Los incels dan miedo más allá de una serie de Netflix: ¿y si fueran una nueva amenaza terrorista en Francia?

Francia es uno de los países europeos más marcados por el terrorismo en la última década. El próximo 13 de noviembre se conmemorarán los diez años de los atentados contra la sala Bataclan y las terrazas de París en los que murieron hasta 130 personas. El mayor ataque del Estado Islámico en suelo europeo dejó una herida que ha acompañado a la sociedad gala desde entonces, convirtiendo el miedo a sufrir un atentado en un sentimiento recurrente. A pesar de que desde el atropello de Niza del 14 de julio de 2016 no se ha producido en territorio francés ningún ataque de masas con más de diez muertos, la amenaza terrorista sigue presente en ese país.

Lo demuestra el hecho de que la Fiscalía Antiterrorista abrió en 2024 hasta 613 investigaciones antiterroristas, la gran mayoría de ellas por intentos de ataques con una motivación yihadista. Curiosamente, esa elevada cifra tuvo lugar en el primer año desde 2014 en que no hubo ninguna víctima mortal en Francia a causa del terrorismo.

El islamismo radical continúa siendo la primera amenaza de ese tipo, pero preocupan cada vez más otras posibles acciones con otras inspiraciones ideológicas. Una de estas nuevas amenazas es los incels, abreviatura de involuntary celibate (solteros involuntarios). Este concepto designa a una comunidad masculina que odia a las mujeres, especialmente a las feministas, a las que culpa de su soltería y soledad.

TE PUEDE INTERESAR

Un hombre acuchilla a cinco personas en Marsella y muere por los tiros de la policía

EFE

La Fiscalía Antiterrorista abrió el 1 de julio su primera investigación por un intento de atentado por parte de un joven que se identificaba con el movimiento incel. Tomó esa decisión después de que la policía arrestara el 28 de junio a Timothy G., de 18 años, y le impidiera asesinar a compañeras de su instituto en Saint-Étienne, en el centro-este del territorio galo. Cuando lo detuvieron, se dirigía a ese centro con dos cuchillos en los bolsillos y una lista con nombres de chicas a las que quería matar.

Con un aspecto juvenil, tímido y paliducho, Timothy G. podría haber participado perfectamente en el casting de la serie Adolescencia de Netflix, uno de los grandes fenómenos culturales de este año y que narra el asesinato cometido por un adolescente de 13 años que odia a sus compañeras de clase. Había visto en TikTok numerosos vídeos misóginos y se reivindicaba como un miembro de la comunidad incel. Aunque esos hechos representaron la primera vez que la Fiscalía Antiterrorista asumía una investigación por un intento de atentado machista, no se trata de la única tentativa de un ataque de este tipo en Francia.

Una "mayor reactividad" por parte de las autoridades

En el último año y medio ha habido cuatro intentos de homicidios de este tipo en el conjunto del territorio galo. La policía detuvo en abril de 2024 a Axel G., de 26 años, después de que hubiera planeado matar a mujeres en la calle durante el paso de la llama olímpica por Burdeos (suroeste). Ese joven admitió durante su interrogatorio la admiración fanática que sentía por Elliot Rodger, ídolo de los incels tras haber asesinado en 2014 a seis personas y herido a 14 en la localidad de Isla Vista, en California.

Otro proyecto de matanza callejera había sido evitado in extremis el pasado febrero en Annecy, cerca de la frontera con Suiza. Allí un chico de 17 años se había grabado en directo en TikTok explicando que quería matar a mujeres con un cuchillo. La fiscal de Annecy describió esos hechos como "terroristas", a pesar de que la Fiscalía Antiterrorista no se hizo cargo de la investigación. "Lo hice porque el detenido se reivindicaba del movimiento incel, que puede ser calificado de organización terrorista", indicó al diario digital Mediapart. Y en junio, un adolescente, también de 17 y activo en los foros misóginos, había sido detenido por haber expresado su voluntad de asesinar a una compañera de instituto con un hacha en Dijon.

TE PUEDE INTERESAR

Un balazo a la garganta de EEUU: asesinan a Charlie Kirk, referente de la juventud trumpista

Argemino Barro. Nueva York

"Después de que detuvieran a ese joven en Burdeos, hubo primero muchas explicaciones intentando negar que se hubiera radicalizado en la esfera incel. (…) Luego, hemos visto durante el último año una mayor reactividad por parte de las autoridades ante este fenómeno", explica a El Confidencial la investigadora feminista Stéphanie Lamy, profesora en Sciences Po Toulouse. "Esto no significa que la amenaza haya crecido durante los últimos doce meses, sino que se la toman cada vez más en serio", añade.

Varios precedentes en Norteamérica

Las autoridades francesas temen que se reproduzcan en su país ataques de masas con una motivación machista, como los que se han producido en países anglosajones durante las últimas décadas. El canadiense Marc Lépine, de 25 años, mató a 14 mujeres en la Universidad Politécnica de Montreal en 1989 y luego se suicidó, acción que justificó en una carta en la que expresaba su odio hacia las feministas, que "le habían arruinado la vida". Veinticinco años después, Rodgers también había justificado su atentado en una carta llena de misoginia. En ella explicó su voluntad "de masacrar a todas las rubias que he deseado y me han rechazado. (…) Tengo 22 años, soy virgen y nunca he besado a una chica. Eso ha sido una tortura".

