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Sánchez se pone el gorro de 'chef' en la cocina de nombramientos de la UE
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ESPAÑA RECUPERA SU INFLUENCIA

Sánchez se pone el gorro de 'chef' en la cocina de nombramientos de la UE

El presidente ha cenado este viernes con los negociadores de las otras dos grandes familias políticas europeas para discutir decisiones relevantes para el futuro de la Unión Europea

Foto: Pedro Sánchez llegando a una reunión del Consejo Europeo. (Reuters)
Pedro Sánchez llegando a una reunión del Consejo Europeo. (Reuters)

Si al Pedro Sánchez de hace trece meses le hubieran dicho que se convertiría en una de las piezas clave para la negociación de la nueva cúpula de la Unión Europea no se lo creería. La influencia de España en la UE estaba muy dañada por los años de crisis y él ni siquiera era presidente. Sin embargo, esta es la realidad.

La popularidad de Sánchez en Bruselas creció rápidamente tras su llegada a la Moncloa, pero con la victoria electoral del 26 de abril, con la socialdemocracia en crisis en el resto del continente, Sánchez pasó a ser para los socialistas europeos una especie de gurú, el hombre que tenía la receta para sacarles del profundo agujero en el que se estaban hundiendo.

[Lea aquí la nota de prensa oficial de la Presidencia del Gobierno]

A la cumbre de Sibiu (Rumanía), celebrada el 9 de mayo, Sánchez llegó como la estrella de los socialistas. Madrid se confirmaba como la capital más importante de las controladas por socialdemócratas. Por eso los socialistas le encargaron al español que fuera el que negociara por parte de la familia política los principales cargos en la cúpula de la UE que se abrirían tras las elecciones europeas. Destacan los cargos del presidente de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, el jefe de la diplomacia europea y el BCE.

placeholder Sánchez charla con su homóloga alemana, Angela Merkel. (Reuters)
Sánchez charla con su homóloga alemana, Angela Merkel. (Reuters)

Este viernes Sánchez ha aterrizado en Bruselas para cenar junto con el resto de negociadores designados. El otro socialista en la mesa será el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, y por el lado liberal estarán el belga Charles Michel y el holandés Mark Rutte. Mientras tanto los representantes de los populares serán el letón Arturs Karins y el croata Andrej Plenkovic.

Un premio suculento

El objetivo es tratar de empezar a tejer un acuerdo: ¿cómo se reparten el botín? Las presidencias de la cúpula de la UE deben dividirse teniendo en cuenta la representación de las familias políticas en la Eurocámara y los países. Por ejemplo, no debería haber un presidente de la Comisión alemán y un presidente del BCE alemán porque no respetaría los equilibrios. Tampoco los respeta si todos los presidentes son de una sola familia política.

Todo el mundo querría en Bruselas quitarse de en medio los nombramientos cuanto antes. Lo ideal sería que el Consejo Europeo del 20 y 21 de junio fuera capaz de llegar a un acuerdo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno sobre qué nombres poner en cada una de las presidencias.

Foto: El presidente francés, Emmanuel Macron, con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. (EFE)

Otra cosa será después tratar de convencer al Parlamento Europeo, que quiere mantenerse fiel al sistema del “spitzenkandidaten” o cabeza de lista: solo elegir presidente de la Comisión Europea a un candidato que haya participado en las elecciones europeas. La Eurocámara es la que tiene la última palabra a la hora de aprobar o rechazar un nombre, pero es el Consejo el que tiene el poder de proponer.

Y algunos de los nombres que barajan los líderes y que sin duda en la noche del viernes estarán sobre la mesa no han formado parte del sistema del “spitzenkandidaten”. Pero en general quieren evitar un choque frontal con el Parlamento Europeo, entre otras cosas para evitar que todo el proceso se retrase: debe haber una nueva Comisión Europea el día 1 de noviembre.

Foto: Bandera europea durante una manifestación en Estrasburgo. (Reuters)

Lo cierto es que liberales y socialistas ya llevan tiempo haciendo la pinza a los populares y es probable que en la cena del viernes se note. Costa y Sánchez ya se reunieron con Michel y Rutte en la cumbre de Sibiu en mayo, y recientemente, el 28 de mayo, cuando se celebró una cena informal de líderes para discutir los nombramientos, los cuatro almorzaron con Emmanuel Macron, presidente francés, alineado con los liberales.

En los últimos días el equilibrio de poder en el Consejo ha cambiado, y eso puede facilitar la tarea del presidente español. Dinamarca, por ejemplo, pasará a estar controlada por los socialistas, y Finlandia tiene un gobierno de centro-izquierda por primera vez en los últimos 20 años. Ahora los populares controlan 8 gobiernos, los socialistas siete y los liberales siete contando con Macron. Los Conservadores ocupan dos, la Izquierda Unitaria mantiene Grecia y hay tres gobiernos que no tienen una familia política en el Consejo: Italia, Austria y Lituania.

Todavía queda tiempo por delante, pero el trabajo de Sánchez, junto con Costa, será importante para el resultado final para los socialistas. Las prioridades de España según una fuente diplomática no es poner a españoles en puestos clave, sino a los perfiles que más concuerdan con las prioridades españolas y que creen que son aptos para el cargo. Por ejemplo, Madrid apoya firmemente y sin fisuras a Frans Timmermans, un socialista holandés que se postula a presidente de la Comisión Europea. “El objetivo de España es tener a gente muy buena, no necesariamente con pasaporte español”, explicaba una fuente diplomática.

Si al Pedro Sánchez de hace trece meses le hubieran dicho que se convertiría en una de las piezas clave para la negociación de la nueva cúpula de la Unión Europea no se lo creería. La influencia de España en la UE estaba muy dañada por los años de crisis y él ni siquiera era presidente. Sin embargo, esta es la realidad.

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