¿Qué está pasando con los osos? Las muertes por ataque de este animal baten récords en Japón
Los animales, impulsados por la falta de alimento y los cambios en su entorno natural, están adentrándose en zonas habitadas
Japón vive un fenómeno sin precedentes: las muertes por ataques de osos han alcanzado cifras récord, según ha confirmado el Ministerio de Medio Ambiente del país. Desde abril, siete personas han perdido la vida y más de un centenar han resultado heridas, lo que convierte a 2025 en el año más letal desde que se tienen registros, en 2006.
Los expertos señalan que el cambio climático está alterando los patrones de hibernación y la disponibilidad de alimento de los osos pardos y negros, las dos especies que habitan el archipiélago. La escasez de bellotas y hayucos, esenciales para su dieta antes del invierno, está empujando a los animales hambrientos a adentrarse en zonas pobladas. “El calentamiento está afectando tanto a los bosques como a los ciclos biológicos de los osos”, explican fuentes del ministerio.
A este problema ambiental se suma otro de carácter demográfico. La despoblación rural y el envejecimiento de la población japonesa han dejado muchas zonas agrícolas abandonadas, donde los animales encuentran menos barreras para acercarse a los pueblos. En regiones como Iwate, Akita o Hokkaido, los ataques se han vuelto frecuentes.
Entre los casos más recientes, un hombre de 60 años desapareció mientras limpiaba un baño termal al aire libre en la ciudad de Kitakami, donde la policía halló rastros de sangre y pelo de oso. En la misma prefectura, otro anciano fue hallado sin vida, víctima confirmada de un ataque, y un agricultor fue mordido y arañado por una osa acompañada de su cría.
Los encuentros no solo se dan en áreas rurales. En la prefectura de Gunma, al norte de Tokio, un oso adulto de 1,4 metros irrumpió en un supermercado, causando el pánico entre los clientes. Dos hombres sufrieron heridas leves mientras el animal, desorientado, trataba de encontrar la salida. Según los responsables del comercio, nunca antes habían tenido un incidente similar pese a su proximidad a zonas montañosas.
El otoño, previo a la hibernación, es el momento del año con mayor número de ataques, ya que los osos buscan alimento con desesperación. Sin embargo, los científicos advierten que la falta de recursos naturales por el cambio climático está alargando su actividad y haciendo que los animales se acerquen cada vez más a los asentamientos humanos.
“El número de bellotas se ha desplomado en varias regiones debido a las temperaturas inusualmente cálidas”, explican los expertos a la BBC. Esto, unido a una menor presencia de cazadores en una sociedad envejecida, ha reducido la capacidad de las comunidades rurales para mantener alejados a los animales.
Un problema que se agrava año tras año
Los datos oficiales muestran una tendencia alarmante: más de 200 ataques de osos a humanos fueron registrados entre 2023 y 2024, y el número sigue creciendo. Las autoridades japonesas han intensificado las campañas de advertencia, instalando cercas eléctricas y emitiendo alertas a través de teléfonos móviles en las zonas más afectadas.
Mientras tanto, los medios locales informan de un aumento de los avistamientos incluso cerca de centros urbanos, como Sapporo o Sendai. Las imágenes de osos merodeando por jardines y calles residenciales se han vuelto cada vez más comunes, reflejo de un desequilibrio ecológico que Japón deberá afrontar con urgencia.
La combinación de factores climáticos, demográficos y ecológicos ha creado un cóctel perfecto para el conflicto entre humanos y osos, un enfrentamiento que, por ahora, solo parece ir en aumento.
Japón vive un fenómeno sin precedentes: las muertes por ataques de osos han alcanzado cifras récord, según ha confirmado el Ministerio de Medio Ambiente del país. Desde abril, siete personas han perdido la vida y más de un centenar han resultado heridas, lo que convierte a 2025 en el año más letal desde que se tienen registros, en 2006.