ni siquiera si han tenido un contacto de riesgo, así que están en casa pasando días y días con fiebre de 39 grados, con pánico a empeorar. Esto siento cada mañana en su voz, el pánico", explica una de las doctoras que participa en el reportaje.

Roberto Scarano, doctor y cirujano, se queja de que ellos tendrían que tener la posibilidad de ir a visitar a los pacientes para entender de verdad cuáles son sus condiciones, pero no cuentan con sistemas de protección adecuados. El resultado acaba siendo que los enfermos ingresan en el hospital cuando están en condiciones muy graves y cerca "del no retorno", con lo que, aunque se hagan todos los esfuerzos, "puede ser demasiado tarde", reflexiona otro médico.

La misma doctora subraya que ha podido comprobar ella misma que muchos enfermos 'sumergidos' son casos de coronavirus que el sistema no registrará nunca: "Tengo una docena de pacientes todos con síntomas idénticos, fiebre alta y tos. Cinco de ellos, antes del decreto de cierre, fueron a Engadina (Suiza)y se quedaron allí. Pidieron que se les hicieran la prueba, ya que en Suiza es posible pagando. Y para los cinco el resultado fue el que para mí ya era obvio: positivo".

Irven Mussi, otro médico, destaca que los casos que conocemos son "la punta del iceberg", ya que la prueba se le hace solo a los pacientes graves, pero los médicos de familia como ellos hablan también con pacientes con síntomas mucho más difusos, por lo que el número de enfermos, por lo tanto, "no es real". "Y eso sin contar a los asintomáticos", añaden.

Massimo Galli, resposable del departamento de Enfermedades infeccionesas del Hospital Sacco, admite que es "difícil decir cuántos son los positivos por el virus que no han sido aún contabilizados".

"Si se tiene como referencia el número de muertos en Lombardía y se compara con otros lugares donde se han hecho controles al azar, nos podemos imaginar que hay muchas personas infectadas que no hemos registrado y que están contribuyendo a difundir el virus. A lo mejor se han puesto malos y ya están curados. La clave sería poder reconstruir los contactos entre los contagiados -al menos en las zonas donde la epidemia no se ha propagado del todo-, para intentar limitar el contagio. Pienso en otras regiones pero también en Milán, para poder ganar la batalla en la ciudad", afirma.