Reino Unido sufrió en 2021 un homicidio múltiple de ese mismo estilo en Plymouth (suroeste). Entonces, Jake Davidson quitó la vida a cinco mujeres antes de suicidarse. La preocupación por los incels en la política británica se vio reflejada, asimismo, por la decisión la pasada primavera del primer ministro, Keir Starmer, de pedir que en todos los institutos vieran la serie Adolescence.

TE PUEDE INTERESAR

Laura Bates, experta en incels: "Muchos tíos no saben que odian a las mujeres"

Ada Nuño

En el caso de Francia, "me parece muy bien que la Fiscalía Antiterrorista se haga cargo de este problema, pero lo hace de manera algo tardía", asegura Alice Apostoly, codirectora del Instituto de Género en Geopolítica. Según esta experta, "las autoridades solo ven la mitad del problema. Piensan en la serie ‘Adolescencia’ y en los incels (…) y tienen en cuenta únicamente aquellos discursos más violentos vehiculados por los más jóvenes". De hecho, este temor creciente ha coincidido en Francia con la inquietud provocada por ataques con arma blanca por parte de estudiantes de secundaria. El último de ellos ocurrió el pasado miércoles cuando un chico, de 14 años y que había expresado fascinación por Hitler, hirió a una profesora de música en Alsacia.

Las nuevas formas de machismo, sin embargo, incluyen otras corrientes que seducen a hombres adultos. Así sucede con "las asociaciones de padres solteros o los coaches de seducción", que reproducen discursos de supremacismo masculino, explica Lamy.

Esta investigadora recuerda el caso de Mickaël Philetas, de 41 años. Ese youtuber, que se dedicaba dar clases de zumba y consejo de ligoteo, asesinó en 2020 a su exnovia Mélanie G. dándole 80 cuchilladas. "También hubo en los dos últimos años una serie de agresiones contra fiestas no mixtas, en que solo se permitía la entrada a mujeres. En Marsella les lanzaron gasolina y botellas de vidrio, mientras que en París las atacaron con fuegos de artificio", recuerda la autora del libro La terreur masculiniste.

Problemas de salud mental y aislamiento social

Pese a esos precedentes, ha generado cierto debate en el movimiento feminista francés el hecho de que se considere a los incels como una amenaza terrorista. La ensayista Valérie Rey-Robert sostuvo en su cuenta de Instagram que aquello que debe prevalecer "es el carácter agravante del machismo en la intencionalidad de esos actos" en lugar "del calificativo de terrorista que en la actualidad se utiliza para cualquier cosa".

TE PUEDE INTERESAR

'Manodrome': una fábrica de incels y hombres resentidos y frustrados

Marta Medina. Berlín

Una versión parecida defiende la directora española Gala Hernández, autora del premiado documental sobre esa comunidad misógina La mecánica de los fluidos y que vive en París desde hace años. "Que las autoridades de repente se pongan las manos en la cabeza diciendo que es terrorismo me parece que es como si afrontaran el problema por la cola", asegura esta cineasta murciana en declaraciones a este medio. "No debemos olvidar que aquellos que pasan al acto solo representan una ínfima minoría de los que se identifican con esa comunidad", añade.

"Mucho de ellos", según Hernández, "lo hacen por problemas de salud mental y aislamiento social". Por ese motivo, esta directora de cine considera que la mejor manera de hacer frente a este fenómeno consiste, "por un lado, en promover la educación feminista y que los niños entiendan desde pequeñitos que las mujeres no son el enemigo. Por el otro, la salud mental y potenciar la atención psicológica para que los centros dispongan de más recursos para detectar si hay chavales en situación de riesgo".

En cambio, Apostoly advierte ante las explicaciones en las que prima la parte psicológica o la crisis de la masculinidad, y que a veces sirven para relativizar la gravedad de los actos protagonizados por hombres blancos. "Aquellos jóvenes que intentaron cometer atentados misóginos en Francia no estaban aislados socialmente", recuerda la codirectora del Instituto de Género en Geopolítica. Además, subraya la importancia de conocer la continuidad entre esos discursos en las redes y "el machismo en la vida real, donde se discrimina y deshumaniza a las mujeres".

TE PUEDE INTERESAR

“La identidad árabe se está construyendo hoy en Europa, no en los países árabes”

Ángel Villarino Fotografía: Jon Imanol Reino

"No debemos repetir los mismos errores que cometimos hace una década con los jóvenes yihadistas. Es importante entender que los incels no salen de la nada", afirma Lamy. "¿Qué tenemos que hacer para luchar contra el masculinismo? En primer lugar, dotar de más medios a las políticas contra la violencia machista", añade. Unas medidas que sirven para proteger ante la violencia de los incels. Pero también de todos aquellos hombres, cualesquiera que no acepten la libertad de las mujeres.