15 fotografías de El Confidencial que resumen dos años de espera por los rehenes en Israel

733 días separan el brutal atentado de Hamás del 7 de octubre de 2023 y el acuerdo de paz anunciado esta semana. Esta primera fase de la tregua acerca a la sociedad israelí a su día más anhelado con la vuelta a casa de sus últimos secuestrados. Estas 15 fotografías tomadas en distintas coberturas de El Confidencial sobre el terreno resumen dos años de trauma nacional marcado por la masacre terrorista y la devastadora guerra en Gaza.

1) El mismo día del atentado de Hamás, el tablón de anuncios del kibutz Nir Oz convocaba a sus vecinos a una manifestación en Be'er Sheva a las 19.15 horas de ese sábado. La pegatina aboga por la salida de Israel de los “territorios ocupados”. “Esto no terminará hasta que hablemos”, dice.

2) Este es el buzón comunitario de Nir Oz. En las pegatinas rojas pone ‘nirtzaj’ (‘asesinado’) y en las negras pone ‘jatuf’ (‘secuestrado’). Los terroristas mataron o secuestraron a cerca de un centenar de sus 400 vecinos.

3) Esta es la casa arrasada de la familia Bibas, judíos de origen argentino. Hamás secuestró a los padres, Shiri (32 años), Yarden (35 años) y a sus dos hijos, Ariel (4 años) y Kfir (9 meses). El padre fue liberado en el canje de rehenes por presos palestinos de comienzos de este año. En el marco de ese mismo acuerdo, le entregaron los cadáveres de sus hijos y su esposa. Inicialmente, los terroristas le dieron por error los restos de otra persona que no era Shiri. La sociedad israelí se echó a las calles para acompañar el coche que trasladó los ataúdes de los dos niños muertos.

4) Un juguete de una ambulancia entre los escombros de Nir Oz. Hamás golpeó especialmente los kibutz cercanos a Gaza, poblados en su mayoría por personas partidarias del diálogo con los palestinos. En Israel se usaba ya antes del atentado el término 'yafei nefesh' (‘almas bonitas’) para definirlos despectivamente por su ingenuidad. La masacre del 7-O supuso también un antes y un después en el posicionamiento de muchos de ellos.

5) Ilana Gritzewsky fue secuestrada el 7 de octubre y permaneció 55 días en la Franja hasta la primera liberación de presos. En una entrevista para El Confidencial denunció haber sufrido abusos sexuales. Su novio Matam Zangauker es uno de los 48 rehenes que se espera que regresen a Israel en los próximos días. Ilana siempre lleva la gorra que llevaba Matam porque es de las pocas cosas que se salvaron de su casa después de que los terroristas la quemaran.

6) Dany Garcovich en la casa del kibutz Kisufim donde Hamás asesinó a su hija Dafna y a su yerno, el español Iván Illarramendi. Dany, jefe de bomberos de la zona, supo desde el principio que su hija y su yerno estaban muertos porque en el interior de la casa encontró entre las cenizas el piercing que llevaba su hija en la nariz. Dice que no se irá a vivir a otro lugar.

7) Dalia Shofer en la terraza de un hotel en Herzliya, al norte de Tel Aviv. Es una de las miles de personas que tuvieron que ser realojadas de manera temporal tras el atentado. Vivía en el kibutz Mesalfim. Cuando salió de allí en su coche al día siguiente del 7-O, ordenó a sus hijos de 6 y 4 años que se sentaran en el suelo y no se asomasen por la ventana para que no viesen el interminable número de muertos en la carretera. Ahora viven en Chipre. No tiene pensado volver a Israel.

8) Este es el solar en el que se ubicaba la comisaría de policía de Sderot, una de las ciudades más próximas a Gaza. Terroristas de Hamás se atrincheraron dentro y el ejército hebreo optó por volar el edificio. Esta ciudad convivía con el lanzamiento constante de misiles desde la Franja, pero el 7-O también fue un punto de inflexión. Con una población cercana a los 30.000 habitantes, en el momento de tomar esta fotografía apenas quedaban alrededor de 5.000.

9) Todas las casas en los kibutz cercanos a la Franja tienen al menos una habitación bunkerizada con una estructura reforzada para refugiarse en una cuenta atrás de segundos cuando saltan las alarmas antimisiles. En la inmensa mayoría de los casos, esa habitación se reserva a los niños como se aprecia en esta fotografía atacada por los terroristas. El 7 de octubre fueron asesinados 1.200 personas y secuestraron a otras 251.

10) Muchas familias abrieron a El Confidencial las puertas de sus casas atacadas. En la estantería de una de ellas estaba la película La lista de Schindler, la oscarizada obra de Steven Spielberg que aborda el holocausto nazi en Polonia.

11) Este es un libro distribuido entre los miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés). Contiene indicaciones sobre el trato a las personas, la disciplina y la moral. Sin embargo, los dos años de guerra en Gaza han dejado numerosas denuncias de excesos cometidos por soldados israelíes en la Franja.

12) Este es un refugio antimisiles ubicado en la zona donde se celebró el festival de música Nova. El sur de Israel está lleno de estos cubículos reforzados por el lanzamiento de cohetes desde Gaza. El día del atentado, muchos jóvenes trataron de protegerse dentro de estas estructuras, pero se convirtieron en una trampa mortal porque los terroristas lanzaban granadas en su interior. Los espacios públicos de Israel se llenaron tras el atentado de pegatinas como las que se ven en la imagen. Las confeccionan familias y allegados para recordar a sus víctimas y pedir el regreso de los secuestrados.

13) Esta es la tumba en el cementerio de Guivatayim, en Israel, de la hispanoisraelí Maya Villalobo, asesinada el 7 de octubre en Nahal Oz. Apenas tenía 19 años y estaba haciendo el servicio militar obligatorio. La foto se la cedió a este periódico su padre, Eduardo.

14) Esta es la sala de observación calcinada donde prestaba servicio Maya Villalobo y sus compañeras en Nahal Oz. Varias de ellas fueron secuestradas. A lo largo de estos dos años son muchas las informaciones que apuntan a que las jóvenes avisaron de movimientos sospechosos en Gaza antes del atentado y no les hicieron caso. La investigación sobre los errores de seguridad que facilitaron la matanza sigue pendiente, siempre a la espera de terminar la guerra.

15) Este es un mensaje ubicado en los alrededores de la llamada plaza de los rehenes de Tel Aviv, epicentro durante estos dos años de las concentraciones en demanda por el regreso de los secuestrados. Dice así: “Nuestras heridas tienen siglos de antigüedad, pero también nuestra resiliencia y nuestra fuerza”.