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Johnson se queda (casi) sin margen de maniobra para evitar una prórroga del Brexit
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QUIERE ELECCIONES ANTICIPADAS

Johnson se queda (casi) sin margen de maniobra para evitar una prórroga del Brexit

"Antes muerto en una zanja que volver a pedir a Bruselas una nueva extensión del Brexit", ha declarado el premier, quien sin embargo apenas tiene opciones

Foto: El primer ministro británico Boris Johnson. (Reuters)
El primer ministro británico Boris Johnson. (Reuters)

Boris Johnson siempre ha hecho gala de poseer un don especial para la oratoria. Su propio padre recuerda cada vez que puede que, siendo estudiante, logró improvisar al propio Shakespeare en una función de colegio. Por lo que, de alguna manera, la frase que el primer ministro pronunció este jueves se enmarca dentro de la teatralidad que va ligada a su persona: "Antes muerto en una zanja que volver a pedir a Bruselas una nueva extensión del Brexit". La pregunta es: ¿tiene realmente margen de maniobra?

Tras cosechar cuatro derrotas en Westminster, o lo que es lo mismo, perder todas las votaciones que han tenido lugar hasta ahora desde que se mudó a Downing Street, el líder tory considera que la convocatoria de elecciones anticipadas para el 15 de octubre es la única vía para desbloquear el caos que atraviesa la política británica.

Foto: Ilustración: Raúl Arias.

Sin embargo, tiene muy complicado conseguir sacar de nuevo las urnas, a menos que no pida oficialmente a Bruselas una nueva extensión de plazos. En definitiva, su gran promesa de sacar al Reino Unido de la UE -con o sin pacto- para el 31 de octubre está cada vez más en el aire.

El pasado mes de agosto, en una jugada maestra, Johnson pidió - y obtuvo- de la reina Isabel II la orden para derogar la actividad en Westminster entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre precisamente para que los parlamentarios no se interpusieran en sus planes. Pero, tras el receso estival, los diputados también han sabido jugar sus cartas y han conseguido que el líder tory pierda, además de la mayoría, el control de la situación.

En este contexto, tras su fallido intento el miércoles por la noche, el premier volverá a pedir el próximo lunes a la Cámara de los Comunes su apoyo para sacar las urnas. Necesita el respaldo de dos tercios de los 650 diputados. Para entonces, el proyecto de ley presentado por el laborista Hillary Benn -que solicita una nueva prórroga hasta el 31 de enero de 2020- ya estará convertido en normativa.

Tentar a los laboristas

El Gobierno no ha puesto ningún obstáculo en la tramitación de la ley precisamente para que los laboristas apoyen su iniciativa de celebrar comicios adelantados. Sin embargo, las filas de Jeremy Corbyn no acaban de fiarse de Johnson. No sólo quieren la aprobación de la normativa, sino que demandan al líder tory que solicite oficialmente a Bruselas una nueva prórroga.

A pesar de que la líder de los independentistas escoceses del SNP, Nicola Sturgeon, llegó a plantear a principios de semana que si la ley estaba ratificada podría dar su respaldo al Gobierno para convocar las urnas, ahora, presionada por sus propios diputados, se habría replanteado su postura. Al igual que los laboristas y los liberaldemócratas, los nacionalistas escoceses también quieren ahora asegurar primero que la opción para sacar al Reino Unido del bloque sin pacto para el 31 de octubre queda totalmente descartada.

Suicidio político

Para Johnson sería prácticamente un suicidio político no cumplir su gran promesa de salir de la UE para Halloween, por lo que en Downing Street barajan estos días todo tipo de escenarios para forzar antes los deseados comicios.

La prensa habla incluso de la posibilidad de que el propio Ejecutivo presente una moción de confianza contra el Gobierno para forzar elecciones. Una jugada rocambolesca pero, a día de hoy, no imposible en el circo en el que se ha convertido la política británica.

Sea como fuere, el Gobierno no tiene mucho margen de maniobra porque la actividad en Westminster, por expreso deseo de Johnson, quedará suspendida el próximo 10 de septiembre. Si se tiene que esperar a que los diputados retomen la agenda el 14 de octubre, no hay tiempo material para sacar la urnas a finales del próximo mes.

"Traición" familiar

La situación, por tanto, es complicada para el líder tory que ha tenido que afrontar además la dimisión de su propio hermano, Jo Johnson, como secretario de Estado de Universidades. En un comunicado, éste último explicaba que le estaba siendo ya imposible lidiar entre la "lealtad familiar" y el "interés nacional".

Foto: Boris Johnson y su hermano, Jo Johnson. (Reuters)

No era ningún secreto que los hermanos sostienen posturas muy dispares respecto a la cuestión europea. Es más, Jo llegó a dimitir del anterior Ejecutivo de Theresa May para defender un nuevo referéndum. Pero el hecho de que presente su renuncia precisamente en esta semana clave empeora aún más la situación para el primer ministro: ¿Si no puede convencer a su propio hermano sobre su plan del Brexit, por qué debería confiar en él el resto de la nación?

Aparte de la batalla política, el Ejecutivo tiene que lidiar también con otras batallas legales. El Tribunal Superior de Justicia de Londres decidirá este viernes si la derogación de la actividad parlamentaria socava la soberanía de las dos Cámaras, después de la demanda presentada por Gina Miller. La activista ya forzó en 2017 al Ejecutivo de May a pedir permiso a los diputados antes de solicitar a Bruselas la activación del artículo 50 para comenzar con las negociaciones de divorcio.

La suspensión del Parlamento supondría "un abuso de poder"

La conocida empresaria considera ahora que la suspensión del Parlamento en un "momento crítico" para el Reino Unido supone un "abuso de poder" del primer ministro. A la querella se han sumado el exprimer ministro conservador John Major, el abogado escocés James Wolffe, el Gobierno de Gales y la portavoz laborista en temas jurídicos Shami Chakrabarti. Tras conocerse el fallo, está previsto que la parte perdedora presente un recurso de apelación ante el Supremo.

En un caso similar, el Tribunal de Sesiones de Edimburgo falló el miércoles a favor de Johnson, al considerar que actuó dentro de la legalidad. Por otra parte, un representante de las víctimas de terrorismo en Irlanda del Norte, Raymond McCord, ha presentado otra demanda contra el Gobierno ante el Alto Tribunal de Belfast advirtiendo de las consecuencias de un Brexit sin por las bravas para el Acuerdo de Paz de Viernes Santo.

Boris Johnson siempre ha hecho gala de poseer un don especial para la oratoria. Su propio padre recuerda cada vez que puede que, siendo estudiante, logró improvisar al propio Shakespeare en una función de colegio. Por lo que, de alguna manera, la frase que el primer ministro pronunció este jueves se enmarca dentro de la teatralidad que va ligada a su persona: "Antes muerto en una zanja que volver a pedir a Bruselas una nueva extensión del Brexit". La pregunta es: ¿tiene realmente margen de maniobra?

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