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Twitter te lo da, Twitter te lo quita: la foto del barrendero dormido que sacude Francia
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Twitter te lo da, Twitter te lo quita: la foto del barrendero dormido que sacude Francia

Allí, a plena luz del día y con su indumentaria de barrendero, Adama fue fotografiado por una viandante que publicó la imagen en redes sociales y que se quejó de la situación

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Era una tarde de septiembre de 2018. Adama Cissé recogía los desechos de París como llevaba haciendo desde 2011. Agotado por el esfuerzo físico, Adama comenzó a resentirse de una lesión que había tenido en uno de sus pies. Decidió quitarse las botas de trabajo y aprovechar su tiempo de descanso -unos 20 minutos normalmente- para tomar una pequeña siesta. Se recostó en el alféizar de una cafetería y se durmió.

Allí, a plena luz del día y con su indumentaria de barrendero, Adama fue fotografiado por una viandante que publicó la imagen en redes sociales y que se quejó de la situación. La ciudadana cuestionó si era a eso a lo que iban destinados los fondos públicos. "La persona que hizo la foto no trató de entender la situación, no le importó mi salud...", comenta Adama, inmigrante nacido en Mali, en declaraciones recogidas por 'Le Monde'.

"Hoy tenemos jueces en cada esquina con sus ‘smartphones’, listos para juzgar a cualquiera"

Un mes después de lo sucedido, según el relato de sus abogados a medios locales, la empresa que se encarga de la recogida de basuras en París decidió echarle argumentando que su acción había supuesto un menoscabo a la imagen pública de la compañía. Este hombre de 37 años y padre de un bebé de 3 meses, ha llevado a su anterior empresa a los tribunales, adonde ha llegado el caso este 14 de enero y la corte no tomará una decisión hasta el 19 de junio. Según la entidad, fue despedido por una falta "grave" y desconocían que tenía dolencias.

En 2018, la fuerza de las redes sociales y los comentarios de una ciudadana indignada con una imagen fuera de contexto, terminaron con el despido de Adama. “Hoy tenemos jueces en cada esquina con sus ‘smartphones’, listos para juzgar a cualquiera”, dice hoy su defensa.

Sin embargo, ahora estas mismas herramientas y jueces se han activado en sentido contrario. Muchos usuarios de Twitter se han movilizado en distintos ámbitos para apoyar al damnificado.

Quizá, la iniciativa más llamativa es la dirigida a retratar a personajes públicos que también han sido cazados durmiendo. En concreto, la campaña apunta a los políticos que han sido cazados cerrando los párpados cuando se encontraban en pleno ejercicio de sus funciones. En alguna de las instantáneas compartidas por los usuarios en este sentido se puede ver a políticos como Manuel Valls, exprimer ministro francés y ahora concejal en Barcelona. Esta misma semana, el eurodiputado y exministro José María García-Margallo fue captado por las cámaras echando una cabezada. Algunos se preguntan que, si han permitido que sus representantes políticos se queden dormidos alguna vez, ¿por qué no van a hacerlo con Adama?

Otras personas indignadas por las circunstancias que han rodeado al barrendero, han optado por poner el foco en la mujer que compartió la imagen de Adama en redes sociales y que desencadenó la crisis. Adama ha llegado incluso estos días a los platós de televisión. Incluso, según recogen varios medios, algunos sindicatos han acudido a la sede de la empresa de limpieza para pedir su restitución durante la huelga en Francia.

En alguna plataforma de 'crowdfunding' Leetchi, ya hay quienes han comenzado a reunir un "bote" con pequeñas aportaciones ciudadanas que, hasta el momento, han acumulado algo menos de 500 euros para el afectado que, según relatan los medios locales, se encuentra en una situación precaria.

Adama lamenta que no encuentra trabajo y que la situación en su familia comienza a ser cada vez más difícil. Pero la campaña a su favor y la repercusión del caso en la opinión pública podrían devolverle lo que las redes le quitaron. Por ahora, desde el Ayuntamiento de París han sugerido a Adama que se presente a los procesos de selección.

Era una tarde de septiembre de 2018. Adama Cissé recogía los desechos de París como llevaba haciendo desde 2011. Agotado por el esfuerzo físico, Adama comenzó a resentirse de una lesión que había tenido en uno de sus pies. Decidió quitarse las botas de trabajo y aprovechar su tiempo de descanso -unos 20 minutos normalmente- para tomar una pequeña siesta. Se recostó en el alféizar de una cafetería y se durmió.

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