Elecciones locales: el previsible batacazo de May amenaza con precipitar su salida

Cada vez que Theresa May ha presentado el Acuerdo de Retirada del Brexit ha sufrido una derrota. Y ya van tres intentos. Ante la falta de apoyos de sus propias filas ha tenido que recurrir a la oposición para intentar desbloquear la mayor crisis institucional de la historia de Westminster. Es prácticamente un cadáver político. Y aunque se resiste a abandonar Downing Street, en el Partido Conservador la batalla ante unas primarias está completamente en marcha. Con tal escenario es obvio que la premier querría evitar a toda costa cualquier cita con las urnas. Pero nada ha podido detener las elecciones locales que este jueves se celebran en 248 municipios de Inglaterra y 11 de Irlanda del Norte.

Las plazas principales, como el ayuntamiento de Londres, no están en juego. Sin embargo, la jornada tiene un gran simbolismo político, ya que se trata del primer gran examen para los partidos desde las generales de 2017, donde los 'tories', a pesar de comenzar la campaña con hasta 22 puntos de ventaja sobre la oposición laborista, acabaron perdiendo la mayoría absoluta.

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Muchas cosas han pasado desde entonces. O mejor dicho, no ha ocurrido nada, porque en estos últimos años, la clase política se ha mostrado incapaz de consensuar una salida de la UE ante el hartazgo de una ciudadanía que contempla con frustración cómo el resto de ministerios están prácticamente paralizados.

Previsible batacazo

En este sentido, los conservadores se preparan para sus peores resultados electorales en unos comicios locales desde 1995, cuando estaban bajo el liderazgo de John Major. Según las últimas encuestas, podrían perder uno de cada cinco escaños a los que se presentan. El análisis del reputado Lord Robert Hayward -veterano en esto de los sondeos- vaticina que podrían perder más de 800 de los 4.628 asientos que tenían hasta ahora.

Con todo, el varapalo podría ser mínimo respecto al gran debacle que se espera para las europeas del 23 mayo. May se resiste aún a oficializar la cita, pero nadie espera que para entonces se haya resuelto la situación con el Brexit. Por lo que, tres años después de votar por abandonar el bloque, los británicos tendrán que participar en los comicios para elegir representación en el Parlamento de Bruselas. Inaudito.

La nueva formación de Nigel Farage, el Partido del Brexit, lidera todos los sondeos. Como ocurrió en las europeas de 2014, se espera que el carismático político euroescéptico sea de nuevo el protagonista indiscutible. Para el próximo 23 de mayo, los conservadores van detrás de los laboristas e incluso del nuevo partido pro UE, Change UK, formado por 'extories' y exlaboristas de centro.

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Para las locales de este jueves no se presenta ni el Partido del Brexit ni Change UK. Y es cierto que, tal y como funciona el particular sistema británico, esta cita con la urnas no suele ser tanto de voto castigo. La política local es sumamente importante para los británicos. Una cosa es votar al populista y anti inmigración Farage para las europeas y otra muy distinta tener su formación al frente de las decisiones de los colegios, bibliotecas o centros de salud de tu barrio. En este sentido, algunos 'tories' podrían salvarse de la quema.

En cualquier caso, el desastre de la gestión del Brexit podría arrebatarles ayuntamientos importantes como los de Broxtowe, cerca de Nottingham. Aunque en 2015, los vecinos apostaron por los conservadores, ahora se espera que la mayoría vote por los laboristas.

Olvidar el Brexit... por un momento

Helen Whately, vicepresidenta del Partido Conservador, admite que se enfrentan a una “noche difícil”. Por su parte, el excéntrico Boris Johnson -favorito entre las bases para sustituir a May- ha utilizado la baza para su campaña por el liderazgo. Con el objetivo de cosechar apoyos también entre las filas ha hecho un llamamiento al electorado para que “dejen a un lado sus frustraciones por el Brexit y apoyen a los candidatos locales que trabajan duro”.

A nivel organizativo, las elecciones de este jueves han supuesto una auténtica pesadilla para los 'tories'. Gran parte de los activistas se han negado a ir de puerta en puerta pidiendo el voto. Es tal el descontento que más de 70 asociaciones locales han firmado una petición pidiendo a May que reconsidere su futuro como líder.

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Al superar las 65 que requieren las reglas de la formación, se celebrará ahora una reunión extraordinaria de la Convención Nacional -que agrupa a los voluntarios- para llevar a cabo una votación. Es la primera vez en los 185 años de historia del Partido Conservador que los activistas se dan cita para discutir el liderazgo.

No es vinculante

No será una moción de censura como tal porque no es vinculante. Sin embargo, se trata de algo insólito que incrementará aún más la presión sobre May para abandonar el Número 10.

El pasado mes de abril, el llamado Comité 1922 -que agrupa a los 'tories' sin cartera- decidió finalmente no cambiar las reglas del Partido Conservador a pesar de las demandas de un gran número de diputados que querían celebrar otra moción de confianza contra la 'premier' este verano.

May sobrevivió a una moción de sus propias filas en diciembre del año pasado y, según la normativa de la formación, queda inmune durante 12 meses a desafíos internos. Pero la crisis por el Brexit es insostenible y muchos 'tories' consideran que antes del hundimiento definitiva hay que cambiar al capitán del barco. El importante revés que se espera para el partido en las elecciones locales de este jueves y las europeas podría acelerar las primarias, contribuyendo aún más a la crisis política sin precedentes que atraviesa la que en su día fue la envidiada democracia más antigua de Europa.