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La UE convoca una cumbre de emergencia sobre el Brexit para el 10 de abril
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¿RUPTURA SIN ACUERDO O PRÓRROGA LARGA?

La UE convoca una cumbre de emergencia sobre el Brexit para el 10 de abril

La UE convoca una cumbre extraordinaria para el próximo 10 de abril para tratar qué pasa ahora con el Brexit: ¿sale el Reino Unido sin acuerdo o se embarca en una transición larga?

Foto: Manifestantes a favor del Brexit durante una marcha a favor de la ruptura en Londres. (Reuters)
Manifestantes a favor del Brexit durante una marcha a favor de la ruptura en Londres. (Reuters)

Otro ‘no’ encima de la mesa que activa el proceso de emergencia y hace que la UE convoque una cumbre extraordinaria para el próximo 10 de abril. El Parlamento británico ha rechazado por tercera vez el acuerdo del Brexit que alcanzaron en noviembre el Gobierno británico y el resto de la Unión Europea. Eso hace que automáticamente la nueva fecha para la salida del Reino Unido del bloque comunitario pase a ser el 12 de abril y Londres entre en una carrera contrarreloj para decidir qué pasa a partir de ahora.

Un portavoz de la Comisión Europea ha señalado tras la votación que Bruselas “lamenta” la decisión de los diputados británicos y que ahora un Brexit sin acuerdo el próximo 12 de abril es “un escenario probable”. “La UE se mantendrá unida. Los beneficios del acuerdo, incluido el periodo transitorio, no serán replicados en ninguna circunstancia en un escenario sin acuerdo”, ha añadido el portavoz.

Según las conclusiones alcanzadas en el último Consejo Europeo el Gobierno británico tiene ahora que decidir qué prefiere que pase ahora: ir hacia un Brexit sin acuerdo o hacia una transición larga que incluiría la obligación de que el país participe en los comicios europeos, un precio político muy alto para cualquier Ejecutivo conservador británico.

La semana que viene será clave a ambos lados del canal. La UE acelerará todos sus debates sobre qué hacer en caso de que el Reino Unido acabe saliendo sin acuerdo, mientras en Londres tendrán que tomar una decisión muy complicada entre las dos opciones que se le plantean.

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Salir sin acuerdo tiene consecuencias brutales para el país. Theresa May, primera ministra británica, lo sabe, y también sabe que Westminster es radicalmente contrario a esta opción. Pero una extensión larga tiene un precio político altísimo, y la UE exigiría seguramente también unas elecciones nacionales para intentar que se mueva algo en el país que permita tener alguna perspectiva de que el acuerdo puede ser aprobado en algún momento.

Para Bruselas la idea de una prórroga larga no es muy atractiva, por mucho que Donald Tusk, presidente del Consejo, haya pedido al Parlamento Europeo que esté abierto a esa posibilidad porque de lo contrario estarán “traicionando” a los votantes británicos que ahora quieren que el país se quede en la UE. Pero más allá de la opinión del polaco, para muchos en la capital comunitaria no parece un buen negocio.

Una extensión larga tendrá a la Unión Europea pendiente del Brexit durante muchos más meses sin ningún tipo de garantía de que, finalmente, vaya a alcanzarse un pacto para que el Reino Unido abandone el bloque. El acuerdo del Brexit, tan rechazado por el Parlamento británico, es innegociable para la UE, incluso en el largo plazo, y lo único que se podría tocar es la declaración política. Esa es toda la oferta que hay encima de la mesa, y en Bruselas no hay mucha confianza en que un buen puñado de más meses vayan a hacer que Londres acabe entrando en el buen camino.

Sin embargo, si la UE tiene que elegir entre un Brexit sin acuerdo y una prórroga larga, es probable que los líderes acaben favoreciendo la segunda: políticamente es muy difícil justificar el permitir que el Reino Unido se despeñe. Pero a un nivel técnico el hartazgo es total, y querrían hacer todo lo posible por evitar que el Brexit siga congelando la agenda europea en todo el resto de asuntos.

Y aunque la prórroga larga no guste a nadie, ni a la UE ni a May, es probable también, como ha señalado la propia primera ministra, que cualquier camino para avanzar involucre una prórroga larga con participación en las elecciones europeas.

