¿Asesinato en el Vaticano? Las tumbas donde buscaban a Emanuela Orlandi están vacías

El Vaticano es el país más pequeño del mundo, en el que este jueves puede comenzar a resolverse una de las desapariciones más misteriosas de los últimos años. Ocurrió el 22 de junio de 1983, cuando en la vecina ciudad de Roma una joven de 15 años, llamada Emanuela Orlandi, desapareció sin dejar rastro. Después de años de investigación infructuosa, en marzo de 2019 la familia de la joven recibió una carta anónima con una pista... pero hoy se ha disipado por completo.

Aquel día de 1983, Emanuela acababa de terminar una clase de flauta y regresaba a su casa. Varios testigos la localizaron en la parada de autobús en la que, habitualmente, cogía el transporte para volver a su hogar pero, a partir de ahí, el más absoluto silencio. Nadie tuvo la certeza de verla subir, de montarse en otro vehículo o de decidir caminar a pie. Simplemente se esfumó sin que, desde entonces, nadie haya podido sabe nada sobre su paradero.

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EFE

Pronto comenzaron las investigaciones, aunque en muchos casos persiguiendo rumores y posibilidades más que verdaderas certezas. En ninguno de los casos, consiguió tirarse de un hilo que ofreciera una pista fiable que seguir. La única vía de investigación que nunca se cerró estaba relacionada con el Vaticano. ¿El motivo? El padre de la joven era un empleado del estado eclesiástico, por lo que siempre se valoró la opción de algún tipo de 'vendetta'.

Pero nunca consiguió encontrarse una razón de peso que condujera a un camino fiable por el que seguir investigando, por lo que la misteriosa desaparición de Emanuela siempre quedó abierta. No fue hasta 36 años después de su desaparición cuando llegó la primera pista fiable. Se trataba de una carta anónima con una única frase: "Busque donde indica el ángel", acompañado de una imagen de una estatua con representación celestial sobre una tumba.

Fue cuestión de horas descubrir que ese ángel pertenecía a una tumba del cementerio Teutónico del Vaticano. Cuando la familia presentó las pruebas antes los responsables pertinentes, el estado eclesiástico no tardó en ofrecer total disponibilidad en la investigación: "La decisión se tomó para investigar uno de los sumarios abiertos tras la denuncia de la familia de la joven, que indicó el posible ocultamiento de su cadáver en este pequeño cementerio", aseguró en un comunicado.

Pero la carta no fue la única razón que llevó a las autoridades vaticanas a tomar la decisión. Una investigación privada, realizada con este motivo, consiguió confirmar que la losa que protege la tumba que señala la carta fue movida al menos una vez desde que fue colocada originalmente, además de confirmar que la estatua del ángel y la piedra que protege el enterramiento no se corresponden en fecha. El Vaticano decidió que sean las dos tumbas juntas que hay en el lugar las que sean investigadas.

Ha sido este jueves cuando, pasadas las 08:15 horas de la mañana, las autoridades han procedido a abrir ambas tumbas, momento en el que ha llegado las más absoluta decepción por parte de los familiares: según explicó la abogada Laura Sgrò a los medios de comunicación, las dos tumbas están vacías. No solo no se encuentran los restos de Emanuela, sino que tampoco están los de los dos enterramientos previos, algo que sus familiares tampoco conocían.

La idea era que, una vez abiertas, se procediera a la catalogación y datación de los restos para, posteriormente, llevar a cabo la prueba de ADN que pueda confirmar si los restos eran de la joven. Sin embargo, la apertura de las tumbas no ha llevado a ningún lado, pues no existe ningún resto óseo en su interior. Treinta y seis años después de la desaparición de Emanuela Orlandi, las autoridades siguen sin poder dar solución al mayor misterio de Italia.