Kovesi estará al frente de la Fiscalía Europea pese a la persecución del gobierno rumano

Laura Kövesi, exfiscal anticorrupción de Rumanía, ha obtenido el “apoyo suficiente” de los Estados miembros para ponerse al frente de la futura Fiscalía Europea, según han explicado fuentes diplomáticas a El Confidencial. Ahora los negociadores del Consejo se reunirán con los del Parlamento Europeo, tras lo cual deberá celebrarse un voto final entre los Estados miembros.

La candidatura de Kövesi afrontaba muchas complicaciones: había sido expulsada de su puesto por el Gobierno después de haber perseguido y encarcelado a numerosos políticos, entre ellos al líder del Partido Socialista rumano, Liviu Dragnea, que controlaba el Ejecutivo desde el exterior, al no poder ser primer ministro por una inhabilitación que llegó tras una investigación de Kövesi.

Cuando la rumana se presentó al puesto para dirigir la futura fiscalía europea, el Gobierno reforzó su campaña contra ella. Bucarest se negaba a permitir que el resto de capitales eligieran a Kovesi, y de hecho la mayoría de países apoyaban a otro candidato, el francés Bohnert.

El Parlamento Europeo, sin embargo, defendía la candidatura de Kövesi. España también lo hacía. Diplomáticos españoles habían ayudado a la rumana en la puesta en marcha de la oficina anticorrupción en Rumanía. Pero otros Estados miembros creían que, aunque tuviera un perfil adecuado, el nuevo puesto conllevaba un trabajo técnico y administrativo para el que era mejor contar con alguien con una experiencia más dilatada.

Laura Kövesi llegó al cargo de fiscal anticorrupción de Rumanía en mayo de 2013. Desde entonces sentó ante los tribunales a primeros ministros, ministros, miembros del Parlamento y muchos otros cargos políticos. La rumana se convirtió en la persona de confianza de Bruselas en un país con una corrupción rampante. Hasta julio de 2018, cuando fue relegada del cargo por orden del Tribunal Constitucional rumano, pero con una fuerte oposición por parte del presidente conservador de la república, contrario al Gobierno socialista.

Tras su salida, la Comisión Europea alertó de un aumento de la corrupción y la impunidad en Rumanía, amenazando, incluso, con la activación del artículo 7 de los Tratados, que sirve para sancionar a los Estados miembros que atacan los valores europeos. Las tornas empezaron a girar cuando Dragnea entró en prisión, y el Gobierno rumano, ahora liberado del control continuo del líder socialista, anunció un cambio de política, parar la marcha atrás en la lucha contra la corrupción.