El mayor azote de Boris Johnson: esta es la mujer liberal que puede frenar el Brexit

En 2005, con apenas 25 años, se convirtió en la diputada más joven de Westminster. La llamaban la “Baby of the House”. Los parlamentarios la trataban con actitud incluso paternalista. Al fin y al cabo, era la pequeña de los Liberaldemócratas, una formación "inofensiva" en el complejo -y tan poco representativo- sistema electoral británico, que siempre ha favorecido el bipartidismo.

Sin embargo, las miradas que ahora dirigen en Westminster a Jo Swinson (Glasgow, 1980) son muy diferentes, sobre todo desde la bancada de los 'tories'. No ha cumplido los cuarenta, pero puede arruinar los planes de Boris Johnson para conseguir la ansiada mayoría absoluta en los comicios anticipados que todo el mundo da por hecho se celebrarán más tarde o temprano en el Reino Unido. Las últimas encuestas ya sitúan a los Liberaldemócratas por delante de los laboristas.

Desde 2005, tanto los Liberaldemócratas como la propia Swinson han realizado un viaje interesante. Duramente castigados en las urnas por su alianza con el gobierno conservador de David Cameron, que casi los borró del espectro político, el Brexit les ha vuelto a dar voz. Y si logran formar Gobierno, prometen ahora revocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que da inicio al Brexit) sin necesidad de un nuevo referéndum.

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"Me presento ante vosotros como candidata a primera ministra", señalaba este miércoles la escocesa durante el discurso de clausura del congreso anual que la formación ha celebrado Bournemouth. Se trataba de su primera gran intervención desde que en julio fuera elegida -por un amplio margen- la líder más joven del partido y la primera mujer en ocupar el cargo.

Se antoja bastante complicado que acabe en Downing Street. Pero los liberaldemócratas sí podrían convertirse en la llave para equilibrar un Parlamento terriblemente fragmentado. Y, en este sentido, los analistas advierten que Johnson debe temer más por Swinson que por el propio Jeremy Corbyn, líder de la oposición laborista.

Durante un discurso de lo más pasional, llevado a cabo sin atriles ni notas, la joven política fue sumamente dura con el actual inquilino del Número 10. "Silenciando a los críticos, purgando a los oponentes, ignorando la ley. Para alguien que proclama odiar a los dictadores socialistas, está haciendo una muy buena caracterización de uno de ellos", aseveró.

Asimismo, también dedicó unas palabras al líder laborista, al que ha echado en cara la pasividad mostrada durante la campaña del referéndum de 2016. "Corbyn es un 'brexiter' por naturaleza", recalcó.

Swinson sabe que las críticas hacia el líder de la oposición son igual o incluso más necesarias que las realizadas a Johnson. Al fin y al cabo, la estrategia más fácil para los conservadores es la de "vota a Swinson y tendrás a Corbyn".

De ahí que la escocesa haya marcado desde el principio las distancias, negándose a apoyar un Gobierno temporal pro-UE liderado por el laborista, para desbloquear la crisis sin precedentes que se vive en Westminster. "Él no está capacitado para ser primer ministro", añade.

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Criada en East Dunbartonshire (Escocia), se afilió a los liberaldemócratas con 17 años y estudió Administración en la prestigiosa London School of Economics. Durante el Gobierno de coalición con los 'tories' (2010-2015) asumió distintos puestos en el Gabinete, como el de secretaria de Estado para Mujeres e Igualdad.

Está casada con Duncan Hames, en su día también diputado de la formación, con el que tiene dos hijos, un dato que se reseña porque en septiembre de 2018, hizo historia al convertirse en la primera diputada en llevar a su bebé a la Cámara de los Comunes, durante un debate sobre cómo sus señorías podían transferir sus votos durante su baja de maternidad o paternidad.

