¿Islandia prohíbe enseñar religión? No, aunque camina hacia la secularización total

Algunos la llaman la era de la 'posverdad', pero lo cierto es que el avance de la tecnología (y especialmente de las redes sociales) ha ido asociado a una difusión cada vez mayor de contenidos catalogados como 'fake news': momentos clave como unas elecciones o un periodo de protestas, como las recientes de Cataluña, suelen ser escenarios más propicios para que crezcan y se reproduzcan estos bulos, aunque lo cierto es que están siempre ahí. Recientemente, varios medios se han hecho eco de una información que asegura que Islandia ha prohibido que se enseñe religión a menores de 21 años, titular que lleva algo menos de dos años dando la vuelta al mundo y del que esta semana ha vuelto a hacerse eco la comunidad usuaria de las redes sociales.

El origen de este bulo viene de un blog llamado 'Laughing in disbelief' ('Riéndote desde la incredulidad'), instalado en una comunidad de medios que ofrece información sobre diferentes religiones desde una perspectiva aconfesional. El artículo original se publicó el 27 de agosto de 2018, con el titular 'Islandia incrementa la edad de consentimiento religioso a los 21 años', que ha sido difundida por portales como 'Noticia Cristiana' o 'Noticias y protagonistas': el primero tiene sede en Santiago de Chile, el segundo en Buenos Aires (Argentina). 'Noticia cristiana', que cuenta con más de 90.000 seguidores en Twitter, se define como un portal que recoge información sobre "cristianos perseguidos a nivel mundial", publicó la noticia al tiempo que la original, citando como fuente original la comunidad Patheos. El segundo, con sede en la capital chilena, se ha hecho eco de esta 'información' este mismo viernes, cuando ha vuelto a dar la vuelta a medio mundo: en este caso, ni siquiera hay fuentes citadas, a pesar de que el texto es exactamente el mismo que el del anterior portal.

Las dos noticias (falsas) apelan a la aprobación de una supuesta Ley de Adoctrinamiento Religioso Mínimo Nacional, que elevaría la edad mínima para poder 'adoctrinar en cualquier confesión' a los 21 años. Lo cierto es que la Constitución islandesa, instituida en 1944, prevé en la sección VI diferentes artículos en materia de religión que establecen la libertad de confesión del pequeño país y la Iglesia Evangélica Luterana como la confesión de Estado; no obstante, todas las religiones registradas reciben apoyo económico a través de un impuesto eclesiástico que el Estado recoge entre los propios miembros de las congregaciones.

El artículo 63 de la Constitución islandesa deja claro que "todas las personas tienen derecho a formar asociaciones religiosas y a practicar su religión de conformidad con sus convicciones individuales", con una excepción: "No se puede predicar ni practicar nada que perjudique la buena moral el orden público". En el siguiente artículo se prevé, además, que todos los ciudadanos "son libres de permanecer ajenos a una asociación religiosa". "Nadie está obligado a pagar ninguna cuota personal a ninguna asociación religiosa de la que no sea miembro", señala.

De un blog satírico a la realidad religiosa

El blog 'Laughing in disbelief' en el que se publicó este artículo originalmente deja claramente en su cabecera que se trata de un medio satírico: 'Libertad, igualdad, absurdidad' es su lema. En una de las pestañas a las que se puede acceder desde el menú principal se llega a una explicación del blog: "Probablemente hayas pinchado en un enlace de una historia y por eso estás aquí. La historia que estás leyendo es satírica", arranca el autor del blog, Andrew Hall. "La sátira es la manera en que los débiles pueden devolver golpes a los fuertes. Los fuertes tienen riqueza. Los que somos diferentes necesitamos usar otras herramientas. Tenemos la risa. Y la esperanza". Este blog está alojado en Patheos, que es una comunidad de medios de información sobre diferentes religiones, con carácter aconfesional. Pero el blog, insisten, es la 'parte satírica' de esta comunidad.

Según datos publicados en diciembre de 2018, durante ese año se redujo el número de islandeses registrados como miembros de la confesión estatal (Luterana), al tiempo que se registraba un crecimiento en los seguidores del humanismo ético, la Ásatrú —la recreación moderna del paganismo germánico del centro y norte de Europa— y el Islam.

En otra encuesta, elaborada por la Asociación de Humanistas Éticos de Islandia, publicada en enero de 2016 por la revista 'Iceland Magazine' los datos parecían indicar que Islandia camina hacia una secularización cada vez más generalizada: menos de la mitad de los islandeses jóvenes estaban inscritos en alguna confesión religiosa, y más del 40% se consideraban ateos. De hecho, el 93,3% de los menores de 25 años consultados no aceptaban como real la historia de la creación reproducida por la religión católica. Este mismo mes, la ministra de Justicia islandesa Áslaug Arna Sigurbjörnsdóttir escribía un artículo de opinión en un periódico nacional en el que aseguraba que la Iglesia de Islandia (la luterana) es totalmente capaz de cumplir su papel de manera independiente, sin necesidad del Estado.

La Iglesia luterana, que ha tenido un estatus especial dentro del Estado islandés desde que se firmó la Constitución, "seguirá funcionando y mucha gente seguirá yendo aunque la separación completa entre Iglesia y estado se convierta en una realidad", escribía. "De hecho, caminar hacia esta separación total es inevitable", aseguraba, matizando, no obstante, que hasta que esto ocurra la comunidad luterana seguirá "disfrutando del apoyo y la tutela del Gobierno islandés de conformidad con la Constitución".