Bruselas mira hacia otro lado ante la cumbre Putin-Trump en Budapest: "Vivimos en el mundo real"

La anunciada reunión entre Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Vladímir Putin, presidente ruso, en Hungría, miembro de la Unión Europea, ha generado mucha tensión en otros socios europeos y también en Bruselas. Pero la Comisión Europea ha decidido este viernes mirar hacia otro lado, señalando que "las reuniones no siempre se celebran en el orden o el formato que nos gustaría, pero "si las reuniones, independientemente de la forma en que se celebren, nos acercan a una paz justa y duradera para Ucrania, entonces debemos acogerlas con satisfacción".

La reunión no se produce en cualquier lugar. Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, ha puesto trabas a las sanciones europeas contra Rusia y considera que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha estado alimentando una narrativa "belicista". Además de ser el líder más cercano a Putin dentro de la UE, sin contar con Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, Orbán es un estrecho aliado de Trump. La cumbre genera entre los europeos la sensación de que se vuelve alguna manera a la casilla de la cumbre de Alaska, teniendo que remar para que EEUU no se aleje de la dinámica que parecía estar adoptando últimamente de un apoyo más decidido a Ucrania. Este mismo viernes Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, se reúne con Trump en la Casa Blanca.

"Vivimos en el mundo real. Queremos lograr una paz justa y duradera para Ucrania", ha señalado este viernes un portavoz de la Comisión Europea. "Existe un camino claro y hermoso, el camino perfecto, que va en línea recta y en el que logramos ese objetivo sin dificultad. Pero ese no es el mundo real. En el mundo real, tenemos que actuar basándonos en los hechos que se nos presentan. Tenemos que dialogar con los diferentes interlocutores que son relevantes para intentar lograr una paz justa y duradera en Ucrania", ha explicado, justificando así el encuentro entre el presidente estadounidense y el ruso. El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha recordado a Budapest que debe detener a Putin si llega a suelo húngaro, porque a pesar de que el país centroeuropeo ha abandonado el Estatuto de Roma, el tribunal recuerda que la salida no se hace efectiva hasta un año después.

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León Vázquez

"Una retirada no afecta en los procedimientos en marcha o en cualquier otro asunto que ya estuviera bajo consideración del tribunal antes de la fecha en la que la retirada se hizo efectiva", ha señalado un portavoz del TPI, según recoge la agencia Europa Press. La Comisión Europea también ha señalado que la retirada únicamente se hace efectiva un año después. Para llegar a Budapest Putin deberá sobrevolar varios Estados miembros de la Unión Europea, y Bruselas ha dejado que depende de cada capital decidir si relaja las normas que ahora limitan mucho que una aeronave rusa sobrevuele espacio aéreo europeo.

Aunque Putin está sancionado por la Unión Europea, sobre el presidente ruso no pesa una prohibición de viaje, sino únicamente una congelación de activos, según ha señalado este viernes una portavoz de la Comisión Europea. Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, ya viajó en diciembre de 2024 a Malta, otro Estado miembro de la Unión Europea. "No siempre es un camino recto y sencillo. Las reuniones no siempre se celebran en el orden o el formato precisos que nos gustaría", ha admitido la Comisión Europea.