Si ganamos no vamos a negociar un nuevo acuerdo. Ningún acuerdo del Brexit va a ser bueno

En 2015 perdió su escaño, pero volvió a recuperarlo dos años más tarde. Durante ese tiempo, montó su propio negocio y publicó un libro, titulado 'Igualdad de poder: y cómo puedes hacer que suceda'.

Las gradas se pusieron en pie este miércoles tras escuchar su discurso entusiasta. El gran reto ahora es trasladar la efusividad de los afiliados a la calle. Aunque analizando cómo han ido las últimas citas con las urnas, los liberaldemócratas tienen razones para el optimismo.

A costa de los 'tories'

En las últimas elecciones locales, consiguieron más de 700 nuevas consejerías, a costa precisamente del batacazo 'tory'. En las europeas, quedaron en segunda posición, por detrás del partido euroescéptico de Nigel Farage. En definitiva, se ha demostrado que los británicos no se definen ahora por apoyar a la izquierda o derecha. La división la marca pro-Brexit o pro-UE.

Y si los comicios adelantados se celebran antes de que el divorcio con el bloque haya quedado zanjado, Swinson quiere convertirse en la mejor representante para los que apuestan por la segunda opción. De ahí que prometa ahora revocar el Artículo 50, sin necesidad de un nuevo plebiscito.

Algunos en la formación lo consideran un poco arriesgado por miedo a que puedan ser tachados de antidemocráticos. Pero los asesores van a por todas. "Si ganamos no vamos a negociar un nuevo acuerdo. Ningún acuerdo del Brexit va a ser bueno. ¿Qué pregunta plantearíamos por tanto en un segundo referéndum? Hay que ser coherentes y honestos con el electorado", asegura una fuente de partido.

En 2010, los liberaldemócratas ya consiguieron ser los grandes protagonistas cuando las urnas dejaron el primer parlamento sin mayorías desde 1974. El entonces líder, Nick Clegg -cuya popularidad se comparó con la del mismísimo Winston Churchill- decidió formar gobierno de coalición con los 'tories' de David Cameron.

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Aquello les pasó una gran factura y en los comicios de 2015, la formación pasó de 57 a 8 escaños. Cameron logró una inesperada mayoría absoluta por ganar en distritos anteriormente de los liberaldemócratas.

En 2017, remontaron mínimamente para hacerse con 12 diputados. Pero ahora, tras acoger a los 'tories' y laboristas desertores moderados, cuentan con 18 asientos en la Cámara Baja. El último fichaje se realizó el pasado fin de semana, cuando el exconservador Sam Gyimah, una joven promesa del partido 'tory', se cambió de bando alegando que Johnson era un "populista".

El partido duplica los socios

Las encuestas otorgan ahora a los Liberaldemócratas el 19% en intención de voto, frente al 23% del Partido Laborista, el 31% del Partido Conservador y el 12% del Partido del Brexit. Su membresía se ha duplicado hasta llegar a los 120.000 (comparado con los 160.000 de los 'tories') y están atrayendo más donaciones que nunca.

Los más cautelosos apuestan por ser realistas y concentrar sus recursos en los distritos donde cuentan con más posibilidades, ya que el sistema electoral británico aplica el "todo para el ganador" en distritos uninominales, lo que se traduce en una mínima representatividad y favorece el bipartidismo de grandes partidos. Pese a todo, los más ambiciosos quieren asegurarse hasta 100 parlamentarios.

En los cuarteles generales de conservadores y laboristas existe cierta preocupación sobre cuál será el éxito de Swinson. Sobre todo hay nerviosismo en las filas 'tories'. De los 50 principales distritos que figuran ahora como objetivo para los liberaldemócratas, sólo siete están representados por laboristas. En definitiva, si los votantes de estas circunscripciones clave cambian su voto de 'tories' a liberaldemócratas (como muchos han hecho ya en los últimos comicios locales y europeos), Johnson se quedará sin su sueño de conseguir su ansiada mayoría absoluta.