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La UE profundiza en las cesiones a los críticos con el Pacto Verde para salvar el objetivo de 2040
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Acuerdo climático

La UE profundiza en las cesiones a los críticos con el Pacto Verde para salvar el objetivo de 2040

Los Veintisiete alcanzan un acuerdo para el recorte del 90% de las emisiones en el año 2040, aumentando del 3% al 5% la posibilidad de emisiones que pueden reducirse por créditos internacionales

Foto: La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen. (EFE/Olivier Matthys)
La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen. (EFE/Olivier Matthys)
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Los ministros de Medioambiente de la Unión Europea han salvado a lo largo de la madrugada del martes al miércoles en Bruselas el objetivo de recorte de emisiones para el año 2040, manteniéndolo en el 90% en comparación con los niveles de 1990, pero a cambio han tenido que diseñar numerosas concesiones para contar con la luz verde de una serie de Estados miembros escépticos con las políticas climáticas del bloque comunitario. El acuerdo permitirá a la Unión Europea salvar la cara en la cumbre del clima (COP) de la ONU que se celebrará esta semana en Belém (Brasil). “Todos estamos de acuerdo en que tenemos que seguir siendo competitivos mientras reducimos emisiones”, ha señalado Lars Aagaard, ministro danés de Clima, y, por lo tanto, a las riendas de la negociación al tener Dinamarca la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Según fuentes diplomáticas, el acuerdo ha acabado recogiendo el apoyo de 21 Estados miembros que representan más del 80% de la población de la UE, superando ampliamente el umbral necesario para ser aprobado.

La presidencia danesa ha tenido que hacer un ejercicio de equilibrismo entre el grupo de países más ambiciosos, entre los que se encuentra España, y aquellos Estados miembros grandes, claves para sumar una mayoría cualificada, es decir, al menos 15 países que representen al menos el 65% de la población, entre los que se encuentran varias capitales críticas con el nivel de ambición climática que se marcó durante la anterior legislatura europea de 2019 - 2024. Se trabajaba sobre la propuesta inicial de la Comisión Europea, que recogía un recorte de emisiones del 90%, pero permitiendo una cierta flexibilidad al permitir que hasta un 3% pudiera cubrirse con los conocidos como “créditos internacionales” o créditos de carbono, que es cuando una capital financia un proyecto en otro país fuera de la UE que da como resultado una reducción de emisiones. En palabras del Ejecutivo comunitario, "los créditos internacionales son instrumentos financieros que representan una tonelada de CO2 eliminada o reducida de la atmósfera como resultado de un proyecto de reducción de emisiones". Sin embargo, dentro de la Comisión son muchos los que dudan de su efectividad.

Como parte del compromiso, los créditos internacionales pasan del 3% al 5%, comenzando en el año 2036, como estaba previsto, aunque introduciendo un sistema piloto entre el año 2031 y el 2035. Esto significa que, como mínimo, el 85% del recorte tendrá que ser directamente por acción de los Estados miembros. Por otro lado, se ha acordado un retraso de un año en la aplicación del segundo Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (ETS2), que extendía el régimen para las emisiones de CO2 “procedentes de la combustión de combustibles en edificios, transporte por carretera y otros sectores (principalmente la pequeña industria no cubierta por el primer régimen)”.

Además, según la presidencia danesa, la Comisión Europea “debe tener en cuenta el papel de los combustibles sin emisiones, bajos en carbono y renovables en la descarbonización del transporte”. Los ministros también han concretado la “cláusula de revisión” que los jefes de Estado y de Gobierno solicitaron en una cumbre celebrada a finales de octubre. El acuerdo para el año 2040 es una meta intermedia entre el objetivo de recorte de emisiones del 55% para el año 2030 y el de la neutralidad climática a mitad de siglo. Además, la UE acudirá a la COP con un acuerdo también respecto a los planes nacionales (NDC), que recogen un compromiso de recortes para el año 2035 de entre el 66,25% y el 72,5%.

Una coalición compleja

Los diplomáticos daneses llevan días tratando de construir una mayoría estable apoyándose sobre todo en los países pequeños pero más ambiciosos climáticamente, como los nórdicos, además de España, siempre y cuando se respetara la “arquitectura” original de la propuesta de la Comisión, según fuentes diplomáticas, y Alemania y Francia a cambio de concesiones que se han ido haciendo a lo largo de las últimas semanas. El martes ha sido un permanente ir y venir de bilaterales, reuniones en grupos pequeños e intentos de construir un texto que obtuviera el número suficiente de apoyos.

El problema para la presidencia era terminar de sumar los votos suficientes para la necesaria mayoría cualificada. Fuentes diplomáticas de uno de los países que apoyaban el texto desde antes del Consejo apuntaban a tres posibles mayorías: la primera era con un grupo de países más pequeños pero ambiciosos, aunque definían esta coalición como demasiado frágil al haber países todavía dubitativos; la segunda pasaba por Italia, que pedía más flexibilidad en los créditos internacionales, además de una revisión de la prohibición de la venta de vehículos de combustión a partir del año 2035, una preocupación clave de su industria, especialmente la de vehículos de lujo; y por último una tercera vía, la de Polonia, cuyas exigencias eran vistas por muchos como maximalistas.

Que la primera vía era muy frágil ha quedado demostrado desde este martes a primera hora, cuando Austria ha señalado que no podía respaldar el texto, porque, según Norbert Totschnig, ministro austriaco de Clima, había “espacio para mejoras” y Viena quería garantías para sus industrias. Fuentes diplomáticas han subrayado en los últimos días el difícil entorno en el que se produce esta negociación, con numerosos Estados miembros revolviéndose contra el Pacto Verde, la política estrella de la UE en los últimos años. Además, el entorno global está “embarrado” y “feo”, como señalan fuentes, haciendo referencia a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Los ministros de Medioambiente de la Unión Europea han salvado a lo largo de la madrugada del martes al miércoles en Bruselas el objetivo de recorte de emisiones para el año 2040, manteniéndolo en el 90% en comparación con los niveles de 1990, pero a cambio han tenido que diseñar numerosas concesiones para contar con la luz verde de una serie de Estados miembros escépticos con las políticas climáticas del bloque comunitario. El acuerdo permitirá a la Unión Europea salvar la cara en la cumbre del clima (COP) de la ONU que se celebrará esta semana en Belém (Brasil). “Todos estamos de acuerdo en que tenemos que seguir siendo competitivos mientras reducimos emisiones”, ha señalado Lars Aagaard, ministro danés de Clima, y, por lo tanto, a las riendas de la negociación al tener Dinamarca la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Según fuentes diplomáticas, el acuerdo ha acabado recogiendo el apoyo de 21 Estados miembros que representan más del 80% de la población de la UE, superando ampliamente el umbral necesario para ser aprobado.

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