Casi siete millones de participantes en las protestas contra Trump: "No queremos reyes"
Este sábado las calles en ciudades de todo Estados Unidos se llenan de personas bajo el lema "No Kings" ("No queremos reyes"), para protestar contra lo que consideran un autoritarismo creciente del presidente Trump
Protesta contra el presidente Donald Trump. (Reuters/Eduardo Munoz)
Los organizadores de las movilizaciones que han llenado las calles de Estados Unidos este sábado han afirmado que casi siete millones de personas han participado de la convocatoria 'No Kings' (Sin Reyes) contra lo que describen como un auge del autoritarismo del Gobierno del presidente Donald Trump.
En 2.700 puntos repartidos por todo el país norteamericano, los manifestantes han clamado contra la "coronación" de Donald Trump y también han mostrado su rechazo a la militarización de las ciudades --como en el caso de Chicago, Los Ángeles o Portland-- y a la política migratoria del inquilino de la Casa Blanca.
Esta es la segunda edición de la movilización "No Kings", tras la celebrada el 14 de junio, coincidiendo con el cumpleaños del mandatario, que según los organizadores reunió a unos cinco millones de personas.
Uno de los carteles en Chicago. (EFE/EPA)
La nueva jornada de protestas se desarrolla en un clima de creciente tensión política, marcado por la decisión de Trump de desplegar militares en varias ciudades gobernadas por la oposición demócrata, bajo el argumento de combatir el crimen y apoyar las labores de los agentes migratorios. Aun así, han transcurrido sin apenas incidentes y de forma pacífica.
Entre los puntos más emblemáticos de concentración destacan la plaza Times Square, en Nueva York; el Capitolio, en Washington; y el centro de Chicago, donde en las últimas semanas se han registrado protestas contra las redadas migratorias.
También se convocaron protestas en otras ciudades destacadas como Atlanta, Boston, Honolulu, Houston, Nashville, Nueva Orleans, San Diego o San Francisco. Hubo además algunas concentraciones de solidaridad en ciudades europeas, como Berlín, París o Roma.
Las protestas reúnen una amplia variedad de reivindicaciones, desde la oposición a las redadas migratorias y los recortes en sanidad hasta el rechazo a la militarización de las ciudades o a las modificaciones de los distritos electorales que buscan asegurar una victoria republicana en las elecciones de medio mandato del próximo año.
Trump pasa la jornada en su mansión privada de Mar-a-Lago, en Florida, sin agenda oficial, y prevé regresar a Washington el domingo.
Una convocatoria pacífica
Muchos manifestantes llevan banderas estadounidenses y prendas de ropa amarillas, un color utilizado en otros movimientos pacíficos como las protestas de Hong Kong de 2019. También hay disfraces de animales para mantener un ambiente relajado.
La plataforma convocante, integrada por unas 200 organizaciones, subrayó el carácter pacífico de la movilización y recordó en su web que están prohibidas las armas.
No obstante, varios líderes republicanos advirtieron de posibles disturbios y el gobernador de Texas, Gregg Abbott, aliado de Trump, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en Austin para prevenir actos violentos.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, calificó la manifestación como una muestra de "odio contra Estados Unidos", liderada, según dijo, por simpatizantes de Hamás y miembros del movimiento antifascista (Antifa), declarado recientemente como grupo terrorista por Trump.
El nombre del movimiento "No Kings" alude a la percepción de que el presidente actúa como un monarca y recuerda que Estados Unidos se fundó en 1776 sobre el rechazo al poder absoluto de un soberano.
"Dicen que me comporto como un rey. No soy un rey", afirmó Trump en una entrevista con Fox Business publicada el viernes.
El mandatario sugirió además que los demócratas retrasaron las negociaciones presupuestarias para reabrir la Administración federal, paralizada desde el 1 de octubre por falta de fondos, con el fin de fomentar la protesta.
Desde la oposición, los demócratas acusan a Trump de poner en riesgo la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de expresión, por su presunto intento de silenciar las manifestaciones y acallar las voces críticas.
Uno de los hechos más simbólicos ocurrió cuando la Casa Blanca presionó para cancelar el programa del comediante Jimmy Kimmel por sus burlas a la reacción republicana ante el asesinato del activista trumpista Charlie Kirk en septiembre.
Kimmel, cuyo programa volvió al aire tras una semana de suspensión, comparó el jueves la movilización "No Kings" con la Revolución estadounidense que culminó con la independencia del país.
"No hay nada más estadounidense que una protesta política. La Revolución estadounidense fue una protesta. ¡No Kings!", afirmó durante su monólogo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reaccionado a las multitudinarias protestas que este sábado han llenado las calles con millones de personas en toda la geografía estadounidense con un vídeo realizado con inteligencia artificial que muestra al mandatario en una ceremonia de coronación y a varias personas arrodillándose ante él, en respuesta al movimiento 'No Kings' (Sin Reyes), organizador de las manifestaciones.
En una entrevista con la cadena Fox News, el inquilino de la Casa Blanca quiso alejarse este viernes de la etiqueta de rey. "Dicen que se refieren a mí como rey. No soy un rey", afirmó.
Sin embargo, al final de la jornada las redes sociales del mandatario y de otros miembros de su Administración --como el vicepresidente, JD Vance-- se han llenado de varios vídeos y fotos en los que se puede ver a Trump con una corona en la cabeza, siendo esta su única reacción ante las manifestaciones por el momento.
Los organizadores de las movilizaciones que han llenado las calles de Estados Unidos este sábado han afirmado que casi siete millones de personas han participado de la convocatoria 'No Kings' (Sin Reyes) contra lo que describen como un auge del autoritarismo del Gobierno del presidente Donald Trump.