Bruselas avisa que responderá "apropiadamente" si Trump toma represalias contra España

La Comisión Europea ha señalado este miércoles que responderá "apropiadamente" si las amenazas que Donald Trump ha hecho contra España se materializan. Este martes, el presidente de Estados Unidos aseguró que se plantea la imposición de aranceles como castigo a la oposición española al objetivo de invertir un 5% del PIB en defensa en el marco de la OTAN. Un portavoz del Ejecutivo comunitario ha subrayado que se trata, en todo caso, de un escenario "hipotético".

Preguntado este martes durante un encuentro con Javier Milei, presidente argentino, Trump aseguró que España había sido "muy irrespetuosa" con la Alianza Atlántica por no comprometerse a aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB de cara al año 2034. "Todos los demás países de la OTAN lo aumentaron al 5%, y a España le está yendo muy bien a costa nuestra. Así que no estoy contento", añadió Trump, quien hace solamente una semana también sugirió que había que "expulsar" a España de la Alianza Atlántica. No hay ningún mecanismo legal que prevea esa posibilidad. Esta vez el presidente de EEUU pasó a amenazar con "castigar comercialmente" al país. "Puede que lo haga", añadió.

"Lo primero es recordar que el comercio es una competencia exclusiva de la Comisión Europea, actuando en nombre de todos los Estados miembros de la Unión Europea", ha explicado Olof Gill, portavoz adjunto de la Comisión Europea. Es decir, es el Ejecutivo comunitario el que negocia en nombre de todos los países de la UE, y el que, cuando hay conflictos comerciales, toma medidas por las capitales. "Responderemos apropiadamente como siempre hacemos a cualquier medida tomada contra uno o más de nuestros Estados miembros", ha añadido a preguntas de la prensa.

"Recuerdo también que ahora tenemos un acuerdo comercial Unión Europea - EEUU en vigor, y esta es la plataforma para abordar cualquier cuestión relacionada con comercio", ha añadido. En ese acuerdo, cerrado políticamente en julio en un encuentro en Escocia entre Trump y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, la UE acepta la imposición de aranceles generales del 15% por parte de EEUU, además de hacer compromisos de inversiones y compra de energía y material militar americano, a cambio de que Washington aceptara que ese 15% servía como "techo" para los gravámenes comerciales generales.

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El choque entre la administración Trump y España se remonta a las semanas y días previos a aquella cumbre de junio en La Haya (Países Bajos). Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, dio la orden a la delegación española de la OTAN de no aceptar la fórmula que planteaba el secretario general de aumentar el gasto en defensa en hasta el 3,5% del PIB en capacidades, más un 1,5% adicional en seguridad más general. Según el presidente del Gobierno, España podría cumplir con sus compromisos de capacidades, la lista de ‘encargos’ que la OTAN hace a cada Estado miembro de la alianza, dedicando un 2,1% de su PIB, pero esta es una posición que ha generado mucha tensión dentro de la institución.

En la cumbre de La Haya, preguntado en rueda de prensa, Trump amenazó precisamente con imponer aranceles a España, pero esa amenaza no se ha materializado. La sensación es de que las amenazas del presidente de Estados Unidos son, en muchas ocasiones, puro fogueo. Que hay que evitar reaccionar a cada una, y que lo mejor es mantener la calma y esperar que centre su enfado en otro asunto. Pero en el caso español, Trump parece tenerlo presente, porque cuando sugirió la expulsión de España de la OTAN lo hizo motu proprio, sin que nadie le hubiera preguntado por ello, durante un encuentro con Alex Stubb, presidente de Finlandia, con el que tiene una buena relación.

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A. S. Europa Press

Como ocurre en cualquier aspecto de la relación de EEUU con la OTAN, hay una gran diferencia entre lo que se dice a nivel político y público, y lo que ocurre a nivel técnico. Este mismo martes Matthew Whitaker, embajador americano ante la Alianza Atlántica, evitó responder a la pregunta de si EEUU propondría "expulsar" a España de la organización, limitándose a señalar que el acuerdo de La Haya no incluía "excepciones", tampoco en el caso español.