Serenatas contra el coronavirus: Italia sale a cantar a los balcones para conjurar el miedo

Desde el lunes, Italia vive una férrea cuarentena para frenar la descontrolada expansión del coronavirus que la ha convertido en uno de los peores focos de la pandemia. Con el tránsito restringido, tiendas y restaurantes cerrados y recomendación de permanecer en casa, las calles del país transalpino habían caído en una especie de letargo en los primeros compases del gran encierro colectivo. Y entonces, se hizo la música.

En esta escena, en la Plaza Prati degli Strozzi de Roma, cientos de italianos entonan a coro desde sus balcones el himno del país para conjurar la incertidumbre y el miedo de adentrarse en terreno desconocido. Se oyen aplausos entre los pomposos acordes mientras suena la letra, muy propicia para la ocasión: “Unámonos, amémonos / La unión y el amor / Revelan a los pueblos / Los caminos del Señor”.

“En Siena cantan el ‘Canto della Verbena’ desde sus hogares. Exorcizar el miedo, sentirse menos solo. Ciudades que se encuentran redescubriendo comunidades. Este virus pasará, lo lograremos, y estaremos más unidos y más fuertes que antes”, escribió el europarlamentario italiano Nicola Danti al compartir uno de los videos.

La espontánea iniciativa tiene algunos momentos más logrados que otros, pero el objetivo es el mismo: reforzar el sentimiento de estar juntos en esto. Algunos vecinos del barrio turinés de San Salvario decidieron poner la Macarena a todo volumen y salir a sus balcones a bailar juntos “porque a pesar de los momentos tristes e inciertos en nuestro vecindario, siempre hay alegría y esperanza", explicó Lucrezia Calamusa, una de las vecinas que grabó el video, a la prensa italiana.

Los medios y las redes se han llenado de consejos y expertos para sobrellevar los efectos psicológicos del aislamiento. Ejercicios, juegos de mesa o el ocio digital llenan páginas de sugerencias. Pero el fenómeno de las serenatas del fin del mundo, como las registradas en Nápoles, donde algunas personas salieron a sus balcones a cantar y tocar, han tocado una fibra sensible de una sociedad que hacía décadas no se enfrentaba a una emergencia de estas características. "El sentido de comunidad, de destino común, la voluntad de vivir a pesar de todo", resumió en Twitter un usuario.