Días importantes

La UE ya tiene en marcha todos los preparativos para la cumbre del 10 de abril, pero todo está en pausa hasta recibir por parte del Reino Unido una petición concreta de una prórroga o una comunicación indicando que prefieren salir sin acuerdo.

Esa petición, a diferencia de lo que ocurrió antes el último Consejo Europeo, no puede producirse “la noche antes de la cumbre”, señalan fuentes comunitarias, que exigen que cualquier comunicación al respecto se realice durante los próximos días de la semana que viene.

placeholder La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, tras la votación sobre el Brexit. (EFE)
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, tras la votación sobre el Brexit. (EFE)

Ahora a la UE le toca esperar. Este sistema, que hace que tras el rechazo del texto por tercera vez en Westminster se haya prorrogado el Brexit solo hasta el 12 de abril y no hasta el 22 de mayo, como habría ocurrido si lo hubieran aprobado, se diseñó con un objetivo único: poner todo el peso de la responsabilidad sobre Londres.

La UE no quiere, ni por un minuto, es que el debate se plantee de la forma en la que se ha estado perfilando últimamente: que Europa debe perdonarle la vida al Reino Unido por caridad, que todo está en manos europeas.

Bruselas considera que ya ha cedido lo suficiente y ya ha hecho todos los esfuerzos que estaban en su manos para ayudar a May en su difícil tarea. Pero esta vez lo que se busca es que todo el peso esté en Londres: Downing Street solo recibirá la luz verde para una prórroga larga si la justifican adecuadamente y si ofrecen cambios internos que hacen ver más probable una nueva dinámica en el tablero del Brexit. O al menos esas son las exigencias tanto de la Comisión Europea como de los diplomáticos.

Aterrizando en el no acuerdo

El primer escenario ahora mismo para la Unión Europea es un Brexit sin acuerdo, como ha señalado un portavoz del Ejecutivo comunitario tras la votación de Westminster, y por eso el bloque está ya con la mente en ese posible escenario.

Los embajadores permanentes en la UE ya han estado discutiendo sobre qué hacer en caso de un Brexit desordenado, especialmente en un punto muy concreto y problemático: la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, uno de los asuntos más espinosos de todo el acuerdo.

Foto: Un cartel sobre el Brexit entre Donegal y Londonderry, en la frontera entre las dos Irlandas. (Reuters)
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Si el Reino Unido sale sin acuerdo la Unión pedirá a Londres que cumpla y honre los Acuerdo del Viernes Santo que pusieron fin a la violencia en la isla de Irlanda. Uno de los principios consagrados es que no exista una frontera entre Irlanda del Norte y la República, y para ello hay pocas soluciones distintas al famoso "backstop" que ha traído de cabeza al Gobierno británico.

La UE parte de la idea de que el no acuerdo será solo temporal. Si el Reino Unido sale sin ningún tipo de lazo con la Unión en Bruselas dan por hecho que será cuestión de poco tiempo que Londres vuelve para negociar con el bloque comunitario un acuerdo para intentar restaurar los puentes que el acuerdo del Brexit apuntalaba y aseguraba.

Bruselas también considera que el Reino Unido tendrá que pagar la factura de liquidación financiera (unos 39.000 millones de libras) independientemente de si sale o no con acuerdo de la Unión Europea, y ese será otro de los caballos de batalla si finalmente se produce ese escenario. Fuentes comunitarias insisten en que Londres no puede desentenderse de compromisos que adquirió siendo miembro de un club, ya que estos no caducan cuando abandonas el bloque europeo.

Una de las claves de la rápida reacción europea está en el tono utilizado por una y otra parte. Mientras que en el entorno del Consejo Europeo no se hace mención a la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, la Comisión Europea lo señala como el escenario más probable, lo que es un reflejo de la actitud que ambas instituciones están mostrando ante un Reino Unido que empieza a agotar la paciencia de muchos en la capital comunitaria.

Otro ‘no’ encima de la mesa que activa el proceso de emergencia y hace que la UE convoque una cumbre extraordinaria para el próximo 10 de abril. El Parlamento británico ha rechazado por tercera vez el acuerdo del Brexit que alcanzaron en noviembre el Gobierno británico y el resto de la Unión Europea. Eso hace que automáticamente la nueva fecha para la salida del Reino Unido del bloque comunitario pase a ser el 12 de abril y Londres entre en una carrera contrarreloj para decidir qué pasa a partir de ahora.

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